La loter¨ªa de la luz verde
Miles de personas esperan hasta una hora los viernes por la noche para tomar un taxi en el centro
Las tradicionales luces de Navidad se estrenaron el viernes en Madrid. Desde que anocheci¨®, cientos de personas se acercaron al centro de la ciudad para contemplar el espect¨¢culo. Pero sobre la una y media de la madrugada, reci¨¦n selladas las puertas del metro, con una violenta lluvia que acaba de comenzar, muchos transe¨²ntes permanecen atentos a otras luces. ?gor Ifvugralman, un joven de origen ruso, sujeta el paraguas con una mano y, con la otra alzada en el aire, espera ver una luz verde encendida en el techo de un taxi, la que indica que est¨¢ libre. En su lugar, encuentra iluminado sobre las decenas de taxis que pasan por la Gran V¨ªa, a la altura de la calle de Mesonero Romanos, un 2, que indica que el veh¨ªculo est¨¢ ocupado y con la tarifa nocturna en marcha. ?gor, despu¨¦s de salir "a tomar algo por el centro" lleva 10 minutos esperando un taxi para ir a Aravaca: "He llegado a esperar una hora".
"Va a ser mejor ir andando", dice un joven en Sol tras una infructuosa espera
Unos 8.000 taxis (de los 15.546 que hay en Madrid) circulan por la ciudad entre las diez de la noche y las seis de la ma?ana de los fines de semana (5.000 el resto de noches), seg¨²n los c¨¢lculos de las principales asociaciones del sector. Una cifra insuficiente para absorber la demanda, como hace evidente un paseo de madrugada por el centro cualquier viernes, s¨¢bado u otro d¨ªa festivo. La respuesta del Ayuntamiento para aumentar el n¨²mero de veh¨ªculos a esas horas ha sido incrementar, a partir del a?o que viene, un 65% la bajada de bandera las noches de los fines de semana y los festivos, esto supone que cada vez que alguien se monte en un taxi el precio de salida ser¨¢ de 2,90 euros en lugar de los 1,75 actuales.
Muchos taxistas aseguran que se est¨¢ utilizando su medio m¨¢s que nunca, "porque es barato". Las razones para utilizarlo en las madrugadas de los fines de semana, aparte del hecho de que el metro cierra a la 1.30, van desde "la comodidad", "dejarse del l¨ªo de aparcar" o "ir a tomar algunas copas".
Luc¨ªa Bejarano, de 27 a?os, trabaja en un restaurante italiano y seguir¨¢ usando el taxi a pesar de la subida. "Salgo de trabajar tarde y mi autob¨²s pasa cada mucho tiempo", explica a las 2.00 en la esquina de Gran V¨ªa con San Bernardo, tras 20 minutos de espera.
A medida que avanza la madrugada, el juego de las luces se va haciendo m¨¢s sofisticado. A las 2.30, una mara?a de manos que acaban de salir de uno de los espect¨¢culos musicales de la Gran V¨ªa asoman a la calzada en busca de taxi. Los m¨¢s espabilados avanzan calle arriba en peque?as carreras para colocarse antes que los dem¨¢s. A las luces verdes y las amarillas con el 2, se suma otra al juego: la de las luces de emergencia del coche. Indican que el taxi est¨¢ a punto de quedar libre, por lo que varios transe¨²ntes corren hacia ¨¦l para meterse justo en el instante en el que el ocupante lo abandone. En estos casos suele haber discusiones.
Daniel del Rey, inform¨¢tico de 33 a?os, y Bel¨¦n Mart¨ªn, contable de 32, de C¨®rdoba, tras el espect¨¢culo, corretean calle arriba como todos los dem¨¢s. No conocen la ciudad, as¨ª que no les "queda otra" que el taxi para llegar al hotel. "No hay taxis disponibles en la zona", les dice una operadora de Radio Tel¨¦fono Taxi.
Cada vez se ven m¨¢s manos alzadas en la Gran V¨ªa. No dejan de pasar taxis, pero la enorme mayor¨ªa ocupados. Desesperado, Max Genglot, parisiense de 27 a?os, turista de fin de semana en Madrid, ha dejado Gran V¨ªa despu¨¦s de media hora para probar suerte en la Puerta del Sol. All¨ª, pasadas las tres de la ma?ana, lleva otros 10 minutos esperando junto a varios grupos de personas. Hay un taxi parado, pero est¨¢ esperando a alguien, explica Genglot. El tax¨ªmetro marca ya 26 euros. "Lo que pasar¨¢ es que el primero que llegue dispuesto a pagar esos 26 euros extra coger¨¢ el taxi", asegura el franc¨¦s.
Sigue avanzando la noche. Muchos locales ya cerraron. En la calle de Toledo, la plaza de la Cebada, la calle de Bail¨¦n, se ven grupos de aspirantes a usuarios de taxi, pero apenas pasan, ni siquiera ocupados. Si llega alguno, la discusi¨®n entre grupos est¨¢ asegurada. En la calle Mayor, poco despu¨¦s, se puede aprender el ¨²ltimo de los c¨®digos de luces necesarias para coger un taxi de noche: sin luces. Un coche pasa con el techo completamente apagado, se detiene junto a un usuario y le pregunta ad¨®nde va. No le interesa; sigue. Un poco m¨¢s adelante, repite la operaci¨®n con otra muchacha. Esta vez s¨ª; la joven sube.
Pasadas las cuatro, los grupos son m¨¢s numerosos en la Puerta del Sol. Carlos Gonz¨¢lez, de 20 a?os, y sus amigos buscan taxi, despu¨¦s de una noche de bares, que les lleve a Pr¨ªncipe P¨ªo y, de all¨ª, a M¨®stoles. El grupo ve pasar un taxi por delante de ellos y de otras personas hasta llegar a una pareja de mediana edad con aspecto de turistas. "Va a ser mejor ir andando", propone Carlos.
De nuevo en Gran V¨ªa, los transe¨²ntes se encomiendan a la suerte. "Media hora", "50 minutos", "una hora". Son las 5.00, uno de ellos, algo asustadizo, anormalmente despejado para esa hora, acaba de llegar: "Un par de minutos llevo". ??nimo!
M¨¢s coches que en Londres y Par¨ªs
En Madrid hay 3,5 taxis por cada 1.000 habitantes. Como les gusta repetir a muchos profesionales del sector, es una de las ratios m¨¢s altas de toda Europa. En Londres es de 2,7 por cada 1.000 habitantes, de 1,3 en Par¨ªs y de 1,9 en Roma, seg¨²n el Sindicato del Taxi de Catalu?a
. En Nueva York, la ratio es de 1,5. As¨ª que en proporci¨®n, hay m¨¢s coches que en esas capitales.
Pero la comparaci¨®n de la situaci¨®n del taxi de Madrid habr¨ªa que hacerla con otras grandes ciudades espa?olas, donde el ocio nocturno se prolonga m¨¢s que en el resto de Europa. En Barcelona la ratio es de 3,7 taxis, pero de los m¨¢s de 10.000 taxis que hay, s¨®lo 2.000 trabajan de noche.
En Madrid, de los 15.646 taxis con licencia, s¨®lo salen de noche los fines de semana unos 8.000 (5.000 los laborables). La cuesti¨®n parece enfocada a incentivar el trabajo de noche. O quiz¨¢ obligar a unos servicios m¨ªnimos, algo que la normativa permite hacer al Ayuntamiento de Madrid, pero que no se ha planteado, porque eso se reserva para "circunstancias excepcionales", seg¨²n el Consistorio. Dado que el Ayuntamiento no va a dar m¨¢s licencias, la soluci¨®n pasa por
que los coches que salen de d¨ªa tambi¨¦n lo hagan de noche. La propuesta municipal es una subida en 2007 de la bajada de bandera de un 65% la noche de los fines de semana y festivos. La bajada de bandera pasar¨¢ de costar 1,75 euros a 1,85; y 2,90 los fines de semana y festivos por la noche.
Una soluci¨®n parecida a la que ha tomado Barcelona. Aunque la tarifa nocturna de s¨¢bados y festivos aument¨® en noviembre de 1,55 a 1,85 euros, se estableci¨® un complemento de dos euros por servicio entre la medianoche y las seis de la ma?ana, de jueves a s¨¢bado.
LOS TAXIS EN MADRID
Hay 15.646 taxis
Las noches de lunes a jueves trabajan 5.000, y los fines de semana, 8.000
No hay obligaci¨®n de que haya un m¨ªnimo de taxis circulando de noche
El Ayuntamiento podr¨ªa establecer ese m¨ªnimo, pero no se lo ha planteado
La bajada de bandera cuesta 1,75 euros. En 2007 costar¨¢ 1,85 y 2,90 la noche de los fines de semana y festivos
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