V¨ªctimas y negociaci¨®n
La manifestaci¨®n convocada por la AVT, principal asociaci¨®n de v¨ªctimas, que ayer recorri¨® las calles de Madrid es ya la quinta en poco tiempo contra la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno de Zapatero. El lema que abr¨ªa la marcha proclamaba: "Rendici¨®n, en mi nombre, no". M¨¢s expl¨ªcitamente, la convocatoria de la AVT dec¨ªa que el objetivo era "exigir al Gobierno que deje de claudicar ante los asesinos de ETA". Los convocantes identifican por tanto el intento del Gobierno de propiciar un final pactado de ETA con una rendici¨®n en toda regla ante los terroristas.
Seguramente habr¨¢ muchos ciudadanos solidarios con las v¨ªctimas y convencidos de la necesidad de que su voz sea o¨ªda que no compartan esas acusaciones. Incluso personas cr¨ªticas con la forma como el Gobierno est¨¢ conduciendo el proceso, o aspectos del mismo, pero que no pueden sumarse a planteamientos tan burdos como los que presiden desde hace alg¨²n tiempo los pronunciamientos y convocatorias de la AVT.
La acusada politizaci¨®n de esa asociaci¨®n es una dificultad objetiva para que cumpla su papel mediador entre las v¨ªctimas (cada una con sus ideas y creencias) y la sociedad cuya solidaridad invoca con un derecho cierto, pero cuya legitimidad disminuye en la medida en que se limita a abanderar a una formaci¨®n pol¨ªtica determinada. Sin embargo, no es posible prescindir de las v¨ªctimas; cualquier planteamiento de negociaci¨®n tiene que contar con sus preocupaciones, sentimientos y reclamaciones.
Incluso ETA (y su brazo pol¨ªtico) tienen que reconocer que ya no pueden prescindir de la exigencia de justicia de las v¨ªctimas a la hora, por ejemplo, de plantear eventuales medidas de gracia para los presos. Tampoco puede dejar de tomarlas en consideraci¨®n el Gobierno; no para esquivar su propia responsabilidad a la hora de decidir las medidas m¨¢s eficaces para acabar con el terrorismo; pero s¨ª para escuchar sus razones y responder a ellas, si no las comparte, con argumentos. Cualquiera puede ver que muchas de las declaraciones de algunos portavoces de los colectivos de v¨ªctimas tienen una fuerte carga demag¨®gica y reflejan a veces obsesiones disparatadas (en relaci¨®n al 11-M, etc¨¦tera); pero el Gobierno no puede limitarse a ignorarlas o despacharlas con apelaciones a su manipulaci¨®n por el PP.
El respeto que las v¨ªctimas reclaman y los pol¨ªticos proclaman no significa que haya que darles la raz¨®n a todo lo que digan, como a veces insin¨²an los portavoces del primer partido de la oposici¨®n. La demagogia de contraponer proceso de paz a derrota de ETA (como si lo uno no fuera consecuencia de lo otro) es m¨¢s grave en boca de dirigentes como Acebes, que saben que las cosas no son tan simples, que en las del portavoz habitual de la AVT. Pero incluso ¨¦ste tiene derecho a que se le responda con razones. Cada d¨ªa que pasa es m¨¢s evidente que debe hacerse todo lo posible y m¨¢s para que el PP se sume al consenso del resto de partidos en la tarea de acabar con el terrorismo y con el desconcierto de una parte de la opini¨®n p¨²blica. Otra cosa es que el primer partido de la oposici¨®n tenga inter¨¦s en ello.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- AVT
- Opini¨®n
- Abandono lucha armada
- Protestas sociales
- Orden p¨²blico
- V¨ªctimas terrorismo
- PP
- Negociaciones ETA
- Presidencia Gobierno
- Seguridad ciudadana
- Malestar social
- Proceso paz
- ETA
- Grupos terroristas
- Espa?a
- Administraci¨®n Estado
- Problemas sociales
- Conflictos
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia
- Asociaciones
- Sociedad