Defensa autorizar¨¢ "caso a caso" el uso de sus tropas en Afganist¨¢n

Espa?a no aumentar¨¢ sustancialmente sus 700 soldados en Afganist¨¢n ni los trasladar¨¢ al sur, donde la OTAN se enfrenta a la insurgencia talib¨¢n, pero est¨¢ dispuesta a autorizar "caso por caso" su participaci¨®n en operaciones puntuales fuera de su zona de despliegue, al oeste del pa¨ªs. ?sta es la respuesta espa?ola a las presiones, que se multiplicar¨¢n hoy en la cumbre de Riga (Letonia), para que levante las restricciones al empleo de sus tropas.

En la pr¨¢ctica, la respuesta del Gobierno significa que los soldados espa?oles acudir¨¢n en auxilio de sus compa?eros de la OTAN cuando est¨¦n en apuros -y, por tanto, no se les puede acusar de falta de solidaridad-, pero que los mandos aliados no podr¨¢n contar con ellos a la hora de planear sus operaciones.

Este mecanismo -similar al aceptado por Francia y Alemania, pa¨ªses que tambi¨¦n rechazan desplazar sus contingentes al sur- supone que la autoridad nacional -en el caso espa?ol, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general de Ej¨¦rcito F¨¦lix Sanz,- conserva el control de las tropas y debe dar el visto bueno para que ¨¦stas salgan de su zona de operaciones, que abarca las cuatro provincias del oeste.

De hecho, hay precedentes de que los helic¨®pteros espa?oles desplegados en Herat se han desplazado al sur para evacuar heridos. No lo hay, sin embargo, de que hayan ido a combatir.

La resistencia del Gobierno espa?ol a dar manos libres al comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), el brit¨¢nico J. David Richards, no significa que no est¨¦ dispuesto a aumentar su compromiso con Afganist¨¢n.

Formar polic¨ªas y militares

Espa?a ha empezado a instruir a polic¨ªas afganos y no pone obst¨¢culos a participar en la formaci¨®n de su Ej¨¦rcito (aunque no hay ninguna unidad militar afgana en la provincia de Badghis, bajo responsabilidad espa?ola), bien sea en el propio Afganist¨¢n o en territorio espa?ol.

En febrero del a?o pr¨®ximo, habr¨¢ por vez primera un general espa?ol en el cuartel general de la Alianza Atl¨¢ntica en Kabul. Ser¨¢ un coronel del Ej¨¦rcito de Tierra que se est¨¢ preparando ya para el puesto y que ascender¨¢ a general de brigada antes de incorporarse. Ser¨¢ el m¨¢ximo responsable de las tareas Cimic (C¨ªvico Militar) en la ISAF; es decir, de las relaciones de las fuerzas de la OTAN con instituciones civiles y organizaciones sociales afganas.

A¨²n m¨¢s relevante ser¨¢ el papel que corresponder¨¢ a Espa?a en el cuartel general de la OTAN en Kabul en 2008. Si las conversaciones en curso culminan en un acuerdo, el Cuartel General de Alta Disponibilidad de la OTAN en B¨¦tera (Valencia) aportar¨¢ el n¨²cleo del Estado Mayor de la ISAF XI: lo que significa m¨¢s de un centenar de cuadros de mando de alta cualificaci¨®n y varios generales en puestos clave.

Esta posibilidad ya se plante¨® de cara a? a?o 2007, pero el cambio en el sistema de cuarteles generales, consecuencia de la expansi¨®n de la OTAN a todo el pa¨ªs, y las propias restricciones espa?olas aconsejaron aparcarla.

M¨¢s all¨¢ de la implicaci¨®n militar, el Gobierno espa?ol insiste en la importancia de las tareas de reconstrucci¨®n. Espa?a, responsable del Equipo de Reconstrucci¨®n Provincial (PRT) de Badghis, acaba de inaugurar la primera pista asfaltada del aeropuerto de Qal-i-Naw, que hasta ahora era s¨®lo un pedregal, y ha distribuido 10 toneladas de ayuda humanitaria entre las v¨ªctimas de las recientes inundaciones.

"Sin seguridad no hay reconstrucci¨®n, pero sin reconstrucci¨®n no dura la seguridad", advierte un responsable espa?ol.