Las dos caras de la igualdad
El destacado n¨²mero de mujeres en la universidad contrasta con su escasa presencia en los cargos directivos
En apenas unas d¨¦cadas, el peso femenino entre el alumnado universitario ha pasado de inexistente a mayoritario en instituciones acad¨¦micas como la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV), en la que ya es com¨²n la presencia de catedr¨¢ticas, decanas y vicerrectoras. La posibilidad de que haya una mujer rectora ha dejado de ser algo muy remoto. Esta espectacular progresi¨®n oculta, con todo, una asignatura a¨²n pendiente: la igualdad en los puestos de responsabilidad.
Arantza Azpiroz, decana de la Facultad de Psicolog¨ªa de la UPV, considera que "la presencia de la mujer en el grupo de catedr¨¢ticos, en los cargos acad¨¦micos y en los ¨®rganos de representaci¨®n unipersonal no se corresponde con la realidad social". De hecho, el porcentaje de mujeres disminuye en los puestos superiores. Mientras que s¨®lo nueve facultades est¨¢n dirigidas por mujeres, hay un 58% de secretarias y un 46% de vicedecanas. Al frente de los departamentos suponen tambi¨¦n minor¨ªa: dirigen el 26% de ellos. S¨®lo cuatro de los 15 miembros del equipo rectoral son mujeres.
S¨®lo cuatro de los 15 miembros del equipo rectoral de la UPV son mujeres
Pese a esta situaci¨®n, Isabel Barcina, catedr¨¢tica de Microbiolog¨ªa, apuesta por una mujer rectora en un futuro pr¨®ximo: "Hubo una rectora en funciones, ha habido una candidata y si no tenemos ya una rectora es porque no se han ofertado tantas mujeres como hombres".
Otro signo de desigualdad es que entre el profesorado femenino es menos frecuente encontrar doctoras y catedr¨¢ticas. Barcina opina que "la mujer resta tiempo a la carrera profesional para dedicarse a la familia". El reparto de tareas ha conseguido, seg¨²n Azpiroz, que esa tendencia vaya cambiando: "Hasta ahora, est¨¢bamos muy atadas a las obligaciones familiares y eso dificultaba ascender en la escala social. La mujer ahora tiene m¨¢s tiempo para estudiar y opositar".
La decana cree que con la presencia de mujeres en altos cargos se fomentar¨¢ la conciliaci¨®n porque "cuantas m¨¢s mujeres hay, m¨¢s salen a la palestra sus problemas". Barcina, en cambio, opina que este asunto hay que trabajarlo en el hogar: "El servicio de guarder¨ªa es fant¨¢stico, pero hay que ahondar en el reparto de las labores en la pareja".
En 2005, el 56,1% del alumnado de la UPV eran mujeres, que siguen prefiriendo estudiar las carreras estereotipadas como femeninas, mientras se mantienen en minor¨ªa en las titulaciones t¨¦cnicas. La mayor concentraci¨®n de mujeres se da en Enfermer¨ªa, Farmacia, Magisterio, Trabajo Social y Psicolog¨ªa, donde superan el 80% de estudiantes. Los centros en que suponen menos del 25% son la Facultad de Inform¨¢tica de Guip¨²zcoa, la Escuela T¨¦cnica Industrial de Eibar y la Escuela de Na¨²tica y M¨¢quinas Navales de Portugalete.
Las j¨®venes viven la contradicci¨®n de recibir una educaci¨®n superior igualitaria y acceder luego al mercado laboral con mayores dificultades que los varones. "Con la misma formaci¨®n, la inserci¨®n laboral de las mujeres es inferior a las de los hombres", recuerda Azpiroz. La soluci¨®n pasa para Barcina por "lograr un equilibrio que garantice un periodo largo de baja sin perjudicar a la empresa, porque ¨¦sta prefiere contratar a un hombre no porque rinda m¨¢s, sino por la maternidad".
Pese a que tanto las alumnas como las profesoras ingresan en la universidad en igualdad de condiciones, Azpiroz reconoce que tienen que demostrar m¨¢s para ser respetadas. Sin embargo, se muestra precavida a la hora de opinar sobre la paridad como soluci¨®n para garantizar el acceso a puestos de poder: "Tiene que ser gradual, porque queremos a los mejores profesionales". Barcina tampoco apuesta por esa medida: "A cada persona hay que juzgarla por su val¨ªa, no por su sexo".
La decana de Psicolog¨ªa considera que "reconocer con datos emp¨ªricos la contribuci¨®n en cada ¨¢rea de conocimiento" ayudar¨ªa a combatir la discriminaci¨®n. Barcina comparte esa opini¨®n: "Ser¨ªa una perspectiva muy novedosa y sorprendente. Descubrir¨ªamos por fin a la gran mujer que se dice que hay siempre detr¨¢s de un hombre".
Para esta catedr¨¢tica, la mujer aporta a la gesti¨®n "puntos de vista diferentes que enriquecen". Azpiroz no descarta un mayor desarrollo de la inteligencia emocional. "Se dice que tenemos m¨¢s capacidad para cooperar, un valor muy importante para gestionar, pero prefiero quedarme con que somos igualmente capaces", sostiene.
La situaci¨®n en las universidades privadas no dista mucho de la de la UPV. En Deusto, el 43% del profesorado son mujeres, porcentaje que desciende al 20% al analizar el grupo de catedr¨¢ticos. Estos datos, correspondientes a 2006, reflejan un ligero aumento en el ¨²ltimo cuatrienio, ya que en 2002 el porcentaje total era del 37% y el de catedr¨¢ticas del 17%.Deusto cuenta con s¨®lo dos vicerrectoras y tres decanas, cifra que no ha variado desde 2000. Las directoras de institutos han pasado de dos a cuatro en estos seis a?os.
En Mondragon Unibertsitatea, un tercio de sus dirigentes son mujeres. El porcentaje se eleva al 34% en los Consejos Rectores y al 30% en los Consejos de Direcci¨®n. No obstante, este porcentaje global esconde una mayor presencia de las mujeres en el ¨¢mbito m¨¢s estereotipado como femenino -la educaci¨®n- que en tecnolog¨ªa y finanzas.
Las carreras t¨¦cnicas han experimentando, por otro lado, un ligero aumento del n¨²mero de alumnas, que han pasado de constituir un 20,1% en el curso 2001-2002 a un 27,53% este curso 2006-2007.
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