Garc¨ªa Montero, Garc¨ªa Baena y Pacheco debaten sobre Andaluc¨ªa y poes¨ªa
El escritor mexicano resalta el influjo de B¨¦cquer en los poetas de Hispanoam¨¦rica
Luis Garc¨ªa Montero, Pablo Garc¨ªa Baena y Jos¨¦ Emilio Pacheco hablaron ayer sobre Andaluc¨ªa, tierra de poetas en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (M¨¦xico). Los tres escritores desgranaron aspectos de la intensa vinculaci¨®n de Andaluc¨ªa con la tradici¨®n po¨¦tica. Poetas andaluces como Luis de G¨®ngora, Gustavo Adolfo B¨¦cquer, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, los hermanos Antonio y Manuel Machado, Luis Cernuda o Federico Garc¨ªa Lorca jalonaron un apasionante recorrido por la poes¨ªa andaluza.
Garc¨ªa Baena hizo referencia a la labor de la revista C¨¢ntico, que promovi¨® en la posguerra. "C¨¢ntico sale en C¨®rdoba en 1947. La revista Garcilaso cantaba todav¨ªa las glorias del imperio. Estaba tambi¨¦n la llamada poes¨ªa social. Lo ¨²nico que se propuso la revista C¨¢ntico fue volver a la verdadera poes¨ªa de Espa?a, la poes¨ªa que hab¨ªa quedado truncada con el exilio y la sangre de Federico Garc¨ªa Lorca. Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Antonio y Manuel Machado y la Generaci¨®n del 27 fueron nuestros maestros. Hicimos la m¨¢s interesante de las aventuras literarias de la posguerra", indic¨® Garc¨ªa Baena.
"Quer¨ªamos volver a la verdadera poes¨ªa: la poes¨ªa del lenguaje, que, como cordobeses, nos ven¨ªa de Luis de G¨®ngora. C¨¢ntico le dedic¨®, en tiempos muy oscuros, un n¨²mero extraordinario a Luis Cernuda. Fue el primer homenaje que se le hizo en Espa?a a Cernuda, quiz¨¢ el primer poeta de su generaci¨®n. Tuvimos una serie de inconvenientes, empezando por el homenajeado, que era un hombre de un car¨¢cter un poco dif¨ªcil. Cernuda no quer¨ªa colaborar en una revista espa?ola de la ¨¦poca. Conseguimos que lo hiciera. Establecimos un hilo de buena voluntad entre Cernuda y la revista C¨¢ntico", relat¨® Garc¨ªa Baena.
Garc¨ªa Montero se?al¨® que hubo un tiempo en que se pregunt¨® si el hecho de que Andaluc¨ªa fuera una tierra de poetas "no encubr¨ªa carencias sociales y pol¨ªticas". "Andaluc¨ªa tard¨® mucho tiempo en entrar en la modernidad. Fue una tierra pobre. Me preguntaba si cuando Andaluc¨ªa accediese a la modernidad, se acabar¨ªa esa tradici¨®n po¨¦tica", coment¨®. La alta calidad de la joven poes¨ªa andaluza le ha dado ya la respuesta a su pregunta. Garc¨ªa Montero recalc¨® que "la salud de la poes¨ªa andaluza ya no descansa en unos nombres". "Hay muchos j¨®venes de primera calidad. No cito a ninguno para que no se ofendan los dem¨¢s, ya que son muchos", asever¨® el escritor granadino.
"La poes¨ªa andaluza siempre ha intentado huir del costumbrismo y del localismo, buscando un di¨¢logo universal. El desprecio del costumbrismo barato y la necesidad de abrirse han sido caracter¨ªsticas de la poes¨ªa andaluza", concluy¨® Garc¨ªa Montero.
Finalmente, Pacheco estableci¨® un rico tejido de v¨ªnculos y complicidades entre las poes¨ªas de Andaluc¨ªa e Hispanoam¨¦rica. Pacheco record¨® el poderoso influjo de B¨¦cquer sobre la poes¨ªa de Am¨¦rica Latina. B¨¦cquer tuvo un papel decisivo en la vocaci¨®n po¨¦tica del nicarag¨¹ense Rub¨¦n Dar¨ªo. "El entusiasmo que despierta B¨¦cquer es mayor en Am¨¦rica que en Espa?a. Sin B¨¦cquer no existir¨ªa el Modernismo", resumi¨® el poeta mexicano. Pero no fue B¨¦cquer el ¨²nico poeta andaluz que influy¨® sobre Rub¨¦n Dar¨ªo. "El contacto entre Manuel Machado y Rub¨¦n Dar¨ªo determin¨® la ¨²ltima etapa po¨¦tica de ¨¦ste", dijo el autor mexicano.
Pacheco conoci¨® personalmente a Cernuda cuando estaba exiliado en M¨¦xico. "Creo que Cernuda era un hombre de una profunda timidez y, al mismo tiempo, con un terror muy grande a ser herido. Eso se pod¨ªa interpretar como altivez y desd¨¦n. Y no lo era. Porque si hubiera sido as¨ª, Cernuda no habr¨ªa conversado conmigo", agreg¨® el escritor mexicano. Cernuda era un hombre aficionado a vestir de una forma exquisita. Cuando viv¨ªa en Espa?a, se gastaba el escaso dinero que ten¨ªa en comprarse los mejores trajes y camisas. En el exilio mexicano intent¨® conservar esta costumbre. "Segu¨ªa siendo elegant¨ªsimo. Ten¨ªa una sola camisa que lavaba todas las noches. Siempre estaba muy elegante, muy bien vestido, aunque con una elegancia ra¨ªda. Cernuda odiaba dar clases. Para Cernuda, tener que dar una clase era como sufrir la pira inquisitorial o el garrote vil", evoc¨® Pacheco.
M¨¢s informaci¨®n p¨¢gina 57
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.