La segunda oportunidad para el l¨ªder de ERC

El flamante vicepresidente del nuevo Gobierno catal¨¢n, Josep Llu¨ªs Carod (Cambrils, Tarragona, 1952), es lo que en pol¨ªtica se conoce como un pico de oro. Un orador que ha convertido su gran capacidad de empat¨ªa y conexi¨®n emocional con amplios auditorios en su m¨¢s precioso capital pol¨ªtico. Ahora afronta su segundo intento de demostrar que adem¨¢s de un pol¨ªtico de discursos y arengas, lo es tambi¨¦n de gesti¨®n.

La trayectoria de Carod, licenciado en Filolog¨ªa, le hab¨ªa mantenido apartado de las responsabilidades de gesti¨®n en las instituciones. Ha sido diputado auton¨®mico desde 1988, un a?o despu¨¦s de ingresar en Esquerra Republicana (ERC), hasta la actualidad, 18 a?os.

Recal¨® en ERC tras haber militado desde 1970 en cuatro partidos independentistas siempre extraparlamentarios, precisamente por su af¨¢n de actuar, de una vez, desde un Gobierno. Pero durante esa etapa y hasta 2003, Esquerra era un partido de oposici¨®n, en el que Carod y el n¨²cleo dirigente del que es l¨ªder tuvieron que dedicar todos los esfuerzos a construir un nuevo discurso pol¨ªtico, de catalanismo laico, c¨ªvico, progresista, independentista pero no nacionalista, que les permitiera escapar de la ¨®rbita de CiU en la que hab¨ªa ca¨ªdo en 1980.

En 2003, con la primera mayor¨ªa electoral de la izquierda catalana tras la era del pujolismo, Carod utiliz¨® toda la capacidad de presi¨®n que le daba la posici¨®n de bisagra de ERC para convertirse en el hombre fuerte del primer Gobierno de Pasqual Maragall. Quer¨ªa demostrar sus dotes de gobernante. Se hizo nombrar conseller en cap y se fabric¨® un departamento a su medida, recargado de responsabilidades. Cuando se dispon¨ªa a ponerse manos a la obra le lleg¨® una cita de la c¨²pula de ETA y decidi¨® acudir a ella, un d¨ªa en que era presidente de la Generalitat en funciones. All¨ª se acab¨® el primer intento de probar sus dotes como gobernante. Tuvo que dimitir. Ahora comienza el segundo.