El adi¨®s de Maragall

Pasqual Maragall ha tenido una agenda ocupada en la recta final de su presidencia y desde que, hace cinco meses, anunci¨® su renuncia a la reelecci¨®n. Sus apariciones p¨²blicas se han multiplicado en las ¨²ltimas semanas para despedirse de alcaldes, empresarios, representantes de organizaciones sociales y compa?eros de batallas de sus primeros a?os en la pol¨ªtica. Ayer, en su discurso de despedida, dijo que el hecho de dejar el cargo le permit¨ªa "recuperar la libertad".

Sin embargo, en no pocas ocasiones el hasta ayer presidente ha protagonizado episodios que denotaban no poca libertad de esp¨ªritu. La ¨²ltima, quiz¨¢, fue el pasado viernes, en el debate de investidura de Jos¨¦ Montilla, cuando pidi¨® prestada la c¨¢mara de un fot¨®grafo para, ni m¨¢s ni menos, sacar una instant¨¢nea del futuro presidente. La escena consigui¨® arrancar una sonora carcajada a Montilla (foto de la izquierda).

Con una sonrisa socarrona que no le ha abandonado ni en los momentos m¨¢s duros de la legislatura, Maragall ha demostrado sentirse a gusto en su larga despedida. Ayer se dio su ¨²ltimo ba?o de masas a la salida del Palau de la Generalitat. Ante m¨¢s de 200 personas y desde su coche oficial, sac¨® la mano y, con el dedo pulgar, mostr¨® su satisfacci¨®n (foto de abajo). Minutos antes, con su esposa, se dej¨® querer por el p¨²blico en la plaza de Sant Jaume (abajo, a la derecha).

?ltimamente, Maragall tambi¨¦n se ha acercado con gestos y declaraciones a Jordi Pujol. Sus encuentros han sido frecuentes. Como el pasado 10 de noviembre en el homenaje p¨®stumo a Antoni Guti¨¦rrez D¨ªaz, momento que recoge la imagen de abajo a la izquierda.