Gonz¨¢lez Pons compara a la ministra con una extraterrestre

El encuentro se presum¨ªa tenso, y no defraud¨®. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona y el consejero de Territorio, Esteban Gonz¨¢lez Pons, se reunieron ayer en la misma mesa. Entre ambos, Alfonso Bull¨®n, rector de la Cardenal Herrera CEU. El motivo: La apertura de unas jornadas sobre el comercio de CO2, en el marco del protocolo de Kioto, organizadas por la universidad privada. El acto comenz¨® en tono protocolario y acab¨® con poca elegancia. Con el consejero comparando a la ministra con los lagartos extraterrestres de la antigua serie de televisi¨®n V, "que una vez levantada la piel, ten¨ªan otro personaje debajo".

Empez¨® Gonz¨¢lez Pons, que llev¨® su intervenci¨®n hacia la escasez h¨ªdrica del territorio valenciano, la cual ha sido relacionada siempre por el Consell con la derogaci¨®n del trasvase del Ebro. El consejero fue dibujando un cuadro pavoroso: desaparici¨®n de h¨¢bitats, desertificaci¨®n, incremento de emisiones de efecto invernadero... Gonz¨¢lez Pons augur¨® que L'Albufera podr¨ªa quedar salinizada en cinco a?os por falta de caudal, y desecada en unos 10.

El objetivo central de sus cr¨ªticas fue, sin embargo, la red de desalinizadoras que el Gobierno ha puesto en marcha en la comunidad aut¨®noma como alternativa al trasvase. El consejero las llam¨® "las nucleares del mar".

Seg¨²n Gonz¨¢lez Pons, para desalinizar los 200 hect¨®metros c¨²bicos de agua que se prev¨¦ tratar, ser¨ªa necesario "un consumo energ¨¦tico que se traducir¨ªa en unas emisiones de un 1.300.000 toneladas de CO2"; la misma cantidad que tiene asignado "todo el sector cer¨¢mico" valenciano. La salmuera generada por las plantas desalinizadoras causar¨ªa, adem¨¢s, la desaparici¨®n de las praderas de Poseidonia y de sus lechos marinos en menos de una d¨¦cada. ?El resultado? "La emisi¨®n de unos 10 millones adicionales de toneladas de CO2 que hoy almacenan" esos ecosistemas marinos.

Lleg¨® el turno de Narbona, y empez¨® calificando las predicciones de Gonz¨¢lez Pons como "un tanto tremebundistas". Al consejero se le torci¨® el gesto. "El derogado trasvase del Ebro", dijo la ministra, "requer¨ªa un consumo de energ¨ªa para mover el agua desde la desembocadura del Ebro hasta Almer¨ªa superior a todo el consumo de energ¨ªa que requerir¨¢n las plantas desalinizadoras previstas en el programa agua para las cuencas mediterr¨¢neas". Despu¨¦s ironiz¨®: "Hay quien mira el mapa, y piensa que el agua bajaba sola por un tubo. Pero no. La conducci¨®n del trasvase del Ebro requer¨ªa elevaciones de hasta 1.000 metros por encima del nivel del mar". Y ah¨ª el rostro de Gonz¨¢lez Pons se acab¨® de tensar.

Narbona, cuya presencia en el Palacio de Colomina del CEU gener¨® malestar en el PSPV, seg¨²n algunas fuentes, por la depuraci¨®n de profesores llevada a cabo por la universidad, prosigui¨®. El Gobierno, afirm¨®, ha aprobado un plan de energ¨ªas renovables asociado a la red de desalinizadoras, y las propias plantas las ir¨¢n incorporando para su funcionamiento. M¨¢s: aerogeneradores; centrales hidroel¨¦ctricas ahora infrautilizadas, centrales combinadas de energ¨ªa solar y biomasa... "Un conjunto de actuaciones", concluy¨®, "que permitir¨¢ que el balance no sea neutro sino que sea incluso m¨¢s favorable desde el punto de vista de las emisiones de gases de efecto invernadero".

Se percibieron en ambos discursos peque?os gestos de aproximaci¨®n. Los dos citaron por ejemplo a Al Gore, protagonista del documental Una verdad inc¨®moda, una cinta que alerta sobre el calentamiento global. Y ambos fueron moderadamente optimistas respecto a la tendencia en las emisiones y el cumplimiento de los compromisos adquiridos en Kioto. Pero fue un espejismo.

Al acabar el acto, Gonz¨¢lez Pons sali¨® hasta la puerta, donde la ministra esperaba el coche oficial. Y la despidi¨® educadamente. Luego se dio la vuelta, declar¨® a los periodistas su malestar por ver m¨¢s preocupada a Narbona por el S¨¢hara y que por Alicante, y a?adi¨®: "Es como uno de estos personajes que invaden la tierra con la misi¨®n de destruir alg¨²n pa¨ªs en concreto"; "recuerdo una serie de televisi¨®n, que se llamaba V, en la que hab¨ªa personajes que una vez levantada la piel ten¨ªan otro personaje debajo". La ministra, ya en otro acto, no entr¨® al trapo. S¨®lo se?al¨® que no le "extra?a" no haber convencido al consejero, que sigue "sin reconocer" que el trasvase del Ebro requer¨ªa "m¨¢s energ¨ªa" y que la salmuera ya exist¨ªa cuando el PP inaugur¨® la planta de Alicante.