Vilagarc¨ªa se recupera de una noche ca¨®tica tras el paso del temporal

La lluvia inund¨® de nuevo la comarca de Arousa, pero en esta ocasi¨®n con da?os todav¨ªa peores que las riadas que asolaron la zona la pasada semana. Vilagarc¨ªa ha sido el municipio m¨¢s afectado, con p¨¦rdidas incalculables en el sector comercial. En esta poblaci¨®n de 36.000 habitantes se registraron las m¨¢ximas precipitaciones de Galicia, con 152,8 litros por metro cuadrado en la noche del lunes, lo que convirti¨® en r¨ªos las principales arterias de la ciudad. La capital de la comarca amaneci¨® ayer como una ciudad fantasma en medio de un espeso lodazal.

Los dep¨®sitos de barro acumulados en las calles imped¨ªan ayer el tr¨¢nsito de los ciudadanos y los accesos al centro permanecieron cortados hasta mediod¨ªa con se?alizaci¨®n de peligro, despu¨¦s de una noche ca¨®tica con las calles inundadas y sin suministro el¨¦ctrico.

El agua aneg¨® chal¨¦s, negocios y bajos comercales, as¨ª como garajes de numerosos edificios, donde hizo emerger el petr¨®leo de los tanques que suministran combustible a las calefacciones, lo que oblig¨® a Protecci¨®n Civil a cortar las avenidas con se?alizaci¨®n de peligro hasta mediod¨ªa de ayer. Tambi¨¦n permaneci¨® cortada la v¨ªa de O Saln¨¦s, la principal arteria de comunicaci¨®n de la comarca, por un enorme socav¨®n abierto por las riadas.

Cientos de coches quedaron atrapados flotando en los aparcamientos, como el situado en la Avenida del Doctor Tour¨®n, de tres pisos, donde el nivel del agua subi¨® a la altura de la calzada. Las motobombas no daban abasto y a media tarde segu¨ªan operando para retirar el agua. No hab¨ªa un s¨®lo metro de ciudad que no estuviese asolado por la violencia del agua y pr¨¢cticamente nada estaba en su sitio. Coches, contenedores y mobiliario urbano fueron desperdigados por el potente caudal del r¨ªo Con, como consecuencia de su espectacular desbordamiento, que arrastr¨® todo lo que encontraba a su paso.

El r¨ªo, que habitualmente tiene una altura de apenas 20 cent¨ªmetros, se desbord¨® por encima de los 2,5 metros, llev¨¢ndose tambi¨¦n por delante una colonia de patos que ayer aparecieron desorientados y sin rumbo en la Avenida de La Marina, a un kil¨®metro de distancia. Una de las im¨¢genes que quedar¨¢ en la memoria de los vecinos fue el improvisado m¨¦todo de rescate que emplearon los operarios municipales, utilizando la pala mec¨¢nica para evacuar a la gente y evitar que fuera arrastrada por la velocidad de la corriente que se desat¨® a pie de los edificios situados en la margen derecha del r¨ªo, donde flotaba todo tipo de objetos, desde troncos a un televisor, mientras uno de los puentes de madera se ven¨ªa abajo.

Hac¨ªa las ocho de la tarde del lunes las calles ya estaban bajo el agua. La noche fue larga para los comerciantes, que hicieron frente como pudieron a una lluvia torrencial que lo inund¨® todo, tratando de salvar la mercanc¨ªa que a¨²n quedaba en pie. Propietarios y empleados con una escoba en mano, retirando el agua y el barro, era todav¨ªa ayer la escena m¨¢s habitual; una limpieza masiva de tiendas, escaparates, restaurantes y oficinas bancarias que hizo que se agotar¨¢n los productos de limpieza y las botas de caucho."Ver para creer", comentaba entre sollozos la due?a de una c¨¦ntrica tienda de ropa, mientras retiraba sin descanso el agua que todav¨ªa inundaba su local. "Mire que tengo a?os y nunca vi cosa igual; es como si nos quisiese tragar el agua".

Pero las quejas entre los comerciantes tambi¨¦n se dejaron oir. "Esto es vergonzoso", dec¨ªa ?lvaro Monteagudo, un joven empresario que vio inundada su nueva tienda de ropa deportiva situada en la Plaza de Galicia. "Las motobombas no funcionaban, las alcantarillas se desbordaban, todo fue un desastre y aqu¨ª no aparec¨ªa nadie. Es la tercera vez que se inunda Vilagarc¨ªa pero a nadie se le ocurri¨® limpiar las tuber¨ªas", se lamentaba.

Abatido, el alcalde, Javier Gago, se enfrentaba a la emergencia e intentaba que la ciudad recuperara cuanto antes la normalidad. "La sensaci¨®n y el sentimiento que puede tener un alcalde es de profunda tristeza y l¨®gicamente de responsabilidad ante las medidas que haya que tomar", declar¨®.