?Qu¨¦ es una naci¨®n?
El Parlamento de Canad¨¢ ha aprobado una moci¨®n que reconoce que los quebequeses forman una naci¨®n en el seno de un Canad¨¢ unido. La moci¨®n, planteada por el primer ministro, cont¨® con el voto de su partido, el conservador, y de la mayor¨ªa de los diputados del otro gran partido canadiense, el liberal; pero tambi¨¦n con el voto del principal partido soberanista de la provincia franc¨®fona, el Bloque Quebequ¨¦s. Esa cuasi unanimidad se debe a que la formulaci¨®n permite interpretaciones diferentes, y cada partido hace la que piensa que m¨¢s le conviene: unos ponen el acento en el reconocimiento nacional y otros en el de la unidad.
En el origen de esta operaci¨®n est¨¢ la divisi¨®n surgida en el Partido Liberal, principal baluarte hist¨®rico, desde posiciones federalistas, de la unidad canadiense. Un sector del partido, que incluye a los diputados quebequeses liberales, defiende aceptar la definici¨®n nacional de la provincia en unos t¨¦rminos sociol¨®gicos y culturales que no impliquen reconocimiento de derechos especiales para sus habitantes. Esa posici¨®n, encabezada por el escritor y profesor Michael Ignatieff, aspiraba a crear un cortafuegos que evitara el replanteamiento, una vez m¨¢s, de la cuesti¨®n quebequesa en t¨¦rminos de refer¨¦ndum o reforma constitucional. Los soberanistas aprovecharon ese debate para anunciar una moci¨®n de reconocimiento estricto de Quebec como naci¨®n, con la esperanza de dividir as¨ª a los liberales. Y el primer ministro se ha adelantado proponiendo ese reconocimiento pero en el marco de la unidad de Canad¨¢.
El grupo de Ignatieff sostiene que es posible dar satisfacci¨®n a gran parte de los nacionalistas y a la vez desactivar la carga conflictiva del t¨¦rmino naci¨®n (a los ojos de las provincias angl¨®fonas y comunidades ind¨ªgenas) si, adem¨¢s de precisarse su alcance, el reconocimiento de Quebec como naci¨®n es el resultado de un pronunciamiento de las instituciones de Canad¨¢ como un todo, y no de una declaraci¨®n unilateral de la provincia. El primer ministro ha traducido esa posici¨®n en una f¨®rmula que atribuye la condici¨®n de naci¨®n a "los quebequeses" (las personas y no el territorio) en el seno de una unidad canadiense no cuestionada. Sin embargo, los soberanistas lo consideran un paso irreversible que facilitar¨¢ otros en el camino hacia la separaci¨®n, incluyendo un nuevo refer¨¦ndum que quieren convocar si ganan las pr¨®ximas elecciones.
Se trata por tanto de una apuesta audaz, como lo fue la Ley de Claridad sobre el alcance del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, aunque esta vez con un componente de improvisaci¨®n que la hace tal vez demasiado arriesgada. El veredicto se producir¨¢ en las elecciones provinciales, dentro de dos a?os.
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