Novelistas mexicanos y andaluces debaten sobre literatura, locura y riesgo

"El novelista es una especie de esquizofr¨¦nico con doble, triple o cu¨¢druple personalidad", afirm¨® el escritor mexicano Pedro ?ngel Palou. Su compatriota Jorge Volpi contest¨®: "Los escritores nos parecemos a Don Quijote por lo peor que tiene el personaje". Los novelistas participaron, junto a los autores andaluces Isaac Rosa y Carmen Velasco y el argentino residente en M¨¢laga Alfredo Taj¨¢n, en una mesa redonda en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (M¨¦xico).

El encuentro M¨¦xico y Andaluc¨ªa: la narrativa de invenci¨®n fue una ocasi¨®n para que los autores esgrimieran sus habilidades, trenzadas de dudas e iron¨ªa. "Dec¨ªa William Faulkner que escribir una novela es aprender a leer nuevamente. En mi propia literatura no me interesa repetir una veta, una f¨®rmula estil¨ªstica o narrativa, personajes o sagas. Para m¨ª, la novela es un ejercicio de riesgo que implica saltar al vac¨ªo formal y que la probable habilidad t¨¦cnica adquirida en otras novelas sea puesta en cuesti¨®n", explic¨® Pedro ?ngel Palou. "Para m¨ª, una novela representa un nuevo modo de decir. El d¨ªa que encuentre mi voz, dejo de escribir", agreg¨®.

Isaac Rosa, por su parte, relat¨® su encuentro con personas que hab¨ªan dejado de leer novelas, pero que hab¨ªan le¨ªdo la suya, El vano ayer, "como una excepci¨®n". "Son lectores que han desertado del g¨¦nero novela. Han desertado de la novela que se escribe hoy. La novela como g¨¦nero no ha salido ilesa del siglo XX. Y parece que hay autores que no se han enterado", coment¨® Rosa. El escritor sevillano agreg¨® que "cualquier lector de Virginia Woolf no puede dar por buena cierto tipo de literatura que llega ahora y ante la que muestra cansancio y hartazgo".

Carmen Velasco habl¨® de su "concepto de orfandad". "Como escritora siento una cierta orfandad, de alguna forma perdida en la b¨²squeda de mi propia voz. Me posiciono como una hu¨¦rfana. Emprendo una b¨²squeda a trav¨¦s de la oscuridad para encontrar algo que no s¨¦ a d¨®nde va a llegar", resumi¨®. Luego, Alfredo Taj¨¢n se defini¨® como "un turista provisional de su propia vida, expulsado de un sitio sin llegar a otro". "Hay que extraer un aprovechamiento de esa situaci¨®n. En cada puerto: una experiencia, un amor, una vivencia expresada en el papel...", concluy¨®.

Y fue Jorge Volpi el que puso la guinda de honor a este mar de reflexiones y tanteos por una realidad de pliegues que, a veces, son confusos. Volpi se?al¨® las semejanzas de los escritores con los peores aspectos de Don Quijote. "En primer lugar, los escritores nos parecemos a Don Quijote en que nuestra locura deriva de la lectura. En segundo lugar, somos locos con l¨ªmite. Don Quijote est¨¢ loco pero tiene momentos de lucidez. En tercer lugar, Don Quijote parece un dictador, no le importa pasar por encima de todo para que sus ideas se cumplan. Es un loco que no tiene nada de liberal o democr¨¢tico", coment¨® Volpi.