Tres v¨ªctimas de la mano negra de la venganza pol¨ªtica
Las cr¨ªticas de los ciudadanos independientes parecen no tener cabida en las altas esferas de la pol¨ªtica rusa. Una mano negra se cierne sobre quienes deciden, desde posiciones privadas, denunciar la barbarie militar, la corrupci¨®n o el despotismo del poder. En poco m¨¢s de un mes se han silenciado dos voces y una tercera lucha contra el veneno que le desgarra las tripas.
- Anna Politk¨®vskaya. En una conferencia por la libertad de prensa organizada por Reporteros sin Fronteras en Viena, en diciembre de 2005, la periodista dijo: "La gente a veces paga con su vida por decir bien claramente lo que piensa. De hecho, una persona puede incluso ser asesinada por proporcionarme informaci¨®n. No soy la ¨²nica que est¨¢ en peligro. Hay ejemplos que prueban lo que digo". Unos sicarios la mataron a la entrada de su casa el pasado 7 de octubre, despu¨¦s de que la periodista, de 48 a?os, se hubiese convertido en la fusta contra la barbarie del Kremlin en Chechenia.
- Alexander Litvinenko. Este antiguo agente del KGB sovi¨¦tico, que sigui¨® trabajando para el contraespionaje ruso hasta que no pudo soportar las tenazas de la red en la que se mov¨ªa, crey¨® que poniendo tierra de por medio y ampar¨¢ndose en la vigilancia y la discreci¨®n ser¨ªa capaz de escapar de su pasado. Exiliado pol¨ªtico en Reino Unido desde 2000, hac¨ªa apenas unos d¨ªas que hab¨ªa recibido la nacionalidad brit¨¢nica cuando la mano negra de la venganza acab¨® con su futuro.
- Yegor Gaidar. Conocido como el padre de la reforma econ¨®mica rusa, destacado liberal y l¨ªder, a sus 50 a?os, del movimiento juvenil opositor ?Da! (?S¨ª!), es la ¨²ltima v¨ªctima de la venganza. Envenenado en Dubl¨ªn el viernes pasado, los m¨¦dicos que le atienden en Mosc¨² conf¨ªan en que podr¨¢ abandonar el hospital la pr¨®xima semana.
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