Discriminada en un colegio de integraci¨®n

"S¨®lo quiero que las l¨¢grimas de mi hija salpiquen a los que han hecho esto". Son palabras de Remedios Gonz¨¢lez, la madre de Jezabel Rodr¨ªguez.

Su hija, de 17 a?os, no puede caminar sin la ayuda de un andador o de su silla de ruedas el¨¦ctrica. Por eso sus padres la apuntaron al instituto Luis Braille de Coslada. Porque es de integraci¨®n, es p¨²blico, est¨¢ adaptado, y sobre todo, "porque era el ¨²nico que hab¨ªa en Coslada". El instituto tiene a otros discapacitados f¨ªsicos que conviven con normalidad con el resto de chicos. Pero en la ¨²ltima actividad extraescolar que el centro ha propuesto, se ha olvidado de la heterog¨¦nea composici¨®n de su alumnado.

El pr¨®ximo 17 de diciembre, los alumnos de ESO que quieran y paguen 352 euros podr¨¢n ir una semana a esquiar a Andorra. Pero Jezabel -que ya ha ido por su cuenta varias veces y quiere ir ahora con sus compa?eros-, tendr¨¢ que pagar unos 1.600 euros. El instituto le ha dicho que su familia debe sufragar los gastos extra que supone llevar a un discapacitado f¨ªsico a la nieve: autob¨²s adaptado, material, acompa?ante y gastos no previstos. El centro Luis Braille considera que la actividad es "extraescolar" y no constituye parte de la educaci¨®n, y que, por tanto, no tiene obligaci¨®n de asumir el coste extra.

"Era una ocasi¨®n para desarrollar la integraci¨®n que tanto predican", dicen los padres

La Comunidad de Madrid reconoce que se trata de un caso de exclusi¨®n

Sin embargo, en la carta que mandaron a todos los padres para promocionar la actividad escribieron: "La intenci¨®n de este viaje es completar una educaci¨®n integral para sus hijos". Y adem¨¢s, la esquiada es en horas lectivas. "?Por qu¨¦ un centro de integraci¨®n programa actividades discriminatorias?", se pregunta Antonio, su padre. "En cualquier caso, la tesitura en este momento es repulsiva. Si ahora no se hiciera la actividad, ella tendr¨ªa que cargar con la responsabilidad de que el resto de compa?eros no haya podido ir por su culpa".

Esa situaci¨®n no ser¨ªa nueva. Hace tres a?os, otra esquiada parecida se cancel¨® por el mismo problema. "No hab¨ªa demasiados ni?os apuntados, pero de no haber sido por este mismo problema, se hubiera terminado aprobando", admiti¨® ayer Manuel Martos, el director del Luis Braille. Entonces el instituto tir¨® por la calle de en medio. Pero esta vez, si la ni?a con problemas motrices quiere ir, debe pagar cuatro veces m¨¢s que el resto.

La Comunidad de Madrid reconoce que se trata de un caso de discriminaci¨®n y que, a pesar de que las actividades extraescolares las organiza y gestiona con autonom¨ªa de gobierno el consejo escolar de cada instituto, instar¨¢ al director del Luis Braille a que solucione el problema. "Esta ni?a no tendr¨¢ ning¨²n problema en ir a la excursi¨®n", asegur¨® ayer por la noche Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa, directora del ¨¢rea territorial Madrid Este de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n.

El director del centro, sin embargo, afirmaba por la ma?ana que el instituto no puede asumir este tipo de gastos y que, de no sufragarlos el Gobierno regional -cosa que ¨¦ste no piensa hacer-, tendr¨ªan que sacarse de apartados tan peregrinos como el de mantenimiento y limpieza. Esta vez el consejo escolar, en vista de la situaci¨®n, aprob¨® pagar 750 euros del viaje de Jezabel. Pero a pesar de ese descuento, la excursi¨®n se quedaba en los 1.600 euros ya citados. Antes de concluir la conversaci¨®n, el director acept¨® tambi¨¦n que se trataba de una discriminaci¨®n, pero ante la que no puede hacer nada.

Uno de los puntos de discusi¨®n de los gastos extra es el relativo al acompa?ante que debe ir con Jezabel. El instituto, dice su director, considera que no debe pagarlo porque esa funci¨®n puede desarrollarla uno de sus padres. "Nosotros ya vamos con ella a esquiar o de excursi¨®n. Nos parece que la actividad que programa el instituto tiene que ver con otra cosa. Era una buena oportunidad para desarrollar la integraci¨®n que tanto predican".

Jezabel y su familia vivieron dos a?os en M¨¢laga. Entonces ella s¨ª pudo ir a esquiar con el colegio. "Fueron a Sierra Nevada y no hubo ning¨²n problema. No tuvimos que pagar ning¨²n gasto extra", recuerda su madre mientras muestra los t¨ªtulos obtenidos por su hija y los forfaits de las anteriores esquiadas. Jezabel sonr¨ªe cuando recuerda aquellas excursiones, y de repente, rompe a llorar cuando se acuerda de que esta vez no va.

"No acudir¨ªa a la prensa si no fuera porque he agotado las otras v¨ªas", explica Antonio mostrando copias de toda la correspondencia mantenida con el centro y con la Comunidad. "Me gustar¨ªa que esto se solucionara, no s¨®lo por mi hija, sino por todos los ni?os que tienen problemas similares. El director del centro no ha valorado los medios de los que dispone para programar actividades que han terminado siendo discriminatorias", insiste su padre. "Ha tirado una piedra sin darse cuenta de que ca¨ªa encima de una ni?a".

Finalmente, en lo ¨²nico que est¨¢n de acuerdo el Gobierno regional y el instituto, es en que se trata de un caso de discriminaci¨®n. Ayer, d¨ªa en que se aprob¨® la Ley de Dependencia, las l¨¢grimas de Jezabel debieron de salpicar hasta al insigne Louis Braille.