Un libro revela que Cuvier conoc¨ªa al Negro de Banyoles
Enterrado en un remoto parque bajo la Cruz del Sur y olvidado de casi todos, el Negro de Banyoles resucita de tiempo en tiempo con noticias que ayudan a cubrir las grandes lagunas de su extraordinaria historia. La publicaci¨®n de un interesante libro sobre el hombre disecado que fue en su d¨ªa la principal atracci¨®n del Museo Darder y centro de agria pol¨¦mica, El negre i jo, del escritor y periodista holand¨¦s Frank Westerman (Viena Edicions), aporta nuevos detalles hist¨®ricos para un caso, el del Bechuana, en el que el m¨¢s peque?o dato documental tiene, a¨²n, un formidable inter¨¦s. Westerman, que ha rastreado con una obsesi¨®n que le honra toda la documentaci¨®n existente sobre el Negro de Banyoles, ha localizado una carta dirigida al gran naturalista franc¨¦s George Cuvier (1769-1832) que prueba que el padre de la anatom¨ªa comparada estaba al corriente del caso del Bechuana.
La carta, hallada en el archivo de la correspondencia de Cuvier, en Par¨ªs, se la envi¨® al cient¨ªfico otro naturalista, nada menos que Jules Verreaux, el hombre que, con su hermano ?douard, disec¨® al pobre africano. En la misiva, enviada desde Sur¨¢frica, el 12 de mayo de 1831, Verreaux informa a Cuvier de la llegada a Par¨ªs de una "gran colecci¨®n de objetos procedentes de esta zona de ?frica". Y se?ala: "En la colecci¨®n ocupa un lugar prominente un bechuana disecado muy bien conservado y que casi me cost¨® la vida, ya que para obtenerlo tuve que exhumarlo de noche en un lugar vigilado por sus parientes" (Lettre de Jules Verreaux ¨¤ Cuvier/pi¨¨ce 54, manuscrit 3252, Fonds Cuvier). No consta que hubiera respuesta de Cuvier a lo que parece un claro ofrecimiento para que adquiriera la pieza.
Primera noticia
La carta es corta, pero presenta el enorme inter¨¦s de que se convierte en el primer texto hist¨®rico conocido que menciona al Negro de Banyoles, pues antecede en siete meses a la primera noticia de que se dispon¨ªa sobre el hombre disecado, un art¨ªculo en Le Constitutionnel del 15 de noviembre de 1831 que daba fe de su exposici¨®n en Par¨ªs.
Westerman, que present¨® su libro en Barcelona el jueves, recalc¨® que El negre i jo "no es una obra sobre el hombre disecado", sino que lo toma como excusa para hablar de la visi¨®n del otro, en el sentido antropol¨®gico del t¨¦rmino. Westerman alterna en el libro su investigaci¨®n a lo largo de los a?os -desde que vio al Bechuna por primera vez en 1983, a los 19 a?os ("sent¨ª un shock, verg¨¹enza") hasta el asombroso entierro en Botswana- con sus viajes y sus experiencias en lugares como Jamaica, Per¨², Sierra Leona y Sur¨¢frica. El resultado es una obra muy personal, en la que se trasciende la historia del Bechuana para proponer una amplia y apasionada reflexi¨®n sobre las ideas de raza y cultura.
Un asistente a la presentaci¨®n que se identific¨® como ciudadano de Banyoles y afirm¨® con nostalgia no exenta de ira que el Bechuana "era nuestra momia", demostr¨®, por si quedara alguna duda, que el recuerdo del viejo africano sigue muy vivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.