?Por qu¨¦ vivir?
Se cumplen 70 a?os de la publicaci¨®n de 'El hombre en busca de sentido', de Viktor Frankl. Una obra que se sumerge en el sufrimiento del Holocausto para lanzar un mensaje extraordinariamente positivo sobre la capacidad humana para superar la adversidad. Una lectura obligada frente al discurso c¨ªnico, indolente y resignado
Muy pocas veces uno tiene el raro privilegio de leer un libro que produzca un cambio significativo en la visi¨®n de la existencia. Quiz¨¢ por ello cabr¨ªa celebrar el 60? aniversario de la publicaci¨®n del libro El hombre en busca de sentido, del doctor Viktor Frankl. Una obra cuya lectura marc¨® un antes y un despu¨¦s en el an¨¢lisis existencial del ser humano y de la psicoterapia, y que ha recibido el reconocimiento de millones de lectores despu¨¦s de su primera edici¨®n, en 1946.
Viktor Frankl fue doctor en medicina. Naci¨® en Viena el 26 de marzo de 1905 y sobrevivi¨® a la experiencia de cuatro campos de concentraci¨®n nazis, incluyendo el de Auschwitz, entre el a?o 1942 y el a?o 1945. Sus padres, esposa y familiares fallecieron en el Holocausto. Debido a estas terribles experiencias y a su propia alquimia interior, el doctor Frankl desarroll¨® una aproximaci¨®n revolucionaria a la psicoterapia conocida como logoterapia o terapia basada en el sentido. Sus m¨¢s de treinta libros han sido traducidos a 26 idiomas, y fue reconocido con 29 doctorados honoris causa en diferentes universidades de todo el mundo. Frankl ense?¨® en la Universidad de Viena hasta los 85 a?os de edad de forma regular, y falleci¨® el 3 de septiembre de 1997.
El autor, que vivi¨® la destrucci¨®n total de su entorno y el exterminio de sus seres queridos; que padeci¨® hambre, fr¨ªo, las peores brutalidades imaginables y que tantas veces estuvo cerca de la muerte, acept¨® que la vida era digna de ser vivida. Su obra es revolucionaria precisamente por sumergirse en la esencia del sufrimiento humano llevado al l¨ªmite, as¨ª como en los mecanismos psicol¨®gicos que nos llevan a manifestar lo mejor y lo peor de nuestra especie. Su aportaci¨®n se caracteriza por un mensaje extraordinariamente positivo sobre nuestra capacidad para superar adversidades.
Frente al discurso pesimista, la indolencia, la pereza o la mirada c¨ªnica y resignada, la experiencia y el mensaje de Viktor Frankl se hacen hoy m¨¢s necesarios que nunca, 60 a?os despu¨¦s de aquella terrible situaci¨®n para la humanidad. Ya entonces Frankl defend¨ªa que lo que necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida, ya que es la vida quien espera algo de nosotros. Y que esta respuesta requiere una acci¨®n coherente basada en el compromiso con el otro. En ¨²ltima instancia, repite Frankl a lo largo de su obra, "vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo".
Y para ello, una de sus mayores aportaciones nace de un simple enunciado: la libertad esencial es la de elegir nuestra actitud, sean cuales sean las circunstancias que nos rodean. En efecto, las experiencias de la vida en un campo de concentraci¨®n muestran que el hombre tiene tal capacidad de elecci¨®n. Los ejemplos aportados por el doctor Frankl en su obra son abundantes y prueban que pueden vencerse desde la apat¨ªa hasta la ira.
En ese sentido, el autor se?ala que aquellos que estuvieron en campos de concentraci¨®n observaron a hombres que iban de barrac¨®n en barrac¨®n consolando a los dem¨¢s, d¨¢ndoles el ¨²ltimo trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en n¨²mero, pero ofrec¨ªan pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo esta ¨²ltima libertad para decidir su propio camino. Y es precisamente esta libertad que no nos puede ser arrebatada la que hace que la vida tenga sentido y prop¨®sito.
En consecuencia, si existe tal libertad, incluso ante el dolor y la muerte, el ser humano no est¨¢ totalmente condicionado y determinado, sino que es ¨¦l quien determina si ha de entregarse a las situaciones o hacer frente a ellas. En otras palabras, el ser humano, en ¨²ltima instancia, se determina a s¨ª mismo. Y el sufrimiento es un aspecto de la vida que no puede erradicarse, como no puede apartarse tampoco la muerte. Sin ellos, la vida no es completa, no es real.
Pero entonces, ?qu¨¦ nos sostiene ante la adversidad? La respuesta del doctor Frankl es que, en esencia, la salvaci¨®n del hombre est¨¢ en el amor y se produce a trav¨¦s del amor. El amor a un ser amado o incluso el amor a una tarea (amor y creatividad, en definitiva) son los pilares sobre los que se construye la esperanza y el sentido de la vida; son las respuestas al "?por qu¨¦ vivir?".
Por ello, "quien tiene un porqu¨¦ para vivir, encontrar¨¢ casi siempre el c¨®mo", sol¨ªa decir Frankl. Pero para el alcance de ese sentido hay que ser capaz de trascender los estrechos l¨ªmites de la existencia centrada en uno mismo, y creer que uno puede hacer una importante contribuci¨®n a la vida; si no ahora, en el futuro, sosten¨ªa. Esta sensaci¨®n es necesaria si una persona quiere estar satisfecha consigo misma y con lo que est¨¢ haciendo. Quiz¨¢ ah¨ª reside el verdadero concepto de cumplimiento y de realizaci¨®n.
Otras obras
El legado del doctor Frankl es amplio, valioso y profundo, por lo que merece la pena navegar en ¨¦l. Entre sus obras, aparte de El hombre en busca de sentido, cabe destacar La voluntad de sentido, El hombre doliente, El hombre en busca del sentido ¨²ltimo o Psicoterapia y existencialismo.
?lex Rovira Celma es profesor de Esade, conferenciante y escritor.
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