Defender la vida y evitar la muerte
Ante el D¨ªa Mundial del Sida quiero proponer a las autoridades de la Iglesia cat¨®lica la siguiente reflexi¨®n: el coito es para dar vida, no para propagar muerte.
La Iglesia est¨¢ de acuerdo con la primera parte de esta proposici¨®n y la defiende a machamartillo en su guerra contra el aborto y el control de la natalidad por cualquiera de los m¨¦todos existentes. Pero, ?qu¨¦ pasa cuando el coito no engendra vida sino muerte, cuando lo que se transmite no es vida sino muerte? Los defensores de la vida tendr¨ªan que ser enemigos de la generaci¨®n y transmisi¨®n de la muerte y apoyar todo lo que sea necesario para evitar la muerte por sida que transmiten unas personas a otras. En nombre de la afirmaci¨®n de la vida y el rechazo de la muerte le pido a la Iglesia que acepte, como una medida para evitar esta muerte prematura, indebida y est¨²pida, el uso de los preservativos que hagan falta como medida para impedir la transmisi¨®n del sida, dado que est¨¢ abundantemente demostrado que la abstenci¨®n no funciona.
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