Grupo cubano con un Goya busca 'manager'
Habana Blues, sin representante ni discogr¨¢fica, toca hoy en un concierto autogestionado
En el sal¨®n de la casa de Dayan Abad, justo al lado de la televisi¨®n y medio escondido, est¨¢ el busto "cabez¨®n" que su grupo gan¨® en la ¨²ltima edici¨®n de los premios Goya. La m¨²sica que hicieron para Habana Blues, de Benito Zambrano, se llev¨® el premio a la mejor banda sonora. Grabaron un disco y siguieron unidos en los escenarios.
Hoy, tocan en la sala Heineken de Madrid. Pero ni el premio, ni los m¨¢s de 30 conciertos que han ofrecido en el ¨²ltimo a?o, ni siquiera el hecho de que a estos m¨²sicos se los rifen los grandes artistas de este pa¨ªs, han impedido que hoy alquilen la sala con su dinero y que toda la promoci¨®n del evento haya corrido de su cuenta.
"Toda la noche pegando carteles, compadre", explica Dayan, guitarrista y compositor de la banda. "Las discogr¨¢ficas, hoy en d¨ªa, quieren que se lo des todo masticado. '?Quer¨¦is sacar un disco? Vale, hacedlo y vemos si nos interesa'. Es siempre lo mismo", a?ade.
El jueves por la tarde, seis de los ocho miembros de Habana Blues van llegando a casa de Dayan. Se conocieron en la Escuela Nacional de Arte de Cuba hace m¨¢s de 15 a?os. Son ¨ªntimos amigos, "como hermanos". "Hemos tocado siempre juntos y nos fuimos trasladando a Espa?a cuando fueron saliendo proyectos", recuerda Eduardo, el pianista. Un d¨ªa, hace tres a?os, Jos¨¦ Luis Garrido, el productor musical de Zambrano, llam¨® a Dayan y a Kike Ferrer, y les propuso hacer la banda sonora de Habana Blues. Reunieron a los m¨²sicos y formaron el grupo.
El fen¨®meno es parecido al de Buena Vista Social Club: un grupo de m¨²sicos cubanos con un talento inagotable, que no alcanza el ¨¦xito hasta que un productor, en aquel caso Ry Cooder, se fija en ellos para hacer una pel¨ªcula. "Bueno s¨ª, tiene similitudes", admite Dayan con humildad. Quiz¨¢ ellos no sean Compay Segundo e Ibrahim Ferrer, pero tampoco se explicar¨ªa que este proyecto musical no lograra escapar de la sombra de la pel¨ªcula que lo alumbr¨®.
"Aferrados a la pel¨ªcula"
"Cuando salimos a tocar la gente todav¨ªa busca al mulato en el escenario", dice Dayan con cierta sorna. Los cantantes que aparec¨ªan en la pel¨ªcula no eran miembros del grupo. "Eran muy guapos, pero no sab¨ªan cantar", recuerdan entre risas. Hoy, las voces de la banda son las de Boris Larramendi y Kelvis Ochoa, tambi¨¦n compa?eros de cuadrilla de la ¨¦poca en La Habana. "Nos aferramos con todas las fuerzas a la pel¨ªcula, gracias a eso pudimos iniciar este proyecto", explica Kike, tambi¨¦n compositor y baterista.
La banda es lo que m¨¢s les gusta, pero no da de comer. Todos se ganan la vida con proyectos paralelos. Algunos han tocado con Rosario, Joaqu¨ªn Sabina, Kiko Veneno o Raimundo Amador. "Nos ayudamos mucho, y afortunadamente hemos podido vivir de la m¨²sica", dice Eduardo tocando el m¨¢stil de una guitarra. "Tocar para otros est¨¢ bien, pero no es lo mismo. Hacer tu m¨²sica es un sue?o", dice Kike, que durante seis meses fue m¨²sico de calle en Tokio.
La casa de Dayan es un improvisado estudio de grabaci¨®n. Entre fotos familiares y calles cubanas hay un mar de instrumentos y amplificadores. ?Ensayos? "Hace un a?o que no los hacemos. El ensayo aplasta el deseo de hacer m¨²sica. As¨ª somos los cubanos", explica Eduardo.
Jazz, funk, rock, blues y m¨²sica cubana son las influencias de este grupo que no tiene representante ni contrato discogr¨¢fico. "Ahora estamos negociando con una oficina que nos ha organizado algunos conciertos", explica Dayan. Para el de hoy, han vendido m¨¢s de la mitad de las entradas. "Ojal¨¢ se llene, compadre", dice Dayan despidi¨¦ndose.
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