El peligro del atrac¨®n
Comer compulsivamente, a escondidas o de noche, puede ser una de las causas de la obesidad. La voracidad para aplacar la ansiedad que a veces se oculta por verg¨¹enza puede desembocar en un patr¨®n alimentario ca¨®tico y cr¨®nico
Aunque es evidente que la obesidad se desarrolla cuando la ingesta de energ¨ªa supera al gasto, a menudo, la causa son problemas psicol¨®gicos. Alrededor del 20%-40% de las personas que acuden a una consulta para adelgazar refieren que comen de forma compulsiva cuando tienen ansiedad, se aburren, se sienten solas o est¨¢n deprimidas. Hoy es evidente que para tratar a una persona con obesidad no basta con ponerle una dieta, sino que hay que descubrir cu¨¢les son las razones de la ingesta excesiva. Es decir, no es suficiente con saber lo que se come, sino tambi¨¦n por qu¨¦ se come en exceso.
Hay personas obesas que comen de forma compulsiva. Las compulsiones se caracterizan por el consumo de gran cantidad de alimentos en un corto periodo de tiempo, que se asocia a sensaci¨®n de p¨¦rdida de control sobre la ingesta, comiendo r¨¢pidamente, sin hambre, y a escondidas para ocultar la voracidad. Una forma de aplacar la ansiedad, disminuir la angustia y olvidar los problemas. La comida es como un tranquilizante, un ansiol¨ªtico de corta duraci¨®n. A los pocos minutos, la sensaci¨®n de tranquilidad desaparece y es sustituida por la culpabilidad y frustraci¨®n, que generan una baja autoestima. Estas personas se averg¨¹enzan de su conducta y tienden a esconder el problema, ocult¨¢ndoselo a los familiares y a su m¨¦dico. Se llama el trastorno por atrac¨®n.
Si bien este s¨ªndrome se parece a la bulimia nerviosa en el comer compulsivo, no se producen conductas compensatorias o de purga, como autoprovocaci¨®n del v¨®mito, ayuno o dietas muy restrictivas, ejercicio intenso, ingesta de diur¨¦ticos o laxantes. Por tanto, con los atracones de repetici¨®n se favorece la obesidad. Todos podemos tener alg¨²n episodio espor¨¢dico, no hay nada anormal en ello. Para diagnosticar este s¨ªndrome, que es m¨¢s frecuente entre las mujeres, las comilonas se deben producir con una frecuencia m¨ªnima de dos d¨ªas a la semana. Existe una relaci¨®n entre el desarrollo del trastorno por atrac¨®n y la realizaci¨®n previa de dietas para adelgazar excesivamente restrictivas. El problema es que, una vez que la persona comienza con este patr¨®n alimentario ca¨®tico, de restricciones y compulsiones, ¨¦ste tiende a cronificarse. Y como consecuencia de este s¨ªndrome se produce un deterioro progresivo de la calidad de vida.
Actualmente existen tratamientos eficaces para este s¨ªndrome que combinan los aspectos nutricionales, f¨¢rmacos y tratamientos psicol¨®gicos. Por tanto, es importante que las personas que lo padecen tomen conciencia de lo que les sucede, de su posible cronificaci¨®n y sus consecuencias, para que busquen ayuda m¨¦dica y psicol¨®gica y rompan el c¨ªrculo vicioso compulsiones-obesidad.
Existe tambi¨¦n el s¨ªndrome de atracones nocturnos: insomnio y episodios compulsivos durante la noche, junto con anorexia matinal. Se reconoce cl¨ªnicamente porque los pacientes refieren que se levantan al menos una vez cada noche a comer. Es una patolog¨ªa relativamente frecuente, ya que se estima que afecta al 1,5%-2% de la poblaci¨®n general. Sin embargo, este porcentaje es mucho m¨¢s elevado, del 20% al 30%, entre los pacientes que acuden a una consulta de obesidad, ya que las comilonas nocturnas tambi¨¦n favorecen la ganancia de peso. Son tambi¨¦n frecuentes las alteraciones del estado de ¨¢nimo, con ansiedad, depresi¨®n? S¨ªntomas que se exacerban con el estr¨¦s. Se han demostrado alteraciones hormonales y neuroendocrinol¨®gicas, con alteraciones en el patr¨®n de s¨ªntesis diurno y nocturno de ciertas hormonas como melatonina, leptina, ghrelina y cortisol. Es posible un tratamiento con f¨¢rmacos, psicoterapia y terapia de comportamiento para el aprendizaje de pautas de alimentaci¨®n.
Si usted tiene un problema de peso y es de los que se alimentan compulsivamente o de los que se levantan por la noche a comer, deber¨ªa preguntarse si estos comportamientos est¨¢n contribuyendo a su problema de obesidad. Sea sincero, y si la respuesta es positiva, cons¨²ltelo con su m¨¦dico. Su problema no es una rareza.
Pilar Riob¨® es jefa asociada de endocrinolog¨ªa y nutrici¨®n en la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz.
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