Los detenidos en Ceuta contactaron con tres soldados para robar explosivos en un polvor¨ªn
Los supuestos islamistas radicales detenidos en Ceuta en la madrugada del martes presuntamente hab¨ªan ideado robar armas y explosivos en uno de los dos polvorines militares del Monte Hacho de la ciudad norteafricana. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, al menos uno de los 11 arrestados en la barriada del Pr¨ªncipe Alfonso habr¨ªan mantenido contactos con tres soldados espa?oles de religi¨®n musulmana para sonsacarles informaci¨®n sobre los accesos a los polvorines de Valdeagua (una enorme instalaci¨®n excavada en el Hacho) y El Renegado (de menor tama?o), sus sistemas de vigilancia y el material almacenado. El juez Baltasar Garz¨®n, en el mandamiento de registro al domicilio de Karim Abdesalam Mohamed, de 32 a?os, indica que ¨¦ste era el encargado del "planeamiento de varias operaciones de sustracci¨®n de armamento y material explosivo".
El presidente de la ciudad y el delegado del Gobierno piden que no se "satanice" a la comunidad musulmana de Ceuta
El grupo hab¨ªa planteado tambi¨¦n el ataque a un supermercado que vende alcohol y un morabito cristianizado
Uno de los arrestados est¨¢ acusado de "planeamiento de varias operaciones de sustracci¨®n de armamento y explosivos"
Las pesquisas sobre la Operaci¨®n Duna, que ha supuesto la detenci¨®n de 11 personas, ha permitido descubrir planes muy incipientes, pr¨¢cticamente embrionarios, para la comisi¨®n de acciones terroristas. "Hab¨ªan mostrado una voluntad de pasar de la fase inicial de discusi¨®n fan¨¢tica a una fase directamente de acci¨®n", asegur¨® ayer el director general de la Guardia Civil y la Polic¨ªa, Juan Mesquida, aunque a¨²n "no ten¨ªan objetivos claramente marcados".
Conversaciones intervenidas
Sin embargo, fuentes de la investigaci¨®n confirmaron que en las conversaciones intervenidas se menciona la posibilidad de cometer un atentado durante la feria de la ciudad y una acci¨®n contra un polvor¨ªn. Tambi¨¦n mencionaron otras posibilidades, aunque con menor intensidad e insistencia, como un supermercado que vend¨ªa alcohol donde trabajaban musulmanes o un morabito (peque?os templetes musulmanes) en los que han sido colocadas im¨¢genes cristianas.
Los detenidos supuestamente hab¨ªan trabado relaci¨®n con tres soldados musulmanes (en algunas unidades de Ceuta hay hasta un 30% de efectivos que profesan esa religi¨®n), supuestamente para sonsacarles informaci¨®n sobre el mayor polvor¨ªn de la ciudad: el de Valdeagua. Las fuentes consultadas aseguran que "no est¨¢ contrastado" lo que hablaron los detenidos con los soldados, ya que sus conversaciones no fueron interceptadas, pero s¨ª que entre los miembros del grupo hab¨ªan tratado sobre lo hablado con los soldados.
Las pesquisas, que han contado con la colaboraci¨®n de un testigo protegido, inicialmente iban tambi¨¦n dirigidas a identificar a soldados musulmanes espa?oles que pudieran estar en contacto con islamistas radicales. Fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que se ha observado c¨®mo algunos soldados reci¨¦n salidos de sus cuarteles han colgado el uniforme y se han dirigido a orar a mezquitas de pr¨¦dica radical, como la de Darkawia, sita en la calle San Daniel, en el Pr¨ªncipe Alfonso. Recientemente, un cabo primero y dos soldados que serv¨ªan en Ceuta y Melilla fueron "invitados" a salir del Ej¨¦rcito por sus "ideas radicales" y su actividad fundamentalista, seg¨²n fuentes de la lucha antiterrorista.
Los mandos militares de ambas ciudades tienen encomendado que controlen "el integrismo en los cuarteles", tal y como figura en varios informes reser vados de los servicios antiterroristas. ?stos se?alan que los casos de militares de religi¨®n musulmana radicalizados "son excepcionales". No obstante, durante la crisis del islote de Peregil, en 2002, se restringi¨® el acceso a los polvorines y a tareas de vigilancia de los mismos de soldados de religi¨®n musulmana.
Las investigaciones apuntan a que el supuesto l¨ªder del grupo era Mohamed Fuad Mohamed Abdesalam, de 35 a?os. Inicialmente se le acusa de integraci¨®n en organizaci¨®n terrorista. El grupo presuntamente ten¨ªa como jefe log¨ªstico a Karim Abdesalam Mohamed (vinculado con un detenido en la Operaci¨®n Tigris), a quien la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior (UCIE) de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n le imputa "el planeamiento de varias operaciones de sustracci¨®n de armamento y material explosivo". Estos ser¨ªan los planes para robar en los polvorines, aunque no se tratar¨ªa de un asalto audaz y violento, sino de robos por descuido o poco a poco.
Los investigadores a¨²n albergan dudas sobre si los detenidos ten¨ªan capacidad para llevar a cabo las acciones que ideaban. Y dudan de la efectividad de la operaci¨®n por el hecho de que hayan sido detenidos sin haber pasado a la acci¨®n, para lo que citan el aforismo jur¨ªdico cogitationis poenam nemo patitur (el pensamiento no delinque). Es decir, que el pensamiento criminal sin una acci¨®n que sea delito, no acarrea responsabilidad. "Las fuerzas de seguridad no corremos ning¨²n riesgo y pensamos que era el momento oportuno para las detenciones", dijo Mesquida.
Tanto el presidente de la ciudad, Juan Vivas (PP), como el delegado del Gobierno, Jenaro Garc¨ªa Arreciado, pidieron ayer que no se identifique a la comunidad musulmana de Ceuta con el fanatismo religioso. Las autoridades est¨¢n sumamente preocupadas con la repercusi¨®n que las detenciones de 11 islamistas pueda tener para la convivencia en una ciudad donde la comunidad isl¨¢mica supera los 35.000 de casi 80.000 habitantes censados. Vivas explic¨® que la ciudadan¨ªa se ha tomado con "calma y tranquilidad" las detenciones, y que ha hecho frente a la situaci¨®n como una sociedad "madura", que ha pasado por otros episodios de alta tensi¨®n, como la crisis de Perejil. "Seguimos trabajando y conviviendo, igual que hasta ayer", dijo.
Garc¨ªa Arreciado ha pedido "un esfuerzo" para "no satanizar" el nombre de la barriada del Pr¨ªncipe Alfonso, donde se practicaron las once detenciones de los presuntos miembros de la Salafia Jihadia. "Creo que hay que separar el nombre de esa barriada de las personas que podr¨ªan estar involucradas en actividades peligrosas para la seguridad del Estado", a?adi¨®.
El jefe del Gobierno aut¨®nomo quiso "separar" el fanatismo religioso de la marginalidad. Para Vivas, identificar ambos conceptos "es injusto" y reclam¨® que no se considere a los musulmanes como una "amenaza", ya que afirm¨® que c¨¦lulas terroristas las hay "en otras partes de Espa?a". En su opini¨®n, la ciudad quiere que no se confunda a la comunidad musulmana ni a la barriada del Pr¨ªncipe, donde habitan 12.000 musulmanes, con comportamientos "vinculados al fanatismo religioso".
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