Las cenizas del dictador est¨¢n en la capilla de su finca

Las cenizas del dictador Augusto Pinochet permanecen desde la madrugada de ayer en un ¨¢nfora en la capilla de su finca de Los Boldos, a 150 kil¨®metros al suroeste de Santiago, en las cercan¨ªas del oc¨¦ano Pac¨ªfico, su lugar favorito para descansar.

Sus restos fueron incinerados en la noche del martes en el cementerio Parque del Mar del balneario de Conc¨®n, 130 kil¨®metros al oeste de la capital, hasta donde el ata¨²d fue trasladado en un helic¨®ptero del Ej¨¦rcito, tras las exequias en la Escuela Militar. Dos hijos del dictador y un general presenciaron la incineraci¨®n y un notario la certific¨®. Una comitiva de ocho veh¨ªculos, encabezada por motoristas de la polic¨ªa, traslad¨® las cenizas desde Conc¨®n a Los Boldos.

Unas 50 personas, entre ellas familiares, amigos y colaboradores m¨¢s cercanos de Pinochet, as¨ª como el jefe del Ej¨¦rcito, general ?scar Izurieta, participaron en la ma?ana de ayer en una misa privada, a la que no asisti¨® la prensa. Temiendo manifestaciones que finalmente no ocurrieron, una fuerte custodia policial rode¨® ayer la finca, aunque Los Boldos cuenta con una guardia militar permanente en su per¨ªmetro.

Sus familiares y el propio dictador hab¨ªan tomado previamente la decisi¨®n de incinerar sus restos, y no sepultarlos en el mausoleo familiar que se hizo construir en vida en el principal cementerio de Santiago, o en los que tiene el Ej¨¦rcito, por el temor a una profanaci¨®n, atentados o manifestaciones donde estuviera su tumba. Al permanecer las cenizas en Los Boldos, el Ej¨¦rcito continuar¨¢ brindando protecci¨®n a la finca, aunque disminuir¨¢n los m¨¢s de 100 efectivos que se encargaban de su custodia.

Sus allegados han hecho trascender que las cenizas o parte de ellas pueden ser posteriormente depositadas en algunos de los lugares favoritos de Pinochet, como Iquique, una ciudad portuaria situada 1.850 kil¨®metros al norte de Santiago.