El Bar?a asombra en Jap¨®n

Jug¨® el Bar?a a pedir de boca y el domingo disputar¨¢ al Internacional de Porto Alegre el derecho a considerarse el mejor equipo del mundo. Al Am¨¦rica de M¨¦xico no le qued¨® m¨¢s remedio que aplaudir la exhibici¨®n de poder¨ªo azulgrana. Liderado por Deco, que particip¨® en los cuatro goles, el Barcelona no acus¨® el efecto del jet lag y vol¨® bajo la lluvia camino del ¨²nico t¨ªtulo que le falta en su historia. Del inter¨¦s por la empresa qued¨® constancia en la alineaci¨®n de la semifinal, puesto que Rijkaard apost¨® por el equipo que se considera titular, y m¨¢s cuando se supo que Edmilson era baja por una gastroenteritis y Motta qued¨® como ¨²nico medio centro.

Aunque no ha corregido del todo el desarreglo horario, el Barcelona se fue a por la victoria de buenas a primeras. Se trataba de acabar con el Am¨¦rica cuanto antes, antes por lo menos de que el sue?o acabara con las fuerzas propias. Si por norma el Bar?a busca el gol, ayer fue directo a la porter¨ªa como pocas veces, con la l¨ªnea defensiva m¨¢s adelantada que nunca y Deco mucho m¨¢s cerca del ¨¢rea rival que de costumbre, en funciones casi de trescuartista. As¨ª, Iniesta mezcl¨® muy bien con el portugu¨¦s y entre los dos volantes evitaron, adem¨¢s, que el contrario pudiera tirar alguna contra, el arma m¨¢s peligrosa de los mexicanos. Al Bar?a le llev¨® poco tiempo matar el partido.

No hubo color. Tampoco en la grada. Fr¨ªo y desapacible el ambiente, pues el partido se jug¨® bajo una persistente lluvia, el Am¨¦rica nunca fue enemigo para el Bar?a por mucho que la primera llegada al ¨¢rea la protagonizara el Piojo L¨®pez. Antiguo azote del Bar?a de Van Gaal, el argentino cay¨® ante Vald¨¦s despu¨¦s de un mal control y ni siquiera reclam¨® penalti. El Piojo s¨®lo cogi¨® una vez la espalda de los centrales. El Bar?a se cerr¨® bien y no dej¨® que el Am¨¦rica filtrara espacios para los desmarques de su delantero. ?nicamente lleg¨® a bal¨®n parado, y entonces Vald¨¦s estuvo otra vez muy firme.

Asegurada la defensa, Deco lider¨® el ataque en una actuaci¨®n estupenda. El volante particip¨® en los cuatro goles y de distinta manera: jug¨® de primera en el 0-1, un tanto sensacional iniciado con un saque de banda; lanz¨® el c¨®rner que M¨¢rquez cabece¨® para el 0-2; sirvi¨® el 3-0 a Ronaldinho y marc¨® el cuarto con un disparo impresionante desde fuera del ¨¢rea.

Tanto le convino al Barcelona cerrar el encuentro lo antes posible que, lejos de dejarse llevar por la tendencia de los ¨²ltimos partidos, prefiri¨® destrozar al rival antes que aburrirlo. Y lo consigui¨®. No hubo constancia del temido jet lag y el equipo jug¨® a una velocidad imposible para el Am¨¦rica. Un ritmo muy festejado por la hinchada japonesa, que no ech¨® en falta a Messi ni a Eto'o como tem¨ªa. Los azulgrana, que acabaron jugando en la divisoria con los tres peque?os -as¨ª se les llama a Deco, Iniesta y Xavi- remataron nueve veces entre los tres palos, y anotaron cuatro goles y un disparo al larguero, se?al de su voracidad y punter¨ªa.

A la constancia de Deco se sum¨® el intervencionismo de Ronaldinho, que se creci¨® a medida que transcurr¨ªa el encuentro y acab¨® por tener una actuaci¨®n estelar, tanto por el gol como por una ¨²ltima jugada que evoc¨® al mejor Maradona: elimin¨® a cuatro zagueros antes de que el travesa?o escupiera su vaselina. Ronaldinho convirti¨® la defensa del Am¨¦rica en un juguete para su entretenimiento despu¨¦s de que Deco abriera y cerrara el partido. Ya se sabe que cuando el gaucho se gusta es imparable. Jug¨® bien Ronaldinho, siempre a gusto en Jap¨®n, donde conquist¨® el Mundial con Brasil, y actu¨® a gran nivel todo el equipo: se juntaron los laterales con los centrales, trabajaron bien los medios y desequilibraron los delanteros. Presentadas las credenciales, al Bar?a le falta s¨®lo un partido para alcanzar una Copa para la que es claro favorito por su juego.