El sentido del humor de Francisco Ayala

?La iron¨ªa y el sentido del humor son m¨¢s finos y eficaces cuando se han cumplido los 100 a?os de edad? A tenor de las risas que coreaban las palabras de Francisco Ayala la respuesta es afirmativa. "Aunque no lo crean, soy una persona modesta, recatada y t¨ªmida. Resulta que cumples 100 a?os, y esa sa?a en la que incurren los cobardes ha producido una situaci¨®n de exaltaci¨®n general que yo no entiendo. ?De qui¨¦n hablan? ?Qui¨¦n es ¨¦se? A m¨ª no me gusta ¨¦se", coment¨® ayer en Sevilla el escritor granadino en referencia a los distintos actos de homenaje recibidos a lo largo de su centenario. El p¨²blico reunido en la Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara, donde Ayala clausur¨® un ciclo de conferencias dedicado a su obra, re¨ªa ante las ocurrencias del maestro, ducho en algo no demasiado practicado en Espa?a: ironizar sobre uno mismo. El autor de El jard¨ªn de las delicias es lo que los escritores del 98 llamaban un profesor de energ¨ªa, capaz de enfundarse el traje y corbata de rigor, levantarse de la cama cuando est¨¢n poniendo las aceras y soportar con elegancia las efusiones de los admiradores.Ayala se dirigi¨® a Manuel ?ngel V¨¢zquez Medel, especialista en su obra que estaba sentado a su lado, para garantizarle una faena digna de un profesional. "Quiero empezar por tranquilizar a mi querido y muy antiguo amigo, Manuel ?ngel V¨¢zquez Medel, y decirle que no me voy a cansar ni con las conferencias ni con nada, porque he vivido ya cansado", afirm¨® Ayala ante las carcajadas de los presentes. "Hay que imaginarse que soy un anciano normal, pero un anciano que normalmente se aprovecha de los privilegios de la ancianidad para llevar una vida c¨®moda. Me levanto tarde, a las 9.30 o a las 10.00; desayuno; repaso los peri¨®dicos. Hoy, en cambio, me he levantado a las siete de la ma?ana. He cogido un taxi y luego he montado en el tren. Y llevo sentado hasta ahora", dijo cuando el reloj marcaba las dos de la tarde. "Pueden imaginarse que tengo pleno derecho a decir los disparates que se me ocurran. Ojal¨¢ no diga muchos. Puedo ser una persona que diga cosas frescas, pero prometo moderarme", asever¨® Ayala.