Holocausto
El seminario sobre el Holocausto celebrado esta semana en Teher¨¢n demuestra que todav¨ªa hay gente que tiene dudas respecto a que el exterminio jud¨ªo fuera materialmente posible. Es denigrante que un congreso de tales caracter¨ªsticas se dedique a dar voz a los negacionistas y no a examinar las ruinas del pasado, a levantar el "viejo monstruo que yace entre los escombros" para recordar a las v¨ªctimas y condenar a sus verdugos.
?C¨®mo se atreve el presidente iran¨ª a hablar del Holocausto en t¨¦rminos de mito hist¨®rico? ?C¨®mo puede el franc¨¦s Robert Faurisson pedir que se le muestre alg¨²n documento que pruebe la Shoah cuando todav¨ªa hay capos de las SS que no han ajustado cuentas con la justicia, cuando, por cierto, tenemos por vecinos a muchos de sus antiguos ayudantes, que ahora, en calidad de pensionistas, disfrutan del clima mediterr¨¢neo en nuestras costas? Quienes duden de la veracidad del genocidio no tienen m¨¢s que recurrir a las im¨¢genes de archivo de la liberalizaci¨®n de los campos de concentraci¨®n. Nadie que haya visto Noche y niebla (de Alain Resnais, 1955) puede quedarse indiferente. Faurisson, en cambio, pide m¨¢s pruebas. No le basta el testimonio de supervivientes como Jan Cayrol.
En noviembre del a?o pasado, este diario informaba de que el peri¨®dico brasile?o Folha de S?o Paulo hall¨® un conjunto de 85 documentos in¨¦ditos y un texto manuscrito que demostraban que el conocido doctor Mengele nunca se arrepinti¨® de haber provocado la muerte de 400.000 jud¨ªos en sus investigaciones seudocient¨ªficas. Como ¨¦sta, particularmente sonada, cada a?o salen a la luz un sinf¨ªn de pruebas. En nombre de la verdad, la gente como Faurisson no deber¨ªa gozar de ninguna credibilidad.- Rebeca Romero Escriv¨¢. Valencia.
?Ojo con el acoso antisemita! Cuando el mundo todav¨ªa sigue viendo las terribles im¨¢genes de las masacres de Beit Hanun en Palestina, es reprochable que el peri¨®dico EL PA?S, en su editorial titulado Ir¨¢n y el Holocausto del pasado d¨ªa 13 de diciembre, lance una dura cr¨ªtica, con un claro discurso cultural y una iron¨ªa velada, a los llamados "supuestos investigadores reunidos (en Ir¨¢n) para expresarse libremente sobre un tema tab¨² en Occidente": el Holocausto entre el mito y la realidad.
Lejos del posicionamiento pol¨ªtico uno se pregunta: ?acaso el Holocausto es un axioma irrefutable o la historia s¨®lo es posible cuando la cuentan los que salieron victoriosos de la Segunda Guerra Mundial? Si es as¨ª, el hecho hist¨®rico perder¨ªa su objetividad. Sus manifestaciones al considerar el Congreso como "una nueva plataforma de odio" es un claro ejemplo del poder moral de Occidente (lo que "nosotros" hacemos y "ellos" no pueden hacer o comprender del mismo modo que "nosotros"). Estoy de acuerdo con lo que dijo hace tiempo Edward Said: "El orientalismo es una realidad cultural y pol¨ªtica y una especie de autoridad intelectual sobre Oriente dentro de la cultura occidental". ?Por qu¨¦ no puede existir otro discurso que no sea el orientalista? Si la libertad de expresi¨®n es un derecho, otras formas de pensamiento son posibles. Creo que sin nuevas investigaciones hist¨®ricas, incluso el campo de estudios de la tragedia en los campos de concentraci¨®n hace m¨¢s de cincuenta a?os, ser¨ªa un razonamiento en el vac¨ªo.
Es curioso que al tratar las tragedias jud¨ªas su peri¨®dico se involucre tanto -hasta incluso llorar por lo ocurrido hace medio siglo- mientras considera unos meros "excesos" lo que sigue viendo el mundo estos ¨²ltimos d¨ªas de manos de las supuestas v¨ªctimas de anta?o. ?Acaso las masacres de seres humanos est¨¢n tambi¨¦n sujetas a la dicotom¨ªa eje del mal-"dem¨®cratas".
Saddik Charchaoui. Vitoria-Gasteiz.
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