Casi todo es mentira
Vendedores ambulantes de taberna lo van a tener m¨¢s dif¨ªcil en Madrid a partir de ahora. Hosteler¨ªa y Ayuntamiento se han aliado contra la pirater¨ªa intelectual e industrial. Dentro de unos d¨ªas lucir¨¢ este cartel en 30.000 bares y restaurantes de la Comunidad: "No est¨¢ permitida la venta de productos ajenos a este establecimiento". Todo indica que el acuerdo ha sido propiciado intelectualmente por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), entidad muy perjudicada y perpleja por la agresividad de poderosas mafias reproductoras de m¨²sica y cine. Estas empresas ofrecen a precio de saldo en las tascas lo que las multinacionales venden a precio de oro en tiendas especializadas. Un dato: entre enero y octubre, la Polic¨ªa Municipal ha decomisado m¨¢s de un mill¨®n de discos compactos y DVD en Madrid.
Los carteles oficiales de los bares son siempre desde?osamente ignorados por taberneros y parroquianos, que permanecen esc¨¦pticos: se proh¨ªbe la venta de alcohol a menores; se proh¨ªbe la blasfemia; el tabaco puede matar; se proh¨ªbe el cante; se proh¨ªbe la droga; se proh¨ªbe molestar... Es decir, se seguir¨¢ negociando con todo a pie de barra a la hora del aperitivo, aunque al principio de forma m¨¢s sinuosa. Har¨ªan falta demasiados polic¨ªas para controlar el movid¨®n, porque los camareros no est¨¢n dispuestos a convertirse en agentes del orden, confidentes de la autoridad. En estas fechas de compra compulsiva de regalos navide?os, los vendedores asilvestrados se ponen las botas colocando versiones bastardas de Rolex, Chanel 5, Cartier, Cacharel, Dior y otras marcas del Olimpo de la elegancia. Eso por no hablar de mecheros luminosos, mu?ecos montaraces, matasuegras, calcetines, navajas, llaveros y loros est¨²pidos.
En Madrid siguen existiendo individuos fascinantes que parecen del siglo XIX. Hay uno que es elegante a su modo, con toques inform¨¢ticos globales y un no s¨¦ qu¨¦ de amable delincuencia. Me dijo ayer: "?stos del Ayuntamiento me quieren hundir. Ahora van a pensar mis conocidos y clientes que todo lo que llevo encima es falso, el reloj, la camisa, los anillos, las pulseras... Y no carecen de raz¨®n, la verdad. Me consuela pensar que toda la vida es sue?o. De lo cual se colige que casi todo es mentira".
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