El Bel¨¦n
Cuando un colegio decide prohibir el Bel¨¦n o analizar qu¨¦ villancicos son expl¨ªcitamente religiosos a fin de retirar aquellos que pudieran ofender a ni?os de otras religiones o cuando la Iglesia cat¨®lica protesta y se duele, una vez m¨¢s, como si estuviera ante el s¨ªntoma del derrumbre espiritual de Espa?a, siento una pereza enorme. Ni unos ni otros parecen enterarse de algo que es obvio para la mayor¨ªa de los ciudadanos, que la Navidad no pertenece s¨®lo a los creyentes; que no es condici¨®n obligada que los artesanos de belenes crean en Dios; que no todos los padres que visten a sus ni?os de pastorcillos son meapilas; que no todos los que celebran la Nochebuena asisten luego a la misa del gallo; que los adultos que llevan a las criaturas a la Cabalgata no parecen estar asistiendo a un acto religioso sino a la representaci¨®n teatral de una ilusi¨®n; que no todos los que les cantamos villancicos a los ni?os lo hacemos inspirados por Dios sino por la nostalgia; que montamos el Bel¨¦n para concederle al ni?o una felicidad antigua, el r¨ªo de papel de plata, la lucecilla en el castillo, la familia de cerditos; que un Bel¨¦n no es para un ni?o lo mismo que un crucifijo o un santo, un Bel¨¦n es un cuento al que uno puede darle el significado que desee porque pertenece a la cultura popular; que cuando el ni?o acerca la figura de los Reyes un pasito cada d¨ªa hacia el portal no lo hace pensando en el Ni?o Dios sino, l¨®gicamente, en s¨ª mismo, en su carta, en esa vehemente manifestaci¨®n de deseos; que ni tan siquiera el Corte Ingl¨¦s, con su tradicional iluminaci¨®n, est¨¢ pensando s¨®lo en los creyentes, porque econ¨®micamente no ser¨ªa rentable. Hasta el que abomina de las Navidades procura no quedarse solo en Nochebuena. Para los ni?os son las fiestas de la presencia familiar, de la bulla, para los adultos la Navidad es esa fecha que se va llenando de ausencias. Y a esto sum¨¦mosle las cenas excesivas, las tensiones familiares, los regalos obligatorios y la preocupaci¨®n por la vuelta a casa de los hijos el d¨ªa de Nochevieja. Si esto s¨®lo lo sufren los creyentes que venga Dios y lo vea.
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