Crep¨²sculo en la Albufera
Pinos perfumados y el espect¨¢culo del agua y el sol en la costa valenciana
La inmensa inmovilidad de la luz parece plasmar una imagen para fijarla en la eternidad y, sin embargo, antes incluso de lograr retener con ella una idea, alg¨²n concepto o figura, el sol ha desaparecido, el cielo oscurece con un ligero parpadeo y todos los visitantes del embarcadero, mudos ante el espect¨¢culo, rompen el silencio, hablan fuerte y se agitan, liberados al fin de su admiraci¨®n. Roto el hechizo, s¨²bitamente se ha hecho tarde, y todos, r¨¢pidamente, suben a sus coches. Vuelven a la ciudad. Es el punto final de una excursi¨®n a la laguna de la Albufera, en el parque natural situado a 11 kil¨®metros de Valencia.
Justo detr¨¢s del embarcadero y un exiguo aparcamiento (separados por la carretera que linda con el litoral mediterr¨¢neo), comienza el bosque de pinos. El recorrido hay que empezarlo por ah¨ª, y seguir, d¨®cilmente, un sendero hecho con travesa?os de madera -recuperados de antiguas v¨ªas de tren- hasta la playa. La arena mezclada a tierra y el ruido mon¨®tono pero alarmante de las chicharras dan al caminante la impresi¨®n de adentrarse por una vegetaci¨®n extra?a. El camino, balizado a veces y paralelo al bosque, se acerca al brazo de mar (contenido por una gran compuerta) donde hay alg¨²n pescador solitario lanzando su ca?a. M¨¢s lejos, en un recodo, una familia explica que pesca carpas. "Este rinc¨®n goza de una tranquilidad bendita", dice el padre. Un pasillo recorre un largo trazado sinuoso, abriendo claros o cerrando pasajes frondosos donde puedes merendar o tumbarte sobre una manta y leer. Casi llegando a la orilla surgen las dunas y senderos o planchadas levantadas sobre el suelo -en previsi¨®n de la marea alta- rodeados por los pinos perfumados de la Devesa. Al extremo, una desembocadura y su playa. El itinerario ofrece varias posibilidades. A ambos lados del sendero se mecen al viento juncos, sosa jabonera, l¨ªquenes. Y tambi¨¦n destaca la exuberancia del lirio mar¨ªtimo, el pino blanco, zarzaparrilla, corretxola marina.
El Palmar, pueblo emplazado en La Albufera entre huertos, ca?izares arropados de adelfas que reemplazan las vallas y palmeras inclinadas sobre barracas (casas artesanales), fortalece el mito de la aldea sempiterna y l¨ªrica. Adem¨¢s, tiene restaurantes excelentes. El arroz, ingrediente culinario esencial del Levante, se come en diversas cocciones y m¨²ltiples platos combinados, aunque, entre todos ellos, la paella y el all i pebre (ajo y pimienta) con anguila son las recetas regionales imprescindibles. Tambi¨¦n resulta interesante ver la t¨ªpica lonja de pescadores, con venta directa al p¨²blico desde el 1 de octubre al 31 de abril.
21.008 hect¨¢reas
Al final de la ¨¦poca musulmana se comenz¨® el trabajo de desecaci¨®n y aterramiento progresivo para hacer cultivables los arrozales. En 1986 se impuso al paraje -seis kil¨®metros de di¨¢metro y con una extensi¨®n de 21.008 hect¨¢reas- medidas a fin de preservar el medio ambiente, proteger aves viajeras y migratorias entre el norte de Europa y el continente africano y conservar las riquezas naturales de su fauna y flora. Dentro del per¨ªmetro, sorprende toparse con edificios grotescos y alg¨²n grupo de chal¨¦s privados lujosos. Trat¨¢ndose de un parque natural, las construcciones desentonan.
La visita al marjal circundante a la costa es imperativo al visitar este lugar ¨²nico en la costa mediterr¨¢nea espa?ola, y, para culminar con ¨¦xito nuestro viaje, asistir a la puesta de sol. Un pu?ado de minutos en los que vemos f¨ªsicamente el agujero negro dejado por el desvanecimiento del astro tras la lejana sierra, al fondo, difuminada entre monta?as. ?Qu¨¦ m¨²sica acompa?a ese horizonte? ?Mahler, Bach, Mozart? La visi¨®n se abre a una extraordinaria gama de colores -amarillos, verdes, rosas y violetas-, cuya intensidad desorbita toda pigmentaci¨®n que el ojo pueda retener.
El mirador emplaza al espectador en un ejercicio banal de mir¨®n, pero simult¨¢neamente lo empuja hacia el umbral de un conocimiento m¨ªstico. "Un portal se abre al comienzo de un largo camino...", dice Walter Benjamin en un fragmento titulado Porcelana china. En realidad, desde el embarcadero, vemos en el crep¨²sculo m¨¢s de lo que hay frente a nuestra mirada, desarmados por una impresi¨®n intemporal; sin embargo, su belleza nos parece tan prodigiosa que ignoramos si se trata del comienzo del universo o del fin del mundo. En ese instante, toda tentativa de captar, apropiarse del Genius orquestado por la Naturaleza, est¨¢ abocada al fracaso.
"Es la hora de romper el pincel y contemplar", dice Antonio, un pintor local mientras pliega el caballete y guarda sus utensilios. ?Contemplar qu¨¦? ?Un paisaje, el cielo, un signo sagrado? No. "Una melod¨ªa que se deshace y se aleja", sugiere Giorgio Agamben en Profanaciones, "s¨®lo entonces, cuando notamos la ausencia, comienza el largo aprendizaje de uno mismo". En efecto, la belleza del lugar se deja penetrar con la mirada ciega del pensamiento, la felicidad, all¨ª donde las zanjas m¨¢s profundas del esp¨ªritu se hallan reservadas a lo m¨¢s cotidiano y trivial.
Adviene entonces el momento de inclinar la cabeza, y retirarse en silencio hacia la realidad, pues, como explica con ¨¢nimo exaltado pero satisfecho el artista dominical del paradero, "cada vez es diferente, todo sucede muy deprisa y no hay manera de enmarcar nada". ?C¨®mo? "?nicamente cabe vivirlo", sonr¨ªe.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo llegar
- Los l¨ªmites del parque natural de la Albufera empiezan a unos cinco kil¨®metros al sur del n¨²cleo urbano de Valencia. Se puede acceder a la zona norte del marjal desde los pueblos de Pinedo, Castellar, El Oliveral y Horno de Alcedo. A la zona sur se llega desde los municipios de Sueca, Cullera, Albalat de la Ribera y Algemes¨ª, y las poblaciones de los Marenys.
Comer
Muchos de los antiguos merenderos de la zona se han convertido en restaurantes especializados en arroces, pescados y mariscos.- La Genuina (963 24 86 63). Carrera del Rio, 283, Pinedo. Unos 25 eurospor persona.- Casa Carmina (961 83 00 49). Calle del Embarcadero, 4. El Saler. Especialidad en arroz con jud¨ªas y nabos. Unos 30 euros.- Casa Salvador (961 72 01 36). L'Estany de Cullera, s/n. Cullera.Entre 20 y 30 euros.- Casa Chiva (961 77 00 18). Calle Mallorca, 29. El Perell¨®. La especialidad es el rodaballo con angulas. A partir de 30 euros.- Marrasquino Mar (963 24 83 45). Camino Monta?ares, 161. Carretera de Pinedo-Saler. Especialidad en arroces y fideu¨¢s. Entre 40 y 50 euros.- La Vi?a (961 83 03 19). Avenida del Pintor Lozano. Playa del Saler. Entre 20 y 30 euros.- Casa Blayet (961 77 71 84). Avenida de las Gaviotas, 17. El Perellonet. Opciones de men¨² por unos 20 euros.
Informaci¨®n
- Turismo de la Comunidad Valenciana (902 12 32 12; www.comunitatvalenciana.com).- Oficina de gesti¨®n de la Albufera (961 62 01 01). Calle del Pintor Mart¨ª Girb¨¦s, 23. El Palmar.- www.albufera.com.
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