Nuevas claves para leer a Marx
Trabajo en el capitalismo y no trabajo versus capital. O un an¨¢lisis que pretende descubrir lo hist¨®rico del elemento fundamental (el trabajo asalariado, valga la reiteraci¨®n) que configura eso que desde hace un siglo y medio se ha convenido en llamar capitalismo. ?ste es, nada m¨¢s y nada menos, el objetivo que se propone Moishe Postone en Trabajo, tiempo y dominaci¨®n social, subtitulado Una reinterpretaci¨®n de la teor¨ªa cr¨ªtica de Marx y publicado por la editorial Marcial Pons en la colecci¨®n Politop¨ªas. Editado por primera vez en Cambridge University Press en 1993, han tenido que pasar 13 a?os para que el pensamiento de Postone sea traducido al castellano.
El capitalismo, en el an¨¢lisis del profesor del Departamento de Historia y Estudios Jud¨ªos de la Universidad de Chicago, aparece como un modo de producci¨®n montado a partir de un tipo de mediaci¨®n social en torno al trabajo. Una categor¨ªa, la de trabajo, que no es vista s¨®lo desde una posici¨®n dial¨¦ctica en torno a la propiedad de los medios de producci¨®n y a las relaciones de distribuci¨®n en las sociedades burguesas, hoy en d¨ªa llamadas "libres". M¨¢s bien es considerada a trav¨¦s del car¨¢cter dual que adopta en el capitalismo; como trabajo concreto (cuando el empleo se manifiesta en una especialidad, work, en ingl¨¦s) y trabajo abstracto (cuando se trata de actividad indeterminada que produce valor pero sin contener rasgos singulares, labour, en la lengua de Shakespeare).
Tiempo, trabajo y dominaci¨®n social
Moishe Postone
Ediciones Marcial Pons
ISBN 84-9768-339-0
Para entender a Postone, hay que volver a la matriz de Marx. Al cap¨ªtulo primero del libro primero de El capital y a los Grundrisse, una serie de borradores, escritos en 1858, en donde se esboza la obra m¨¢s importante (y menos le¨ªda) de la historia del movimiento obrero. Como se desprender¨¢ del comentario, se trata de un texto evidentemente acad¨¦mico, hecho por y destinado a profesionales universitarios.
El autor de Est-il Marx devenu muet? (traducible como ?ha enmudecido Marx?, editado en Francia por Seuil hace tres a?os) tambi¨¦n dedica gran parte de la obra a enfrentar sus posiciones con las del marxismo tradicional. Tanto el gen¨¦rico sovi¨¦tico como las interpretaciones desde la ruptura con el estalinismo que surgieran en el seno de la Escuela de Francfort all¨¢ por los a?os treinta (en autores conocidos como Horkheimer y Adorno, en otros menos populares, aunque no menos interesantes para Postone, como Pollock) no entendieron la matriz del Marx maduro tal y como Postone la lee. Tampoco Habermas, fruto de la llamada segunda generaci¨®n de frankfurtianos. Seg¨²n el profesor de la Universidad de Chicago, todos se equivocan en un punto clave: en Marx no hay ontolog¨ªa del trabajo, ni una teor¨ªa para la revoluci¨®n, ni de justificaci¨®n de la lucha de clases.
En Marx hay una posibilidad de romper con el capitalismo, pero con Marx tambi¨¦n comprendemos que esa transformaci¨®n no es tan simple. No se trata de un mero canje de poder entre empresarios y trabajadores. Ni de un cambio en las relaciones de distribuci¨®n de los recursos. El problema est¨¢ en el propio trabajo, en la forma en que aparece el trabajo en el capitalismo moderno y, a¨²n m¨¢s, en la fase actual de capitalismo tard¨ªo. Para Postone la clave est¨¢ en el trabajo asalariado y no tanto en la propiedad de los medios de producci¨®n.
Cabe, por ¨²ltimo, destacar el atractivo enfoque hist¨®rico que enarbola Postone acerca del fordismo r¨¢pidamente surgido de los escombros de la Segunda Guerra Mundial. Su crisis, avezada a principios de los setenta, tendr¨ªa su punto final con la ca¨ªda de los reg¨ªmenes comunistas en 1989. En este sentido, la URSS no constituy¨® nunca una amenaza real al capitalismo explicado por el Marx m¨¢s maduro. Pero esto no es nuevo, ya nos advert¨ªa Wallerstein en El moderno sistema mundial que los sovi¨¦ticos eran una pieza m¨¢s en la mec¨¢nica de la "econom¨ªa-mundo"...
El texto resultar¨¢ de mucho inter¨¦s para los entendidos en marxismo. Tambi¨¦n para las mentes inquietas. Abst¨¦nganse todos aquellos sin tiempo ni ¨¢nimos para abordar la lectura de este denso y complejo libro de m¨¢s de 500 p¨¢ginas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.