Emancipaci¨®n de las mujeres
El movimiento de emancipaci¨®n de la mujer es imparable. Los estudios lo evidencian, los hechos lo confirman.
El a?o pasado, poco antes de las fiestas navide?as, algunas j¨®venes deambulaban por las zonas peatonales ajetreadas de una ciudad castellano-leonesa ofreciendo peque?os regalos a los ni?os. Se trataba de juguetes unisexo, aptos para ambos sexos, ni?os y ni?as, comentaban amablemente las adolescentes. Durante una breve conversaci¨®n que mantuve con dos de ellas, me explicaron que estaban llevando a cabo una campa?a organizada por el Ayuntamiento de la ciudad para poner fin a la distinci¨®n de juguetes para ni?os y juguetes para ni?as, ya que, seg¨²n su opini¨®n y a juicio de los organizadores, las diferencias de juguetes para ni?os y juguetes para ni?as era un resultado de la educaci¨®n recibida y de las influencias del entorno, las cuales hab¨ªan tenido y segu¨ªan teniendo consecuencias negativas sociolaborales para las mujeres.
Que existen diferencias de comportamiento entre los sexos, entre ni?os y ni?as, entre hombres y mujeres, no lo pone nadie en duda. Pero cu¨¢les de las diferencias existentes entre los sexos son de car¨¢cter biol¨®gico en el sentido de que han sido "afiladas" por la naturaleza (muchos prefieren usar el t¨¦rmino evoluci¨®n) y cu¨¢les son de car¨¢cter cultural o del entorno y que podr¨ªan ser modificadas por cambios circunstanciales, est¨¢ muy debatido hoy en d¨ªa.
Expertos han constatado a trav¨¦s de numerosos experimentos que si se le presentan a un ni?o o a una ni?a de la edad de un d¨ªa un objeto mec¨¢nico y un rostro el comportamiento es diverso. El ni?o mira durante m¨¢s tiempo el objeto mec¨¢nico, mientras la ni?a dedica m¨¢s tiempo a mirar el rostro.
Numerosos investigadores y no investigadores, hombres y mujeres, de todo el mundo han descrito con precisi¨®n los estereotipos y barreras que han impedido y siguen impidiendo el ¨¦xito de muchas mujeres, y con ello la calidad de vida de muchas familias y el desarrollo socioecon¨®mico en general. Pero, no obstante, el movimiento de emancipaci¨®n de la mujer va adelante, habiendo conquistado posiciones que hace unos decenios eran impensables.
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