El PP celebra que la Xunta apoye por fin lo que hasta ahora criticaba

El Partido Popular celebr¨® ayer que la Xunta haya decidido cambiar de opini¨®n sobre la Cidade da Cultura y apoye ahora lo que hasta hasta hace 15 d¨ªas criticaba. El PP no cree que el proyecto que la conselleira de Cultura present¨® ayer al Parlamento haya sufrido grandes cambios en relaci¨®n con el originalmente concebido por Manuel Fraga y ofreci¨® su apoyo y colaboraci¨®n para "perfeccionar lo que sea perfeccionable".

La conselleira de Cultura, ?nxela Bugallo, explic¨® al pleno del Parlamento la decisi¨®n, anticipada el martes por el presidente de la Xunta, de completar la construcci¨®n de la totalidad del complejo cultural concebido por el Gobierno de Manuel Fraga. Bugallo dio cuenta de la decisi¨®n del Ejecutivo de cambiar el destino de los dos edificios todav¨ªa no iniciados, as¨ª como del compromiso de que la Cidade da Cultura abra parcialmente sus puertas en 2009 (habr¨¢ que esperar a 2012 para que la totalidad del complejo entren en funcionamiento).

Lo que la conselleira no explic¨®, a pesar de las demandas del portavoz del PP, es qu¨¦ va a hacer la Xunta con el Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC) una vez que inaugure el nuevo Centro de Arte Internacional incorporado al complejo del Monte Gai¨¢s. Como tampoco aclar¨® cu¨¢nto costar¨¢ cada a?o el mantenimiento de todas las instalaciones.

?nxela Bugallo explic¨® que la gesti¨®n del complejo se llevar¨¢ a cabo a trav¨¦s de una "red de fundaciones" articuladas en torno a la Fundaci¨®n Cidade da Cultura, encargada a su vez de coordinar la programaci¨®n. Cada una de estas entidades, adelant¨®, tendr¨¢ participaci¨®n p¨²blica y privada, de manera que habr¨¢ unidades de gesti¨®n y gasto diferenciadas.

En su exposici¨®n, la conselleira situ¨® como objetivos de la Cidade da Cultura dar visibilidad a la cultura gallega en el exterior, promover la creaci¨®n, vertebrar el sistema cultural y convertirse en un activo del desarrollo socioecon¨®mico. El complejo dedicar¨¢ dos edificios al ¨¢rea de documentaci¨®n (una biblioteca y un archivo), otros dos a la de patrimonio (un centro de investigaci¨®n y el Museo de Galicia) y los dos ¨²ltimos a la creaci¨®n y exhibici¨®n (un Centro de Arte Internacional y un Obradoiro).

El portavoz del PP, Ignacio L¨®pez-Chaves, aprovech¨® la sesi¨®n para desquitarse de las cr¨ªticas que en lo que va de legislatura ha recibido el proyecto de la Cidade da Cultura, originalmente concebido por el Gobierno de Manuel Fraga. "No s¨¦ qu¨¦ ha pasado para que lo que antes era un desprop¨®sito", ironiz¨®, "haya entrado ahora en el top ten de las instalaciones culturales del mundo", en referencia a las palabras pronunciadas el martes por el presidente de la Xunta.

Si hace apenas 15 d¨ªas el PP era criticado por hablar del proyecto cultural m¨¢s importante del siglo XXI, ahora es Emilio P¨¦rez Touri?o el que utiliza la misma expresi¨®n, a?adi¨®.

Y para que ese cambio haya tenido lugar, explic¨® L¨®pez-Chaves, lo ¨²nico que ha cambiado es el destino de dos edificios. Por esa raz¨®n calific¨® de "decepcionante" la espera de 17 meses que ha supuesto la redefinici¨®n del proyecto por parte del actual Gobierno. Y ofreci¨® su apoyo y colaboraci¨®n para "perfeccionar lo que sea perfeccionable".

La conselleira de Cultura, en su turno de r¨¦plica, neg¨® que los cambios hayan sido tan limitados como asegur¨® el portavoz del PP y denunci¨® que la anterior Xunta leg¨® ¨²nicamente un proyecto arquitect¨®nico vac¨ªo de contenido. Bugallo record¨® el retraso acumulado por las obras durante el mandato del PP para minimizar la importancia de la demora provocada por la redefinici¨®n de la Cidade. Para hacer "un proyecto de pa¨ªs", justific¨®, era preciso someterlo a consulta por parte de los sectores culturales, a espaldas de los cuales hab¨ªa sido dise?ado por el PP.

Los portavoces del PSdeG-PSOE y del BNG, Francisco Cervi?o y Xos¨¦ Ram¨®n Paz Ant¨®n, dieron por buenas las explicaciones de Bugallo y pasaron de mostrarse cr¨ªticos con la iniciativa del Montre Gai¨¢s a ofrecer a la conselleira de Cultura el respaldo sin reservas de sus respectivos grupos parlamentarios.