La doble mirada

Hay gente que piensa que la parte m¨¢s estable, m¨¢s bonita y menos peligrosa del amor es la del enamoramiento. Cuando el receptor a¨²n no conoce los sentimientos del emisor y, por tanto, a¨²n no hay posibilidad de rechazo.

Asunto bien distinto es el de la parada en seco del proceso ante el miedo al fracaso, y que el amor se transforme en un mero seguimiento, casi demente, donde el sentimiento pase a ser pura y llama obsesi¨®n.

Con esta base, el debutante espa?ol Javier Rebollo confeccion¨® recientemente la excelente Lo que s¨¦ de Lola y, con semejantes apoyos narrativos, el tambi¨¦n novel Paolo Franchi ha creado La spettatrice, singular paseo por la degradaci¨®n rom¨¢ntica donde destaca el bell¨ªsimo rostro de la actriz Barbora Bobulova, omnipresente todo el metraje, a la que sorprendentemente el director convierte no en perseguida sino en perseguidora.

Franchi, como tambi¨¦n Rebollo, acude a un voyeurismo de lo m¨¢s cotidiano para narrar el seguimiento de la chica a un vecino al que ni siquiera conoce personalmente.

En la ¨®rbita del cine de Michelangelo Antonioni (Blow up siempre anda al acecho) lo hace de forma pausada, marcando cada tiempo a fuego lento para que el espectador real (que somos nosotros) se convierta en la espectadora ficticia y experimente con ella su bajada a los infiernos de la libertad.

De este modo, la pel¨ªcula lleva a su audiencia a un extra?o estado observatorio que se efect¨²a por partida doble. Una situaci¨®n en la que el mir¨®n se siente ofuscado por la irracionalidad de la mujer, pero en la que tambi¨¦n se muestra fascinado por su irresistible belleza.

Trailer "La spettatrice"