A la caza del dinosaurio gigante
As¨ª hallaron los cient¨ªficos el enorme saur¨®podo de Teruel, un f¨®sil que redibuja la genealog¨ªa de los grandes reptiles
Unas lomas ¨¢ridas de tierra rojiza, cubiertas de matorral, encinas y almendros, rodean en Riodeva (Teruel) la excavaci¨®n RD10: el yacimiento del que se han sacado los huesos fosilizados del dinosaurio gigante m¨¢s grande de Europa, bautizado como Turiasaurus riodevensis. Este incre¨ªble hallazgo que, como publicaba la semana pasada la revista Science, no s¨®lo constituye una especie hasta ahora desconocida de saur¨®podo (de cuello y cola largos), sino adem¨¢s un grupo nuevo que ha obligado a recomponer la filogenia de los mayores dinosaurios que poblaron el planeta, ha salido de un suelo de arenas y areniscas que se desmenuza en la mano, en un antiguo campo de labranza perdido en unas sierras ya agujereadas por la miner¨ªa. Sin embargo, no se ha tratado de un descubrimiento casual. Como cuenta el paleont¨®logo Luis Alcal¨¢, director de la Fundaci¨®n Conjunto Paleontol¨®gico de Teruel-Din¨®polis, si bien han tenido mucha suerte, ¨¦ste ha sido el resultado de una minuciosa planificaci¨®n para la caza de un dinosaurio. Con la apertura en Teruel del parque Din¨®polis, el Gobierno de Arag¨®n fich¨® a todo un equipo de paleont¨®logos para que refrendaran la gran riqueza de esta provincia en restos de dinosaurios y hace cuatro a?os emprendieron la b¨²squeda de un esqueleto especial.
El ejemplar, que pesaba lo que seis elefantes, est¨¢ cerca del l¨ªmite biol¨®gico de tama?o
El primer hueso en aparecer fue la u?a del dedo gordo trasero; med¨ªa 30 cent¨ªmetros
"?Que c¨®mo se busca un dinosaurio? Pues lo primero es identificar en la provincia terrenos geol¨®gicos entre el Tri¨¢sico y el Cret¨¢cico, entre 250 y 65 millones de a?os, en sedimentos que hayan sido continentales, no marinos, y lo segundo ir all¨ª a prospectar", detalla Alcal¨¢. Por lo general, cuando se llega a una zona interesante se suelen encontrar a simple vista algunos peque?os fragmentos de huesos erosionados de dinosaurio con apariencia de simples piedras, pero al pisar por primera vez en mayo de 2003 el campo de cultivo de Riodeva los paleont¨®logos se toparon con miles de ellos. "Lo llamamos RD10 porque era el d¨¦cimo yacimiento que localiz¨¢bamos en esta zona y desde el primer d¨ªa supimos que era diferente", comenta el director de la Fundaci¨®n.
Poco despu¨¦s, empezaban a aflorar partes de huesos enormes de unos 145 millones de antig¨¹edad. Se hab¨ªan cobrado una buena pieza: nada menos que un dinosaurio gigante. Pero quedaba por comprobar si estaban ante los primeros fragmentos de un gran esqueleto o s¨®lo ante los ¨²ltimos vestigios de algo ya desaparecido. "El comienzo o el final de una buena historia", destaca Alcal¨¢. Por si acaso, se pusieron a excavar de forma exhaustiva y a extraer todo con sumo cuidado para analizarlo en el laboratorio, para lo que requirieron a veces camiones gr¨²a para retirar algunos de los huesos compactados en bloques de escayola.
El primer hueso en salir entero fue el de la u?a del dedo 1 (dedo gordo) de la pata trasera derecha. ?Su tama?o?: 30 cent¨ªmetros. Era la confirmaci¨®n de que se trataba de un ejemplar fuera de lo com¨²n. Sin embargo, la mayor sorpresa lleg¨® al desenterrar un h¨²mero de la pata delantera izquierda de 1,79 metros de largo, s¨®lo dos cent¨ªmetros menos que el que se considera el mayor animal terrestre inequ¨ªvocamente identificado que haya poblado el planeta, el Argentinosaurus, un saur¨®podo gigante de Argentina. Hab¨ªan pasado cerca de dos a?os, pero ya ten¨ªan su dinosaurio.
Cuando sali¨® el h¨²mero, la presi¨®n sobre los paleont¨®logos era ya muy fuerte y en febrero de 2004 anunciaron el hallazgo. Estimaban que el animal deb¨ªa de pesar unas 40 toneladas y medir unos 30 metros de largo, lo que le convert¨ªa en el dinosaurio m¨¢s grande encontrado en Europa. Sin embargo, todav¨ªa no sab¨ªan si ten¨ªan una nueva especie o un ejemplar excepcionalmente grande de alguna conocida, como las de Galve (Teruel), donde en 1987 se encontr¨® el primer dinosaurio gigante en Espa?a, el Aragosaurus, de 18 metros.
Tras hacerse p¨²blico, los paleont¨®logos empezaron a recibir llamadas de vecinos de Riodeva que ten¨ªan en sus casas f¨®siles como los que hab¨ªan ense?ado en televisi¨®n y algunos incluso sab¨ªan d¨®nde hallar otros huesos enterrados. De hecho, si la clasificaci¨®n de los yacimientos de este t¨¦rmino municipal va hoy por RD38 es en gran medida por un pastor de la zona, Miguel, que ha localizado muchos de ellos mientras anda con sus ovejas. "Habiendo tantos restos en un ¨¢rea tan peque?a, lo que parece inaudito es que nadie encontrara antes al dinosaurio", comenta Alcal¨¢.
Los paleont¨®logos recogieron 70 huesos que, a pesar de constituir s¨®lo una cuarta parte del animal, compon¨ªan el esqueleto m¨¢s completo que se haya tenido de un dinosaurio gigante. Ahora deb¨ªan compararlo con otros. Viajaron a otras partes del pa¨ªs, Reino Unido y Portugal y cotejaron sus f¨®siles con los de otras especies por medio de complicados an¨¢lisis cient¨ªficos. Hasta que en 2006 enviaron finalmente una propuesta de art¨ªculo a la revista Science defendiendo que el gigante de Riodeva era una nueva especie, g¨¦nero y grupo de rasgos m¨¢s primitivos, que redibujaba el ¨¢rbol geneal¨®gico de estos enormes saur¨®podos.
La revista cient¨ªfica exigi¨® numerosas verificaciones que supusieron diez meses m¨¢s de comprobaciones, pero al final la investigaci¨®n era validada. "A los pocos minutos de levantarse el embargo del art¨ªculo recibimos el primer correo de un investigador de otro pa¨ªs al que acab¨¢bamos de cambiar parte de su trabajo", comenta el antrop¨®logo. "Est¨¢ mal que lo diga yo, pero es espectacular lo que hemos conseguido en unos pocos a?os, es como un sue?o".
Cu¨¢l es el l¨ªmite para crecer
En el yacimiento RD10 de Riodeva las excavaciones contin¨²an, pues el dinosaurio gigante no estaba s¨®lo. Tambi¨¦n se han encontrado restos de Stegosaurus (animales acorazados), ornit¨®podos y ter¨®podos (carn¨ªvoros). Y, en el caso del Stegosaurus, al parecer tambi¨¦n de un gran tama?o. Como subraya el antrop¨®logo Luis Alcal¨¢, aunque los dinosaurios se suelen asociar con animales muy grandes, tambi¨¦n existieron muchos otros peque?os.
"Adem¨¢s, si se mira el conjunto de la vida del planeta, la mayor¨ªa compuesta por seres microsc¨®picos e insectos, el propio g¨¦nero humano est¨¢ formado por gigantes", destaca.
Una de las cuestiones debatidas por los cient¨ªficos es hasta qu¨¦ punto puede crecer un vertebrado terrestre. "Son s¨®lo especulaciones, pero se piensa que el l¨ªmite debe de estar cerca de las 40 toneladas del dinosaurio de Riodeva, que son como seis elefantes machos africanos, pues a partir de ah¨ª se necesitan unas patas tan grandes para soportar el cuerpo que no permiten el movimiento. Otros creen que se puede llegar a las cien toneladas, como la ballena azul, pero eso me parece demasiado", subraya.
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