Al Rey, ni caso
PIDI? EL REY EN SU DISCURSO navide?o que los dos grandes partidos, PSOE y PP, se pongan de acuerdo en asuntos fundamentales, y deber¨ªan hacerle caso, porque para una vez al a?o que habla, si encima no le hacen caso, la gente se va a mosquear. ?l mismo acabar¨¢ mosqueado. "Hazte rey, te dicen, hazte rey, que mandar¨¢s mucho. Y luego, ?qu¨¦? A saludar en las entra?ables fiestas y encima, ni caso". La l¨®gica real es aplastante: grandes asuntos, grandes partidos, gran acuerdo. Todo encaja. Pero no hay manera. "No lo entiendo. Gran asunto, grandes partidos, gran acuerdo, ?por qu¨¦ s¨®lo lo veo yo? Qu¨¦ duro ser rey". No ser¨ªa deseable ver a un rey en el psicoanalista: "Dicen que es porque reino pero no gobierno, pero creo que soy yo, doctor".
Atentos a 2007, que Zapatero ha pedido a sus ministros que se pongan a trabajar. No ha pedido. Ha exigido
Los defensores de la monarqu¨ªa, entre quienes me cuento, porque siempre es bueno que haya alg¨²n tab¨² que romper, acuden al chiste del mec¨¢nico para explicar el papel de los reyes: un conductor acude al mec¨¢nico porque el coche no funciona. El mec¨¢nico abre el cap¨®, aprieta un tornillo y dice: "Son 100 euros". "?Cien euros por apretar un tornillo?" "No. Cien euros por saber el tornillo que hay que apretar". Eso sucede con el Rey. ?Toda una instituci¨®n por el discurso de Navidad? No. Por saber el discurso que hay que hacer.
Ah¨ª se distingue un rey de un ministro. Un ministro te aprieta tornillos a lo loco, por si acaso alguno es el correcto. Un rey va a lo seguro. A Cristina Narbona le dan un destornillador y te deja el coche con el carburador en la junta de la tr¨®cola. "A t¨ªtulo personal", te dice. Ya, ya. A t¨ªtulo personal coment¨® Narbona que al toro no se le deber¨ªa matar en la plaza. O que, por lo menos, le lean sus derechos antes de darle matarile. Ay, ministra: Bastante trabajo tendr¨¢ el toro con sobrevivir al cambio clim¨¢tico. "Toro muere de asfixia. El torero hab¨ªa dejado el traje de luces por un ba?ador". Sigue habiendo gente que niega la cat¨¢strofe clim¨¢tica. Cosas de radicales, dicen. Andaremos chapoteando en los paseos mar¨ªtimos, nos saldr¨¢n aletas, los Reyes Magos nos pillar¨¢n en bermudas, y seguir¨¢ habiendo quien diga: ?seguro que eso es serio? Hasta que lo diga Pedro Solbes. El d¨ªa que Solbes convoque una conferencia de prensa para confirmar que el cambio clim¨¢tico es cosa seria se acabar¨¢n los titubeos.
Atentos al 2007, que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha pedido a sus ministros que se pongan a trabajar. No ha pedido. Ha exigido. Zapatero exige a sus ministros proyectos de impacto. "Que al toro le maten a pedradas". "Que el AVE vuele". "Que Lepe gane la Champions". No, hombre, de impacto y coherentes. Seguramente lo explicaba tambi¨¦n la noticia. No es cosa de andar apretando tornillos a lo loco. T¨®mese ejemplo del rey del tornillo: un discurso, pero lo clava. Gran asunto, grandes partidos, gran acuerdo. Un rey es como un mec¨¢nico de la democracia. Y encima no te cobra IVA. "S¨®lo faltaba", dir¨¢n los m¨¢s recalcitrantes. Bueno, s¨®lo faltaba, pero no lo cobra. Adem¨¢s, no es s¨®lo un discurso. Eso queda para la broma. En realidad, ahora en seguida hace otro, el de la Pascua Militar. Un no parar. As¨ª no hay quien viva.
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