La respuesta al ataque de ETA abre una primera fisura entre el Gobierno e Ibarretxe

La ruptura de la tregua por parte de ETA, que ha provocado la suspensi¨®n por el Gobierno del proceso de paz, ha tra¨ªdo consigo adem¨¢s una primera fisura con el PNV y con el Gobierno vasco, toda vez que estos ¨²ltimos entienden que el di¨¢logo, tanto con la organizaci¨®n terrorista como con Batasuna, debe continuar. As¨ª lo manifest¨® expresamente en su mensaje de fin de a?o el lehendakari Ibarretxe, seguido ayer por portavoces de su partido, mientras el PSE se pronunciaba en sentido contrario y fuentes autorizadas de su ejecutiva aseguraron a este peri¨®dico: "Todo est¨¢ t¨¦cnicamente muerto".

Para el PSE, "todo est¨¢ t¨¦cnicamente muerto", seg¨²n fuentes de la ejecutiva

Si las posiciones expresadas en estas dos primeras jornadas tras el atentado de Barajas se confirman en los intercambios m¨¢s serenos que mantengan a partir de hoy los partidos vascos, una primera fisura se habr¨¢ abierto entre el Gobierno central y el Partido Socialista, por un lado, y el PNV, por otro, cuando hasta ahora el discurso de Josu Jon Imaz estaba perfectamente acoplado al de Rodr¨ªguez Zapatero.

Tras el anuncio por parte del presidente del Gobierno de la suspensi¨®n de todas las iniciativas, lo que incluye los contactos con la banda terrorista y tambi¨¦n con Batasuna, el portavoz de la ejecutiva del PNV, I?igo Urkullu, en coincidencia con lo expresado por el lehendakari en su mensaje de fin de a?o, anunci¨® que su partido va a seguir con el proceso de di¨¢logo. El PNV cree, dijo, que pese al atentado, "hay herramientas" para avanzar en los contactos a dos y tres bandas que han mantenido con los socialistas y Batasuna para intentar alcanzar un preacuerdo sobre la futura mesa de partidos. Sin embargo, para el PSE, seg¨²n dijeron a este peri¨®dico fuentes autorizadas de su ejecutiva, "todo est¨¢ t¨¦cnicamente muerto".

Parece, adem¨¢s, que los dos sectores del PNV han vuelto a encontrar en una iniciativa de Ibarretxe, los foros municipales para la paz, que lanzar¨¢ ese mes, la v¨ªa de salida a la nueva situaci¨®n creada por la ruptura del alto el fuego. Urkullu se vio as¨ª secundado por el cabeza visible del sector cr¨ªtico, Joseba Egibar, en la defensa de que su partido, y tambi¨¦n el PSE-EE, sigan los contactos con Batasuna, lo mismo que el Gobierno con ETA. Aunque el proceso de paz se tambalee por el atentado de Barajas, dijo, el proceso pol¨ªtico debe continuar sobre la base del derecho a decidir y de la defensa de los derechos humanos, afirm¨® Egibar.

El lehendakari hab¨ªa pedido ya en su mensaje de fin de a?o una "reflexi¨®n" sobre el modo en que se ha "gestionado" el proceso de paz. "Un proceso que exige menos orgullo y m¨¢s generosidad", a?adi¨®. "Ni el Gobierno ni el lehendakari vamos a dar por roto el proceso de paz ni el di¨¢logo pol¨ªtico para encontrar soluciones", recalc¨® luego. La soluci¨®n est¨¢, se?al¨® tambi¨¦n, en el plan Ibarretxe, rechazado en las Cortes en 2005, ya que, a su juicio, resuelve el conflicto pol¨ªtico sobre el derecho a decidir, que no puede supeditarse, afirm¨®, a la existencia o no de la violencia.

Este planteamiento, que le fue reprochado en primer lugar por el PP, que lo consider¨® "fuera de la realidad" y critic¨® el intento que encierra de "reflotar" el fracasado plan Ibarretxe, se sit¨²a tambi¨¦n muy lejos de la posici¨®n del presidente del Gobierno, del PSOE y de los propios socialistas vascos.

El PSE, por medio del coordinador de su direcci¨®n y miembro de la ejecutiva federal del PSOE, Rodolfo Ares, respondi¨® ayer a Ibarretxe, pero tambi¨¦n a los dirigentes del PNV que vienen siendo sus interlocutores en las conversaciones entre ambos partidos, Urkullu y el presidente Josu Jon Imaz. La credibilidad de Batasuna y de sus dirigentes, y la apuesta de Anoeta por la pol¨ªtica para sacar el conflicto de la calle y llevarlo a una mesa de negociaci¨®n, han quedado sepultadas bajo los escombros del aeropuerto de Barajas, les dijo. Un mensaje que ya emiti¨® la v¨ªspera, durante la concentraci¨®n de repulsa por el atentado en Bilbao, el propio secretario general, Patxi L¨®pez. Ares fue a¨²n m¨¢s claro. El di¨¢logo con la izquierda abertzale no es ya posible tras el atentado, como pretenden el lehendakari, su Gobierno y su partido: la bomba de Barajas ha roto el alto el fuego y, por tanto, el di¨¢logo emprendido seg¨²n la resoluci¨®n aprobada en mayo de 2005 en el Congreso, que exig¨ªa ausencia de violencia y voluntad inequ¨ªvoca de actuar s¨®lo a trav¨¦s de la pol¨ªtica. Rota la premisa, Ares aclar¨® que su partido suspender¨¢ toda conversaci¨®n con representantes de ese mundo y no entablar¨¢ nuevos contactos hasta que se produzca un "cumplimiento estricto" de las condiciones de la resoluci¨®n citada. El portavoz socialista advirti¨® adem¨¢s a Ibarretxe de que no es momento para "iniciativas personales" y le pidi¨® "m¨¢s realismo y responsabilidad", ya que "el conflicto a solucionar es la violencia y no la reivindicaci¨®n partidista del derecho de autodeterminaci¨®n", al que el lehendakari volvi¨® a aludir, consulta popular incluida, en su alocuci¨®n de Nochevieja.

Ares abog¨® en cambio por "reforzar la unidad" entre cuantos apoyaron la resoluci¨®n del Congreso, es decir, todas las fuerzas parlamentarias salvo el PP, al que pidi¨® la vuelta al consenso y al apoyo al Gobierno en la b¨²squeda del fin del terrorismo. El socialista rebati¨® tambi¨¦n la idea de que el presidente del Gobierno vaya a ser la v¨ªctima pol¨ªtica del atentado. "Tiene la tranquilidad de haber intentado acabar con el terrorismo desde el di¨¢logo, de acuerdo con una resoluci¨®n mayoritaria del Congreso de los Diputados", argument¨®.