"Todo en su justa medida"

Juan Garc¨ªa, de 47 a?os, y su hijo Roberto, de 21, hace a?os que disfrutan juntos de los vi-deojuegos. En su residencia de Oviedo conviven los primeros Spectrum del padre con la PlayStation 2 de su descendiente. Juan ten¨ªa relaci¨®n con las m¨¢quinas recreativas en su juventud, pues trabajaba repar¨¢ndolas desde 1986, y su afici¨®n se ha mantenido a lo largo del tiempo.

En casa, cada cual tira por su g¨¦nero preferido, el padre con los sesudos simuladores de vuelo y Roberto con las aventuras de acci¨®n. Pero siempre que pueden comparten unas partidas a Counter Strike en forma cooperativa, o a cualquier otro juego que les permita luchar juntos en el mismo equipo.

Juan opina que hay que ejercer cierto control sobre los t¨ªtulos a los que accede su hijo. "Especialmente cuando tus hijos son peque?os, hay que evitar los juegos duros y buscar aquellos con la calificaci¨®n de acuerdo con su edad, ya tendr¨¢n tiempo de jugar a los otros. Sobre todo, inculcarles que es un juego y que no lo extrapolen a la vida cotidiana". Opina que se trata de un entretenimiento normal, "pero todo en su justa medida". "Tambi¨¦n quiero que tenga otras actividades", dice. No teme el uso que pueda darle su hijo a los videojuegos, ya que la relaci¨®n de confianza existente entre ambos le permite conocer sus h¨¢bitos muy de cerca. "Es responsabilidad nuestra, de los padres, saber a qu¨¦ juegan nuestros hijos", opina Juan sobre la legislaci¨®n, que considera a veces excesiva.