Los vecinos recoger¨¢n firmas para que 'El Calvo' no regrese
La quema de la casa de Villaconejos tiene al pueblo "revuelto", seg¨²n asegura su alcalde, el socialista Lope Benavente de Blas. De momento, se disfruta una extra?a tensa calma a la espera de ver c¨®mo se desarrollan los acontecimientos. El mayor temor que tiene el pueblo, en palabras de su regidor, es que "regrese El Calvo" -apodo de Javier Bernuy, contra el que el pueblo se veng¨®-. "La puesta en libertad de El Calvo va a suponer que haya hasta sucesos muy graves", preconiza con cierto temor el regidor. Antes de que la turba de m¨¢s de 400 personas actuase el domingo, el alcalde tom¨® la decisi¨®n de abrir las puertas del Ayuntamiento a los vecinos para recoger las quejas que acumulan contra el presunto delincuente. "Vamos a hacer una recogida de firmas para pedir que no regrese al pueblo", asegura. Ahora, incluso preparan una manifestaci¨®n para denunciar su situaci¨®n.
Seg¨²n el propio alcalde, el hombre, que fue arrestado en la madrugada del s¨¢bado por destrozar un bar de la localidad, "ha pasado a disposici¨®n judicial y ahora est¨¢ en la c¨¢rcel". Aclara que la informaci¨®n se la ha transmitido la Guardia Civil para que informe a los vecinos y est¨¦n tranquilos. Benavente tiene la intenci¨®n de hablar con la jueza que lleva el caso para que sepa de primera mano por qu¨¦ han llegado sus vecinos a esa situaci¨®n. El pueblo, conocido por ser uno de los principales productores de melones de Espa?a, se ha visto alterado por la llegada de los periodistas. El alcalde se erige en portavoz y recomienda a sus conciudadanos que no hagan declaraciones salidas de tono.
El d¨ªa del suceso, el domingo, declar¨® la mujer de Bernuy. Ese mismo d¨ªa interpusieron una denuncia. Ayer lo hizo, su suegro, Agust¨ªn Vilches. "Yo no conozco a mucha gente en el pueblo, ya que casi no me relaciono, pero reconoc¨ª a cuatro o cinco", asevera Vilches. En la jornada de ayer se tom¨® declaraci¨®n a varios vecinos, pero no se ha detenido a nadie, seg¨²n el alcalde.
S¨®lo cuatro agentes
Nadie acierta a explicar el motivo por el que se ha llegado a esta situaci¨®n. El alcalde mantiene que la noche anterior al suceso, -el s¨¢bado, cuando se produjo el destrozo del bar- alert¨® al cuartel de la Guardia Civil de Chinch¨®n, ya que pod¨ªa "ocurrir algo". Es decir, que ve¨ªa que los vecinos se pon¨ªan nerviosos y alguno hablaba de tomarse la justicia por su mano. Una multitud, de m¨¢s de 300 personas, ensay¨® lo que se produjo al d¨ªa siguiente, aunque, esta vez,
se top¨® con un gran n¨²mero de guardias civiles. "Hab¨ªa entre 30 y 35 agentes de la Benem¨¦rita", asegura Benavente. El ret¨¦n se mantuvo a lo largo de toda la madrugada hasta que Bernuy acab¨® por entregarse.
Durante este tiempo, la actividad de los funcionarios no s¨®lo se limit¨® a arrestar al presunto delincuente, si no que, adem¨¢s, neutraliz¨® las iras de los vecinos.El d¨ªa de la quema de la casa, el alcalde repiti¨® la llamada. "Se hab¨ªa extendido entre los vecinos que este hombre ya estaba en su casa", relata.
Benavente no acierta a explicar el motivo por el que tan s¨®lo hab¨ªa "cuatro agentes, dos coches" el d¨ªa del incendio, aunque dice que "posiblemente, al haberse producido la detenci¨®n creer¨ªan que no habr¨ªa m¨¢s altercados". Los agentes se vieron incapaces de contener a la gente y no pudieron impedir que se retuviese a los bomberos hasta que ardi¨® todo el recinto.
El lunes, Lope Benavente y Agust¨ªn Vilches [el suegro de El Calvo] tuvieron la oportunidad de cruzarse por primera vez despu¨¦s de lo ocurrido el domingo. El regidor pidi¨® disculpas en nombre del pueblo. Vilches apenas le hizo un reproche. Eso s¨ª, se quej¨® amargamente de la acci¨®n de los vecinos, ya que se considera una v¨ªctima inocente de todo este asunto.
De los planes de Bernuy cuando salga de la c¨¢rcel, nada se sabe. Los vecinos se hacen cruces y esperan que se haya acabado la pesadilla. En cualquiera de los casos, el pueblo se mantiene alerta ante lo que pueda pasar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.