Lula env¨ªa fuerzas especiales de polic¨ªa para frenar la violencia en R¨ªo de Janeiro
Los agentes intentar¨¢n atajar el estallido de violencia y el tr¨¢fico de droga en las favelas
![Juan Arias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5a86bcd5-e5fc-49ab-b292-f3043b0fbfd4.png?auth=2d48be4f56908c68f3c88d7da3c4bd83b9078e68267346b6bac73e371847252d&width=100&height=100&smart=true)
Las fuerzas especiales de Seguridad P¨²blica primero, y el Ej¨¦rcito despu¨¦s, actuar¨¢n en R¨ªo de Janeiro para intentar contener la ola de violencia que desde hace 15 a?os sacude la ciudad. Los narcotraficantes act¨²an impunemente dentro de las favelas y en los ¨²ltimos tiempos compinchados con los presos de las c¨¢rceles de m¨¢xima seguridad, donde se ha formado desde hace a?os el tristemente c¨¦lebre Comando Vermelho (CV), una organizaci¨®n criminal parecida al Primer Comando de la Capital (PCC), que act¨²a en los presidios de S?o Paulo.
La Fuerza de Seguridad Nacional es un cuerpo integrado por casi 8.000 polic¨ªas especialmente entrenados, procedentes de varios Estados del pa¨ªs. Son especialistas en la obtenci¨®n de informaci¨®n y en operaciones a gran escala. Ayer a¨²n no estaba claro cu¨¢ntos de estos polic¨ªas acabar¨¢n asignados a la ciudad carioca.
Los anteriores gobernadores del Estado de R¨ªo de Janeiro, Anthony Garotinho y su esposa y sucesora en el cargo, Rosinha Garotinho, se opusieron al uso de esta fuerza porque no quer¨ªan dar la impresi¨®n de que R¨ªo era incapaz de luchar por s¨ª misma contra el crimen organizado y porque son opositores del Gobierno del presidente Lula, a quien no quer¨ªan pedirle ayuda.
El nuevo gobernador, en cambio, el joven Sergio Cabral, es hombre de Lula, aunque no de su partido, y ha creado un equipo para los temas de seguridad. Ha prometido que combatir¨¢ la violencia en el Estado y en su capital, ciudad magn¨¦tica para el turismo. Ayer mismo, un autob¨²s de turistas alemanes fue asaltado en el camino del aeropuerto a la ciudad. Les robaron todo. Estos hechos se repiten con demasiada frecuencia.
Por el momento, el plan de Cabral es que las fuerzas especiales de Seguridad controlen la entrada de droga, sobre todo por tierra y mar. Tambi¨¦n se reforzar¨¢ la vigilancia en los principales accesos y arterias de la ciudad. En una segunda fase, Cabral quiere que el Ej¨¦rcito refuerce los controles de los cuarteles, que suelen ser asaltados por los narcos para robar armas y municiones. Si fuera preciso, el gobernador Cabral tambi¨¦n pondr¨ªa al Ej¨¦rcito a patrullar las zonas m¨¢s conflictivas de la ciudad para combatir un mal que Lula ha dicho que no es s¨®lo crimen organizado, sino aut¨¦ntico "terrorismo".
Los enfrentamientos entre narcotraficantes por el negocio se han extendido de las favelas a la ciudad. Hasta hace muy poco, las personas sol¨ªan ir a las favelas para comprar droga, pero la violencia de esos poblados de chabolas ha desanimado a los consumidores. Por eso ahora los traficantes recurren a j¨®venes de clase media que venden la droga dentro de la ciudad.
La necesidad de frenar la violencia en R¨ªo es apremiante porque en mayo la ciudad albergar¨¢ los Juegos Panamericanos.
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