"Nunca vi poes¨ªa en Tolkien"
Matilde Horne, de 92 a?os, traductora de 'El se?or de los anillos', ha dejado de percibir unos suculentos derechos de autor
Matilde Horne es en realidad Matilde Zagalsky. "Firmo con el apellido de mis hijos, Mart¨ªn y Virginia, porque me pareci¨® que ten¨ªa que dejarles el trabajo, la autor¨ªa, de su madre y tambi¨¦n el recuerdo del padre que no estaba", explica Matilde desde una silla de ruedas que parece demasiado grande para su diminuto cuerpo. No recuerda cu¨¢ndo empez¨® a traducir, y el olvido no puede despacharse con un "son cosas de la edad" porque la memoria de Matilde, argentina de 92 a?os, es envidiable.
"Conmigo naci¨® la necesidad de expresar un idioma en otro, de recrearlo, inventarlo", comenta. De joven, les le¨ªa a sus amigos la poes¨ªa de los surrealistas franceses en castellano, y ellos no cre¨ªan que esos versos estuvieran escritos en franc¨¦s, sino en un castellano con acento rioplatense. Leyendo aprendi¨® ingl¨¦s y franc¨¦s. "Aprend¨ª sola, leyendo. Tuve un profesor particular durante un a?o, cuando mis padres tuvieron alguna posibilidad econ¨®mica, pero nada m¨¢s". Y traduciendo aprendi¨® a traducir. "Leyendo y poniendo alma, que es la ¨²nica capaz de percibir m¨¢s all¨¢ de lo visible y lo audible".
Ha traducido, sobre todo, literatura, a autores como J. R. R. Tolkien, Doris Lessing, Angela Carter, Stanislaw Lem, Ray Bradbury... Aunque en Argentina tambi¨¦n tradujo durante mucho tiempo para la asociaci¨®n de psicoanalistas. "Y mira, traduc¨ªa del ingl¨¦s al castellano, y a veces tambi¨¦n del castellano al ingl¨¦s, y los psicoanalistas ingleses dec¨ªan que entend¨ªan mejor mis traducciones que las de los traductores nativos", cuenta orgullosa.
A pesar de que ha estado enredada en la madeja de las lenguas hasta los 86 a?os, cuando sus ojos gastados dijeron basta, ya no sabe si lo echa de menos, ni siquiera si ha merecido la pena. "En los ¨²ltimos tiempos ha habido tantos equ¨ªvocos que mejor me olvido de este inter¨¦s por aprender a escribir las cosas como ten¨ªan que estar escritas", se lamenta. Pero no ha conseguido desenredarse del todo: "Ahora escribo con la mente". Y en ese divertimiento ling¨¹¨ªstico y mental tambi¨¦n ha prescindido de editores, derechos de autor, facturas... y se ha quedado con lo que verdaderamente le gusta: las palabras. "La palabra 'llovizna' me parece hermos¨ªsima, con esa elle como tartamuda y los sonidos que vienen a continuaci¨®n; me gusta mucho". Sumida en sus divagaciones ling¨¹¨ªsticas no puede, ni quiere, detenerse. "Otra que me impresiona mucho es 'mu?¨®n'; me parece terrible: es un trozo de carne que no est¨¢ vivo, pero tampoco est¨¢ muerto. Me estremezco cada vez que la oigo o que lo veo, porque aqu¨ª en la residencia...".
Se encoge de hombros cuando trata de explicar por qu¨¦ ha acabado en una residencia de ancianos en Ibiza. No lo comprende. En toda su vida no ha hecho otra cosa que trabajar, que traducir. "Siempre he vivido escasamente. Ten¨ªa dos hijos a mi cargo, pero no me imaginaba esto".
En 1978, ¨¦poca en la que las dictaduras militares oprim¨ªan Argentina, Matilde puso rumbo a Espa?a. Y se instal¨® en Barcelona, donde tambi¨¦n estaba su amigo Francisco Porr¨²a, entonces al frente de Ediciones Minotauro. "Paco escribi¨® a Christopher Tolkien para decirle que yo era la persona ideal para continuar con la traducci¨®n de sus libros". ?l ya hab¨ªa traducido 'La comunidad del anillo', la primera entrega de la saga de El se?or de los anillos. Matilde se encargar¨ªa de traducir las dos siguientes: 'Las dos torres' y 'El retorno del rey'. "Fue una traducci¨®n dif¨ªcil, pero creo que gust¨® bastante. Me dijeron que era muy linda, muy po¨¦tica, aunque yo nunca vi mucha poes¨ªa en Tolkien. Deber¨ªa haber le¨ªdo El se?or de los anillos con 20 a?os y no con 60; a esa edad yo ya estaba de vuelta y muchas cosas me parec¨ªan falsificadas. Definitivamente, no lo le¨ª en la ¨¦poca adecuada".
Matilde disfrut¨® much¨ªsimo m¨¢s traduciendo Los libros de Terramar, de Ursula K. Le Guin; Solaris, de Stanislaw Lem, o La pasi¨®n de la nueva Eva, de Angela Carter. "En realidad, a Tolkien lo juzgo un poco elitista: los rubios, hermosos y altos del norte, y los negros, feos y malos del sur, pero no dudo de su imaginaci¨®n y su riqueza verbal". Con todo, Matilde pas¨® m¨¢s de dos a?os enredada en el universo Tolkien. "Creo que tendr¨ªa que pedirle a Christopher un peque?o fondo de reserva por la cantidad de ojos que gast¨¦", bromea. "Y de cerebro", a?ade su hijo Mart¨ªn -¨¦l no bromea-, de visita en Ibiza.
Acabado el trabajo, se olvid¨® y sigui¨® traduciendo para Minotauro y para muchas otras editoriales.
En 2001, Porr¨²a vendi¨® Ediciones Minotauro al Grupo Planeta y, en concepto de "finiquito despu¨¦s de 50 a?os de traducciones", le dio a Matilde 6.000 euros. "Nunca tuve idea del valor del dinero. En ese momento me pareci¨® bien, pero luego me di cuenta de que no daba para nada". Poco despu¨¦s volver¨ªa a reunirse con Porr¨²a: "Le dije que se hab¨ªa equivocado y ¨¦l me dijo que Planeta le hab¨ªa hecho la mejor oferta y que quer¨ªa las obras libres de derechos, y yo all¨ª me qued¨¦ colgada". Adem¨¢s, los contratos de Matilde con Porr¨²a siempre fueron verbales. "A m¨ª as¨ª me iba bien. ?ramos amigos desde hace sesenta o setenta a?os y siempre me pagaba, no mucho, pero me pagaba". Y Porr¨²a se puso en contacto con Planeta. "Me ofrecieron 1.000 o 1.200 euros al a?o por los derechos de los libros, de los que ten¨ªa que descontar el IRPF, con lo cual, perd¨ªa mi pensi¨®n". Matilde cobra al mes 300 euros de pensi¨®n no contributiva. "Unos 240 van a parar a la comida, que tengo que pagar y no me gusta [Matilde no llega a los 40 kilos], y el resto me lo guardo para pagar el tel¨¦fono m¨®vil; es la ¨²nica manera de comunicarme con mis amigos y mi familia".
Desde el desencuentro con Planeta, Francisco Porr¨²a ingresa en su cuenta 500 o 1.000 euros por cumplea?os o fin de a?o. "Ya no nos vemos; s¨®lo hablamos por tel¨¦fono de vez en cuando".
Daniel Cladera, responsable del ¨¢rea de derechos de Planeta, desconoce tal oferta y asegura que la editorial est¨¢ dispuesta a negociar. "De hecho, ¨²ltimamente estamos regularizando contratos antiguos con traductores", a?ade. Planeta compr¨® la editorial Minotauro, especializada en ciencia-ficci¨®n y literatura fant¨¢stica, en 2001, tan s¨®lo nueve d¨ªas antes de que se estrenase la primera pel¨ªcula de El se?or de los anillos, 'La comunidad del anillo', de la trilog¨ªa dirigida por Peter Jackson. Los espectadores de esa primera entrega se contaron por millones, y en 2001 estall¨® la fiebre Tolkien: El se?or de los anillos vendi¨® un mill¨®n de copias. Matilde nunca particip¨® de ese boom. Cladera asegura que desde la compra de Minotauro, las ventas de El se?or de los anillos 'Las dos torres' y 'El retorno del rey' "ascienden aproximadamente a 500.000 ejemplares". Sin embargo, en una informaci¨®n publicada en este peri¨®dico el 13 de diciembre de 2001 se dec¨ªa que la trilog¨ªa hab¨ªa vendido s¨®lo en ese a?o un mill¨®n de copias. Y tambi¨¦n que, desde 1977 hasta 2001, se hab¨ªan vendido en Espa?a y Am¨¦rica Latina cuatro millones de ejemplares. La editorial Minotauro, dirigida por Francisco Porr¨²a, reconoc¨ªa que sol¨ªa facturar tres millones de euros al a?o, pero en 2001 los n¨²meros se han disparado hasta los 9,6 millones, gracias sobre todo a Tolkien -Minotauro era propietario no s¨®lo de El se?or de los anillos, El hobbit, El Simarillion, sus cuentos, ensayos, cartas, etc¨¦tera-. Y la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a (FGEE), en su informe de 2005, situaba a El se?or de los anillos en el n¨²mero 7 de los m¨¢s le¨ªdos en 2005 y en el 10 de los m¨¢s comprados.
Toma aire, mira por la ventana; ya ha contado "esa historia tan turbia" -es una de las que tiene que esforzarse por recordar porque ha debido de esforzarse mucho por olvidar-. "Parece que tengo de todo, alimento, habitaci¨®n, y doy gracias al cielo por la luz, el aire, el verdor; puedo estar sola pero no es as¨ª", explica. Claro que est¨¢ sola. En la residencia, la mayor¨ªa de los ancianos habla pay¨¦s, y ella no los entiende. "Para m¨ª es como un cacareo", sonr¨ªe.
Matilde no quiere acordarse m¨¢s de Planeta ni de Tolkien ni de El se?or de los anillos; quiere que ellos se acuerden de ella para que pueda volver a casa. "Mira, yo nunca pens¨¦ que fuese a vivir tantos a?os, pero ahora tengo ganas de seguir viviendo".Cobr¨® 6.000 euros de finiquito despu¨¦s de 50 a?os de traducciones, y ahora vive en un asiloTradujo los dos ¨²ltimos tomos de la trilog¨ªa, con unas ventas de medio mill¨®n de ejemplares
Babelia
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