La Ertzaintza descubre otros 80 kilos de explosivos en Vizcaya

La polic¨ªa aut¨®noma vasca descubri¨® ayer otros 80 kilos de explosivos escondidos bajo tierra en distintos agujeros, al rastrear con minuciosidad las inmediaciones del lugar donde la v¨ªspera hab¨ªan hallado una bomba de 100 kilos de amonal dispuesta para ser utilizada, en una zona boscosa, al pie del monte Anboto, de la localidad de Atxondo (Vizcaya), a s¨®lo 15 kil¨®metros del zulo con otros 50 kilos de explosivos descubierto el 23 de diciembre pasado en la localidad de Amorebieta.

Tras haber localizado 20 kilos de nitrato de amonio en un recipiente pl¨¢stico, detonadores y temporizadores en un agujero hecho en el suelo, los agentes vascos hallaron ayer tambi¨¦n dos mochilas vac¨ªas sin estrenar en otro orificio cercano. M¨¢s tarde descubrieron una mochila con otros 60 kilos de explosivo y dos bolsas con medio kilo de cloratita cada una. Junto a ellas, la polic¨ªa aut¨®noma vasca tambi¨¦n encontr¨® manuales de instrucci¨®n para la fabricaci¨®n de explosivos.

El coche aparcado varios d¨ªas en un estacionamiento rural que sirvi¨® de pista a la polic¨ªa vasca para inspeccionar la zona era utilizado por Asier Larrinaga, por ahora el ¨²nico sospechoso identificado al que se vincula presuntamente con el comando destinatario del material explosivo.

Este joven de 25 a?os y sin antecedentes policiales trabajaba con sus padres en el taller de joyer¨ªa familiar, en la calle Loter¨ªa del Casco Viejo de Bilbao.

La polic¨ªa registr¨® el jueves este local, as¨ª como el domicilio de Larrinaga. Su familia hab¨ªa denunciado la desaparici¨®n del joven el pasado 23 de diciembre, d¨ªa en el que la Ertzaintza descubri¨® fortuitamente cerca de Amorebieta -a unos 15 kil¨®metros de Atxondo- un zulo en cuyo interior hab¨ªa 50 kilos de explosivo, detonadores y enseres propios del aprovisionamiento de un comando. En ese lugar se encontr¨® la tapa de un bid¨®n que result¨® ser la del recipiente en la que ETA mont¨® la bomba abandonada en Atxondo.

M¨¢s de 200 kilos

Los explosivos descubiertos desde el pasado 23 de diciembre en la zona comprendida entre Amorebieta y Atxondo alcanzan la cifra de 231 kilogramos en dep¨®sito para la utilizaci¨®n del comando.

Fuentes de la investigaci¨®n barajan la hip¨®tesis, basaba en el proceder de ETA, de que el zulo de Amorebieta no era un lugar para esconder el explosivo, sino el punto de entrega del material al comando encargado de atentar.

El 23 de diciembre, tras comprar un tel¨¦fono m¨®vil en Santutxu activado m¨¢s tarde, el comando terrorista habr¨ªa ido a recoger el material, pero algo les hizo sospechar y huir precipitadamente del lugar.

En su huida, seg¨²n la reconstrucci¨®n de los investigadores, los terroristas dejaron explosivos y la tapa del bid¨®n bomba ya preparado. Este se lo llevaron junto a parte del cargamento para abandonarlo todo en Atxondo junto al coche.

El tel¨¦fono m¨®vil fue utilizado por primera vez desde su adquisici¨®n el d¨ªa 30 de diciembre para realizar la llamada en la que ETA avis¨® a la DYA de San Sebasti¨¢n de la colocaci¨®n del coche bomba de Barajas.

Una hora despu¨¦s de esa llamada, el estallido de la bomba caus¨® dos muertos, los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, y numerosos destrozos en el edificio de aparcamientos de la nueva terminal T-4 del aeropuerto de Barajas.