?Espect¨¢culo!
El Zaragoza resiste el acoso del l¨ªder, el Sevilla, en un encuentro vibrante en el que brilla Alves
Alves no pudo contra todos. Tan p¨ªcaro como acertado, el Zaragoza martille¨® al Sevilla en una jugada a bal¨®n parado y en una acci¨®n de Diego Milito. Obcecado en personalizar el ataque en Alves, el l¨ªder se debilit¨® y, de paso, se deshidrat¨® en vano en su intento por estirar la tabla. S¨ª le result¨® al final la estrategia, cuando Kanout¨¦ vio puerta tras una asistencia del carrilero, pero ya fue tarde. El Zaragoza, que se tambale¨® pero aguant¨® el brillante arre¨®n final del Sevilla, ya asoma la cabeza en los puestos nobles de la clasificaci¨®n.
Ambos equipos utilizaron el mismo dibujo t¨¢ctico, un 4-4-2 con dos medios centros. Pero las semejanzas se quedaron en papel mojado; movieron las piezas del tablero en sentido contrario y ejercieron maneras diametralmente opuestas de entender el f¨²tbol. El Zaragoza depende de las incursiones de los laterales y de las diagonales de los interiores. El Sevilla inclina su ataque por el costado derecho, entiende el f¨²tbol por las alas, y da libertad a uno de sus dos medios centros para que adelante su posici¨®n e intente pisar el ¨¢rea desde atr¨¢s. El Zaragoza quiere el bal¨®n. El Sevilla, tambi¨¦n. Se lo qued¨® el conjunto andaluz.
ZARAGOZA 2 SEVILLA 1
Zaragoza: C¨¦sar; Diogo, Sergio, Gaby Milito, Juanfran; D'Alessandro (Lafita, m. 85), Zapater, Piqu¨¦, Aimar; Ewerthon (?scar, m. 67) y D. Milito (S. Garc¨ªa, m. 90). No utilizados: Miguel, Celades, Chus Herrero y Movilla.
Sevilla: Palop; Alves, J. Navarro, Escud¨¦, David (Maresca, m. 60); J. Navas (Chevanton, m. 60), Poulsen, Renato, Puerta, L. Fabiano y Kanout¨¦. No utilizados: Cobe?o, Hinkel, Dragutinovic, Mart¨ª, y Kepa.
Goles: 1-0. M. 13. Diogo. 2-0. M. 51. Milito, tras un rechace. 2-1. M. 70. Kanout¨¦.
?rbitro: Undiano Mallenco. Mostr¨® la cartulina amarilla a Alves, Jes¨²s Navas, Piqu¨¦, Aimar y C¨¦sar. Expuls¨® con roja directa a Luis Fabiano y Diogo (m. 94).
Unos 30.000 espectadores en la Romareda.
El equipo sevillista plante¨® un duro ataque al final pero los aragoneses aguantaron la embestida
Exigido y comedido por las molestias musculares de Celades, V¨ªctor Fern¨¢ndez apost¨® por darle la titularidad a Piqu¨¦ en el centro del campo aragon¨¦s. Piqu¨¦, central reconvertido, se atragant¨® un tanto con las iniciativas de Renato, que se sum¨® al ataque con empe?o y descaro, al tiempo que recuper¨® muchos balones. Pero la probatura del t¨¦cnico ma?o era una decisi¨®n t¨¢ctica; la altura de Piqu¨¦ sirvi¨® para anular a Kanout¨¦ y sus prolongaciones de cabeza en el medio del campo. Bajada la pelota al suelo, apretujadas como ten¨ªa sus l¨ªneas para no dejar pensar a la medular contraria, el Zaragoza opt¨® por jugarlo en toques r¨¢pidos, en asistencias profundas que buscaban la velocidad de Ewerthon. Pero el Sevilla, aseado en extremo en el aspecto t¨¢ctico, bascul¨® para ocupar el mayor espacio posible del terreno de juego y cerrar todos los huecos. Le sali¨® bien hasta que el Zaragoza se invent¨® otra argucia. El pasado jueves, el equipo entren¨® durante 90 minutos los saques de esquina. Anoche, en el primer corner botado por D'Alessandro, los jugadores se movieron hacia el primer palo menos Diogo, que entr¨® desde atr¨¢s. El cuero lleg¨® a su testa y, tras marcar los movimientos, remat¨® al fondo de la red.
Torcidas las cosas, Alves grit¨® expresivamente a los compa?eros. Pidi¨® el bal¨®n. Y todo el ataque corri¨® por la banda derecha. Alves tiene recorrido, calidad, precisi¨®n en el centro y en el toque de primeras, desenvoltura en el desplazamiento de bal¨®n...tiene todo. Pero anoche Aimar no perdi¨® su sitio y ayud¨® a Juanfran en su labor de atajar al correcaminos brasile?o.
Ninguneada la soluci¨®n Alves, el Sevilla se ofusc¨®; desatendi¨® la banda izquierda, donde Diogo dejaba huecos preciosos al sumarse al ataque y donde Adriano, r¨¢pido como pocos, se lamentaba sin remedio. Tambi¨¦n se quej¨® Kanout¨¦, que se desfond¨® en movimientos in¨²tiles en la zona de tres cuartos y en tratar de jugar la pelota de espaldas a la porter¨ªa. Cuando recibi¨® en la frontal del ¨¢rea, prob¨® fortuna. C¨¦sar, atento, desbarat¨® las ocasiones. Record¨® el Sevilla a un equipo ingl¨¦s por su verticalidad pero se achic¨® en lo ¨²ltimos metros, donde el Zaragoza, comandado por Gaby Milito y Sergio, ataj¨® con acierto las embestidas contrarias.
Con el Sevilla volcado al ataque, el partido se abri¨®. Nada mejor para Diego Milito, que saca petr¨®leo de la nada. Siempre atento, el argentino acept¨® de buen agrado un pase de Zapater. Tras fallar estrepitosamente ante Palop, recogi¨® el rechace y remach¨® el encuentro. No baj¨® los brazos el Sevilla, que al fin encontr¨® en Alves la soluci¨®n a sus problemas. Asisti¨® a Kanout¨¦ en la l¨ªnea de gol.
Pero ya era tarde. Sobre todo porque C¨¦sar se mostr¨® siempre infranqueable. Despert¨® la capital aragonesa con la alegr¨ªa en la cara por los regalos de los Reyes Magos; se acost¨® con la sonrisa por la victoria ante el l¨ªder.
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