"Hay corrupci¨®n en la financiaci¨®n de los partidos"
En medio de la tormenta de esc¨¢ndalos urban¨ªsticos, dos expertos en asuntos de corrupci¨®n aportan propuestas para combatirla. Coinciden en que las decisiones sobre urbanismo no pueden estar s¨®lo en manos de los ayuntamientos. La financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos emerge como uno de los problemas de fondo por resolver.
Fernando Jim¨¦nez, nacido en Almer¨ªa hace 43 a?os es profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Murcia.
Pregunta. ?Est¨¢ tan extendida la corrupci¨®n?
"El Gobierno aut¨®nomo y el central deben intervenir m¨¢s en las decisiones urban¨ªsticas"
Respuesta. Es muy dif¨ªcil de saber. Corrupci¨®n es sacrificar el inter¨¦s p¨²blico en beneficio privado, pero seg¨²n la ideolog¨ªa var¨ªa la definici¨®n de inter¨¦s p¨²blico. En t¨¦rminos mundiales, Espa?a no est¨¢ en mal lugar, pero deber¨ªa preocuparnos porque afecta a la calidad de la democracia.
P. ?D¨®nde est¨¢ la corrupci¨®n?
R. En el urbanismo, la contrataci¨®n p¨²blica y la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos y todos estos terrenos est¨¢n frecuentemente relacionados. Est¨¢ concentrada principalmente en el nivel local por problemas en el dise?o institucional que dan lugar a fallos en los sistemas de control.
P. Dice que corrupci¨®n es sacrificar el inter¨¦s p¨²blico en beneficio privado. Hay casos en los que un alcalde regala suelo p¨²blico a una promotora e inmediatamente lo recalifica. En ese caso la plusval¨ªa de un suelo p¨²blico va a la promotora. Pero el alcalde no se esconde, dice que lo ha hecho para que haya empleo y el pueblo lo apoya. ?Eso es corrupci¨®n?
R. Muchas veces el 90% de los electores respaldan esas decisiones. ?Aun as¨ª se vulnera el inter¨¦s p¨²blico? Puede ser. Est¨¢ el derecho de la minor¨ªa y el derecho de las generaciones futuras a disfrutar de esos lugares, del medio ambiente. Aunque todo un pueblo quiera construir 10 alturas en una playa virgen o talar un pinar, puede haber corrupci¨®n. Un aspecto fundamental de la democracia es que la mayor¨ªa no puede hacer lo que le venga en gana. No hay peor tiran¨ªa que la de la mayor¨ªa. Hay l¨ªmites legales. Y el inter¨¦s particular de los ciudadanos de ?guilas, de Carboneras o de Las Navas del Marqu¨¦s no est¨¢ por encima del inter¨¦s p¨²blico de los espa?oles y de las pr¨®ximas generaciones a disfrutar de playas v¨ªrgenes o pinares.
P. Sin embargo, en Espa?a, un pueblo de 100 habitantes en el Pirineo puede decidir construir 10.000 viviendas.
R. En esos casos est¨¢ el inter¨¦s de todo el pa¨ªs. Vivimos en un sistema compuesto. No puede ser que la decisi¨®n est¨¦ en un solo nivel, el local. No es f¨¢cil de arbitrar, pero deber¨ªa haber m¨¢s intervenci¨®n y coordinaci¨®n con el nivel de gobierno auton¨®mico y el central. La decisi¨®n de un ayuntamiento afecta a los de alrededor, a todo el entorno. No vivimos en pueblos aislados. Hoy uno trabaja en un ayuntamiento, vive en otro, veranea en otro y sus padres est¨¢n en otro. No son comunidades rurales aisladas como en el siglo XIX que puedan actuar cada una por su cuenta.
P. ?Cu¨¢nto dinero de la corrupci¨®n acaba en los partidos pol¨ªticos?
R. Tenemos un cierto conocimiento de las finanzas de los partidos a nivel central, pero no en los gastos a nivel local. Son muy significativas las declaraciones del recaudador de Telde. Dec¨ªa que el partido les mandaba dos millones para la campa?a y que ellos gastaban 15. Nuestro nivel de conocimiento es baj¨ªsimo, pero las campa?as cada vez son m¨¢s caras, nadie respeta los topes de gastos. Y eso atenta contra la base de la democracia, que es la equidad. Si tu rival gasta m¨¢s que t¨², uno est¨¢ tentado a meter m¨¢s cu?as en la radio, a hacer m¨¢s encuestas. Si permitimos esto, quien tiene m¨¢s dinero influir¨¢ m¨¢s. Hay que reformar el sistema de financiaci¨®n de los partidos para hacer m¨¢s eficaz la fiscalizaci¨®n.
P. Si al que Gobierna le va bien, nunca va a cambiar.
R. Es dif¨ªcil porque los partidos en la oposici¨®n asumen que les toca tener menos dinero durante un tiempo, hasta que gobiernen una diputaci¨®n o un ayuntamiento y se de la vuelta a la tortilla. CiU ha perdido muchas donaciones desde que no gobierna en Catalu?a.
P. ?C¨®mo afectar¨¢n los casos de corrupci¨®n electoralmente?
R. La primera reacci¨®n ante estos casos es el cinismo. Es decir que todos son iguales, unos trincones y que "yo si pudiera har¨ªa lo mismo". El sentido de lo p¨²blico est¨¢ muy poco desarrollado en Espa?a. La gente no siente que el bosque, la playa, el suelo sea suyo.
P. O sea, que no tiene impacto electoral.
R. Lo tiene generalmente en momentos de crisis econ¨®mica. Si el mercado urban¨ªstico se hubiera venido abajo en la ¨¦poca del GIL, no creo que esta partido hubiera controlado durante tantos a?os Marbella.
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