Habitat rompe la barrera
La promotora catalana abre su capital y estudia salir a Bolsa a medio plazo
Habitat, un peso pesado del sector inmobiliario catal¨¢n, ha abierto esa muralla invisible que rodea a las empresas familiares, sobre todo en Catalu?a: sus propietarios han decidido renunciar al 45% de su capital para poder hacerse con Ferrovial Inmobiliaria, una compa?¨ªa que factura cuatro veces m¨¢s. Quieren convertirse en un poderoso grupo y se plantea salir a Bolsa a medio plazo.
Jos¨¦ Manuel Lara se quejaba hace pocos a?os de que el empresario catal¨¢n "prefiere tener un quiosco propio en las Ramblas de Barcelona que el 1% de El Corte Ingl¨¦s". Y pocos le discutir¨ªan hoy al due?o de Planeta que los patrones catalanes han renunciado tradicionalmente a ensanchar sus negocios a cambio de no ceder parcelas de poder a socios externos, mucho menos a someterse a los requisitos de transparencia que exige el mercado de valores. Prefieren imperios peque?os, pero enteramente suyos.
Hoy, una operaci¨®n como la de Habitat, que se ha comido un pez muy superior a ella como Ferrovial Inmobiliaria y colocar¨¢ el 45% de su capital entre la constructora de Del Pino (20%) y nuevos socios, da un revolc¨®n a este sambenito del empresario catal¨¢n. Una vez digerida la operaci¨®n, adem¨¢s, se plantea la posibilidad de salir a Bolsa. "Lo que ha hecho Habitat ser¨ªa aberrante en otra empresa familiar, pero es muy recomendable porque contin¨²a siendo una compa?¨ªa de esta saga e incorpora a Ferrovial, que no deja de ser otro tipo de grupo familiar", opina Alberto Gimeno, profesor de la escuela de negocios Esade y director del Programa de Empresa Familiar.
Habitat, propiedad de la familia Figueras y Josep Su?ol, se ha hecho con una empresa que factura cuatro veces m¨¢s que ella para hacerse un hueco entre las primeras promotoras espa?olas. La operaci¨®n incorpora la cartera de suelo de Ferrovial (1,5 millones de metros cuadrados), las siete delegaciones de la compa?¨ªa en Espa?a y su red de oficinas Don Piso.
Para afrontar la compra, de 2.200 millones, la promotora ha roto la muralla y, adem¨¢s de incorporar a Ferrovial con un 20% de las acciones a trav¨¦s de una ampliaci¨®n de capital, ha acordado la entrada de entre cuatro y cinco family offices (sociedades de inversi¨®n familiares) espa?olas que se repartir¨¢n el 25% restante. Ninguna de estas sociedades de inversi¨®n ha querido revelar su identidad, aunque en el sector corre de boca en boca que la familia Ortega, propietaria de Inditex, forma parte del grupo.
As¨ª es como una empresa familiar con solera se atreve a dejar casi la mitad de su capital en manos ajenas y sentar las bases para el combate de la Bolsa. "Una operaci¨®n as¨ª permitir¨¢ a Habitat ganar dimensi¨®n", opina Gimeno.
La compa?¨ªa, que factura 180 millones, ha estado creciendo en ventas a un ritmo del 20% anual en los ¨²ltimos cinco a?os. Adem¨¢s de la promoci¨®n de viviendas y oficinas -en Barcelona impulsa proyectos singulares como el rascacielos Habitat Sky, dise?ado por Dominique Perrault; o el parque de oficinas Distrito 38, de Arata Isozaki y Alejandro Zaera Polo-, la compa?¨ªa cuenta con una divisi¨®n hotelera y otra de construcci¨®n que quedar¨¢n segregadas del nuevo grupo resultante.
Fuentes de Habitat, presidida desde 1994 por Bruno Figueras, hijo de unos de los fundadores, aseguran que esta exclusi¨®n no implica la venta futura de estas sociedades. Sin embargo, s¨ª se est¨¢n planteando el encaje que la red de inmobiliarias Don Piso puede tener en el nuevo grupo. A partir de ahora, Habitat tendr¨¢ capacidad para vender unas 3.000 viviendas anuales y se lanzar¨¢ al mercado residencial de Chile, Ecuador, Argentina, Hungr¨ªa, China y M¨¦xico.
La apuesta de Habitat nada tiene que ver con el rumbo de otras promotoras catalanas, como N¨²?ez y Navarro (Jos¨¦ Luis N¨²?ez) o Amrey (Enric Reyna). Tampoco sigue la estela de firmas hist¨®ricas como Chupa Chups o Panrico, que han acabado en manos de grandes grupos extranjeros como la italiana Prefetti Van Melle o el fondo de capital riesgo Apax, respectivamente. No obstante, el experto de Esade percibe un peque?o cambio de mentalidad en la empresa familiar y pone otro ejemplo como la farmac¨¦utica Uriach, fabricante de Biodramina y Filvit, que ha convertido en una sociedad su ¨¢rea de investigaci¨®n y desarrollo (I+D) y ha incorporado como socios a cajas de ahorros e inversores particulares con el fin de sacar la nueva compa?¨ªa a Bolsa a medio plazo.
Habitat, que recientemente hizo el pol¨¦mico fichaje del ex secretario de Vivienda y de Medio Ambiente Ricard Fern¨¢ndez, est¨¢ dirigida por Fernando Cirera. La promotora pasa de puntillas sobre sus inversiones y los resultados econ¨®micos de los ¨²ltimos a?os, una una discreci¨®n que tambi¨¦n tendr¨¢ que abandonar el d¨ªa que se decida probar suerte en el parqu¨¦ burs¨¢til.
G¨¦nesis de una empresa del ladrillo at¨ªpica
La operaci¨®n llevada a cabo por Habitat no es habitual en Catalu?a. Tampoco Habitat ha sido nunca una empresa familiar catalana al uso: naci¨® en 1953 de la amistad que Josep Maria Figueras y Josep Ildefons Su?ol labraron en la Facultad de Derecho de Barcelona. Crearon Fisu y profesionalizaron la gesti¨®n completamente, en una ¨¦poca en la que el patr¨®n catal¨¢n sent¨ªa algo cercano a la aversi¨®n por cualquier gestor ajeno a la familia. Ning¨²n otro miembro de su estirpe entr¨® en la compa?¨ªa y colocaron como gerente al entonces joven abogado Jos¨¦ Mar¨ªa Soria. Abrieron una l¨ªnea de negocio para la vivienda modesta, bajo la marca Norma, y otra para residencias m¨¢s exquisitas, Habitat, nombre actual de la compa?¨ªa.
Figueras, un inmobiliario at¨ªpico, cultivado y de gustos m¨¢s refinados que sus contempor¨¢neos -fund¨® del Centro de Estudios de Historia Contempor¨¢nea y amaba el arte-, fue pionero en preocuparse por la excelencia arquitect¨®nica algunas de sus obras y alumbr¨® proyectos a¨²n hoy emblem¨¢ticos como el edificio Trade, de 1965, obra de Josep Maria Codech, o las viviendas de Les Escales Park, de Josep M. Sert.
Fue presidente de la C¨¢mara de Comercio de Barcelona, refundador de la Lliga de Catalunya y amigo del presidente Josep Tarradellas. El mayor de sus cinco hijos, Bruno, de 51 a?os, tom¨® las riendas de la compa?¨ªa en 1994, tras la muerte del padre. Formado en la Universidad de Stanford, se parece al padre en gustos y sistema de trabajo y ha modernizado m¨¢s la compa?¨ªa.
Su?ol, soltero y sin hijos, est¨¢ pr¨®ximo a los ochenta a?os y contin¨²a como presidente de honor de Habitat. Eso s¨ª, alejado de la gesti¨®n y disfrutando de una extraordinaria colecci¨®n de arte contempor¨¢neo.
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