Angulo, talism¨¢n para Quique
Ante un Villarreal en horas bajas, el Valencia suma su cuarta victoria seguida
Jugador vers¨¢til por excelencia, Angulo se le ha convertido a Quique Flores en su futbolista m¨¢s valioso. Siempre en el lugar oportuno en el momento adecuado. Ayer, a los pies de Barbosa, cuando se le cay¨® un rechace, en el instante en el que el Valencia parec¨ªa ir difumin¨¢ndose. Si bien antes el entrenador valencianista dio con la tecla adecuada: retir¨® a Morientes, subi¨® a Angulo y Joaqu¨ªn cubri¨® la banda derecha. Mano de santo para un Valencia que hasta entonces no hab¨ªa sabido hacer efectiva su superioridad. Ante un Villarreal en horas bajas, en la depresi¨®n post coito que vive el equipo de Pellegrini despu¨¦s de su fabulosa campa?a anterior. Muchos de sus jugadores est¨¢n a a?os luz de lo que fueron y s¨®lo el buen estreno de Mat¨ªas Fern¨¢ndez, media punta habilidoso y potente del que se espera much¨ªsimo, alimenta ciertas esperanzas para el futuro inmediato. En el que deber¨ªa estar Riquelme, ayer castigado en la grada, si quiere el club castellonense volver a ser el que fue. Mat¨ªas y Riquelme pueden formar una pareja muy temible.
VILLARREAL 0 - VALENCIA 1
Villarreal: Barbosa; Josemi, Fuentes, Pe?a (Cygan, m. 39), Arruabarrena; Cani, Senna, Josico (Marcos, m. 75), Mati Fern¨¢ndez; Guille Franco (Jos¨¦ Mari, m. 75) y Forl¨¢n. No utilizados: Viera; Jos¨¦ Enrique, Tacchinardi y Somoza.
Valencia: Ca?izares, Miguel, Albiol, Ayala, Curro Torres; Angulo, Albelda, Baraja (Marchena, m. 90), Silva ( Hugo Viana, m. 80); Villa y Morientes (Joaqu¨ªn, m. 67). No utilizados: Butelle; Jorge L¨®pez, Cerra y Pallard¨®.
Goles: 0- 1. M. 73. Joaqu¨ªn bota un saque de esquina que desv¨ªa Baraja de cabeza y el bal¨®n cae en los pies de Angulo que marca.
?rbitro: Fern¨¢ndez Borbal¨¢n. Amonest¨® a Miguel y a Curro Torres.
Unos 20.000 espectadores en El Madrigal.
Mat¨ªas Fern¨¢ndez no parece predispuesto a dirigir el juego, pero s¨ª a dinamizarlo
Albelda y Baraja se ense?orearon del centro del campo con una autoridad casi insultante. No encontraron rival en los melanc¨®licos Senna y Cani. Tampoco en el chispeante Mat¨ªas Fern¨¢ndez, a quien se le encomend¨® que ejerciera de Riquelme cuando se trata de un jugador muy diferente. No parece predispuesto a dirigir el juego de su equipo, pero s¨ª a dinamizarlo. Es decir, a dinamitarlo con un disparo enroscado, un pase entre l¨ªneas o un regate imprevisto. Todo el Chile futbol¨ªstico estuvo ayer pendiente de su deb¨² en Espa?a, sobre todo porque hab¨ªa asumido todo el protagonismo despu¨¦s de que Roig le dijera basta al ciclot¨ªmico Riquelme. Circul¨® la semana pasada un v¨ªdeo que caus¨® asombro entre los t¨¦cnicos villarrealenses por las excelencias del joven jugador chileno, que son muchas. Especialmente sus potentes y colocados lanzamientos de falta y sus rabonas-regate, que ayer, sin embargo, prob¨® sin resultado. Hay que esperarlo. Dej¨® detalles prometedores, pero se estrell¨® contra defensores mucho m¨¢s contundentes que los que trataba en el Colo-colo.
Anulado sin mucho esfuerzo un ansioso Forl¨¢n y extinguido por su cuenta un Guille Franco desafortunado, el Valencia se defendi¨® con cierta comodidad. A pesar de que Ayala ofreci¨® algunos s¨ªntomas de inestabilidad. Arrumbado por Quique en las ¨²ltimas semanas victoriosas, el central argentino regres¨® por obligaci¨®n (la sanci¨®n de David Navarro) precisamente ante el club con el que tiene firmado un acuerdo para las pr¨®ximas temporadas. Compromiso que ahora pretende romper porque preferir¨ªa quedarse en Mestalla. Pero, claro, el Valencia no parece dispuesto a pagar los tres millones de indemnizaci¨®n al Villarreal por ese preacuerdo que firm¨® el jugador. De ah¨ª su comprensible nerviosismo, disimulado por la poca pegada local y por la armon¨ªa del resto de la defensa. El Valencia, en todo caso, se sinti¨® superior en la primera parte. Dispuso incluso del bal¨®n, algo novedoso en los ¨²ltimos a?os en El Madrigal. Pero sus delanteros llegaron desafinados de las vacaciones navide?as. En especial Villa, que desaprovech¨® remates muy sencillos para ¨¦l. Y aunque Silva desequilibr¨® como se espera de ¨¦l, a Angulo, por la otra banda, se le atranc¨® el gatillo. Dispar¨® alto a puerta vac¨ªa y mantuvo as¨ª el empate hasta el descanso.
Villa regres¨® de las vacaciones con el mismo defecto con el que las emprendi¨®: un exceso de individualismo. Y de frivolidad: taconcito aqu¨ª, rabona all¨¢ sin ninguna necesidad. Ayala, por su parte, se fue creciendo con los minutos y acab¨® imponiendo su tremendo salto en las dos ¨¢reas. El cuadro de Quique continu¨® con una superioridad latente que tardaba en concretarse. Le faltaba una marcha. En realidad, el partido se mor¨ªa de aburrimiento ante la mirada displicente de los dos t¨¦cnicos. Se rebel¨® contra el tedio Mat¨ªas Fern¨¢ndez, que burl¨® por dos veces a Albelda, y dispar¨® muy pegado al palo izquierdo. Quique, entonces, reaccion¨®. Supli¨® a un apagado Morientes por Joaqu¨ªn y mand¨® que Angulo ocupara la delantera. El efecto fue inmediato. Joaqu¨ªn quebr¨® la defensa local con un pase largo para Villa que acab¨® en c¨®rner. Villa lanz¨® potente el saque de esquina, lo cabece¨® Baraja, lo despej¨® muy corto Barbosa y lo remach¨® Angulo a gol. El asturiano se ha convertido en el fetiche que necesitaba Quique. El tipo que desatasca los partidos m¨¢s obstruidos, como el de ayer.
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