Los tribunales entran en los quir¨®fanos

La Consejer¨ªa de Sanidad ha tenido un mal final de a?o en los tribunales. Los jueces la han condenado, al menos cinco veces en dos meses, por graves deficiencias en la atenci¨®n m¨¦dica, con indemnizaciones que superan el 1,2 millones de euros. Una mujer se ha quedado sorda tras pasar nueve a?os en lista de espera, otra sufre secuelas cerebrales por un f¨¢rmaco al que era al¨¦rgica y un hombre muri¨® por la radiaci¨®n que deb¨ªa frenarle un c¨¢ncer. Son s¨®lo tres casos denunciados por las v¨ªctimas de negligencias, colectivo que clama por su derecho a ser resarcidos por el da?o sufrido. Los m¨¦dicos admiten el fin de la impunidad jur¨ªdica de la que gozaban hace a?os, pero no ocultan los perjuicios de verse sometidos a la presi¨®n de los tribunales.

Cada vez son m¨¢s los procesos m¨¦dicos que empiezan en una consulta y terminan en los tribunales. Es la opini¨®n un¨¢nime de pacientes, m¨¦dicos, fiscales y jueces, aunque no existen datos al respecto: el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid no distingue en sus memorias las sentencias sobre casos m¨¦dicos y la Consejer¨ªa de Sanidad no quiere ofrecer los que afectan a los hospitales p¨²blicos.

"Ha habido un aumento importante en los ¨²ltimos a?os, sin duda", se?alan el Colegio de M¨¦dicos de Madrid, el sindicato m¨¦dicos CESM y el teniente fiscal del TSJ, Pedro Mart¨ªnez. "Lo que no est¨¢ claro es que eso sea algo bueno", matizan fuentes sanitarias.

Dos asociaciones de pacientes nacidas en Madrid -Asociaci¨®n de V¨ªctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa) y Asociaci¨®n el Defensor del Paciente (Adepa)- han protagonizado este aumento. Las dos tienen el mismo origen: v¨ªctimas de errores m¨¦dicos a principios de los a?os noventa que empezaron a organizarse ante "la falta absoluta de atenci¨®n que recibimos".

"Mi hermana ten¨ªa s¨®lo piedras en la ves¨ªcula, pero el m¨¦dico quiso ensayar con un instrumental nuevo que no estaba ni homologado. Se llev¨® a tres comerciales del fabricante al quir¨®fano para que le fueran diciendo c¨®mo funcionaba. Le rompi¨® la aorta y el h¨ªgado y la mat¨®", recuerda Mar¨ªa Antonia Moral, de Avinesa.

"Mi hijo s¨®lo puede mover un dedo. Qued¨® tetrapl¨¦jico tras estar cinco a?os en lista de espera", a?ade Carmen Flores, de Adepa. Las dos coinciden en destacar "el enorme cambio a mejor que se ha registrado en los ¨²ltimos a?os". "Los m¨¦dicos eran intocables en 1992. Nadie nos ayud¨®: ni hospitales, ni administraciones, ni jueces...", asegura Moral.

Las dos asociaciones afirman haber ganado en 2006, 47 sentencias en los tribunales, con indemnizaciones que suman m¨¢s de seis millones de euros. Rafael Mart¨ªn Bueno, abogado de Avinesa, recuerda los tiempos en que "no hab¨ªa forma de encontrar un m¨¦dico que hiciera un peritaje contra otro; o un juez que dudara de la actuaci¨®n de la sanidad p¨²blica. Hoy la gente es m¨¢s consciente de sus derechos y los jueces m¨¢s sensibles".

M¨¦dicos y fuentes gubernamentales, sin embargo, alertan que "judicializar la medicina no es nada bueno para el conjunto del sistema". "Algunos pacientes, afortunadamente a¨²n pocos, se sientan en la consulta y exigen que les hagas unas pruebas. Otros no aceptan que una operaci¨®n no salga siempre bien. Enseguida hablan de denuncias y tribunales", explica un jefe de servicio de un hospital p¨²blico. "Esto acaba generando una presi¨®n sobre el m¨¦dico que tiene a la medicina preventiva, en la que se hacen pruebas s¨®lo para cubrirse las espaldas", a?ade.

Otras fuentes son m¨¢s cr¨ªticas con las asociaciones de pacientes. "En cierto modo se han convertido en cazarecompensas. Sus or¨ªgenes fueron nobles, pero luego han visto que pueden mover mucho dinero con las indemnizaciones", sostiene un dirigente sanitario.

Beatriz Orgando, del sindicato m¨¦dico Cesm, admite que los facultativos han perdido la relativa "impunidad jur¨ªdica" de la que disfrutaban hace unos a?os. "El paciente ahora exige m¨¢s informaci¨®n y soluciones seguras, que no siempre existen. En cierta forma se ha perdido la confianza ciega del paciente al m¨¦dico, que debe ser uno de los pilares de la medicina", afirma.

El Colegio de M¨¦dicos de Madrid coincide con Orgando y alerta de "la alarma social que genera el eco que est¨¢n recibiendo unos pocos errores entre los millones de actos m¨¦dicos que se hacen en Madrid al a?o". El Colegio recuerda que en 2006 se han realizado m¨¢s de 300.000 operaciones y ocho millones de pruebas diagn¨®sticas en la sanidad p¨²blica madrile?a.

Llenar un vac¨ªo

Todas las fuentes admiten que las asociaciones de pacientes han llenado un vac¨ªo, la atenci¨®n y apoyo a los afectados, que las administraciones no han sabido o querido ocupar. La Comunidad de Madrid cre¨® hace cuatro a?os la figura del Defensor del Paciente, a¨²n poco conocida. "Aparte de copiarnos el nombre, poco m¨¢s ha hecho", afirma Carmen Flores. La persona que Sanidad ha elegido para dirigirlo -Juan Ignacio Barrero, del PP, ex presidente del Senado y sin experiencia en el mundo sanitario- no ha ayudado a mejorar la imagen de la instituci¨®n. Tampoco la informaci¨®n p¨²blica que ofrece: preguntada sobre su actividad, los datos m¨¢s recientes que dispone son de 2004.