"El 'caso Litvinenko' dej¨® muchas pistas"
El maestro de las novelas de espionaje sigue bastante enojado con los derroteros que ha tomado el mundo tras los atentados del 11-S. Su respuesta ha sido en los ¨²ltimos a?os zarandear a sus lectores, escribir "narraciones subversivas", como la emotiva historia de La canci¨®n de los misioneros, en la que retoma la hipocres¨ªa de las potencias occidentales en ?frica que ya retratara en El jardinero fiel.
"Es imposible escribir hoy sin una intenci¨®n pol¨ªtica. Hablar sobre hechos mundiales a trav¨¦s de la literatura ha sido relegado a los 'thrillers"
"Con 'La Casa Rusia' me equivoqu¨¦ por idealista: cre¨ª que se trataba de un momento breve de la historia en el que podr¨ªamos rehacer el mundo"
David John Moore Cornwell (Poole, Inglaterra, 1931) debi¨® de ser un excelente esp¨ªa antes de convertirse en el archifamoso autor del g¨¦nero bajo el seud¨®nimo de John Le Carr¨¦. Porque es de trato muy afable, cabeza patricia y escucha con brit¨¢nica atenci¨®n tras sus ojos casi transparentes de azulgris¨¢ceos que son. O sea, cualquiera se lo contar¨ªa todo. Con unos aud¨ªfonos tan imperceptibles que se antojan sofisticados aparatos de escucha, ha venido por vez primera a Espa?a a promocionar un libro, La canci¨®n de los misioneros (Plaza & Jan¨¦s / Edicions 62, en catal¨¢n), su particular alegato contra la ?nueva? colonizaci¨®n que sufre ?frica. Las riquezas del Congo, las multinacionales y un inocente traductor mestizo, Salvo, en unas supuestas reuniones secretas de paz dibujan su nuevo escenario de espionaje.
Pregunta. Salvo es un personaje que destila virginidad. Es m¨¢s puro y menos dual que sus anteriores personajes de la etapa Smiley. ?Qu¨¦ ha buscado con ¨¦l?
Respuesta. Quer¨ªa una figura c¨¢ndida, que su inocencia reflejara un nivel m¨¢s bajo de sofisticaci¨®n pol¨ªtica que en mis personajes anteriores. Es un h¨¦roe muy distinto de los cl¨¢sicos m¨ªos. El lector se identifica bien con ¨¦l. Para ello, una persona de buen coraz¨®n era fundamental. Hoy, en relaci¨®n con el poder, estamos obligados a seguir un proceso similar al de Salvo: ?el islam es bueno o malo?; ?EE UU es bueno o es malo? Estamos intentando conectar con una sociedad cargada de figuras autoritarias, compleja, enga?osa, y el desencanto acaba siendo un tipo de liberaci¨®n.
P. En sus ¨²ltimas entrevistas le retratan con rabia y enojo por la situaci¨®n internacional. Salvo se mueve as¨ª. El libro parece un llamamiento a una especie de guerrilla ¨¦tica individual frente al mundo.
R. Es imposible escribir ahora sin una intenci¨®n pol¨ªtica. La tradici¨®n de hablar sobre acontecimientos mundiales a trav¨¦s de la literatura o bien ha desaparecido o ha sido relegada a escritores de thrillers. No fue as¨ª en el XIX o el XX, con novelistas como George Orwell que atacaron el sistema. Debido a que vivimos un periodo extraordinario de autoenga?o, en el que la verdad est¨¢ en un lugar y la percepci¨®n p¨²blica de la verdad en otro, intento narrar historias que establezcan un puente entre ambas. Desde el 11-S s¨®lo se dan elementos de represi¨®n antiliberal de los que es necesario hablar. En Inglaterra y EE UU, los gobiernos est¨¢n robando la libertad individual. Hemos aguantado tantas malas representaciones de la verdad que nos hemos introducido en un mundo de fantas¨ªa, con informes fant¨¢sticos sobre la guerra.
P. Pero ahora que ya se ha invadido Irak quiz¨¢...
R. Es peor: ahora se nos pide, por parte de Blair, que olvidemos c¨®mo se lleg¨® y lo solucionemos. No debemos olvidar: es fundamental saber c¨®mo nos metimos en esta guerra. Porque rompi¨® todas las reglas: fue un acto de agresi¨®n sin precedentes y el p¨²blico que lo apoyaba estaba enga?ado. No quiero ser un predicador, pero cuando intento sacar hilillos de esta madeja y desarrollar narraciones a partir de eso, quiero que sean narraciones subversivas. Quiero que el lector cierre el libro y no diga "habr¨ªa deseado ser ¨¦l", sino "?Dios m¨ªo, podr¨ªa haber sido ¨¦l!".
P. Salvo titula su informe Yo acuso, como el art¨ªculo de Zola.
R. S¨ª, es un homenaje. Tengo la sensaci¨®n de que cada vez hay menos intelectuales comprometidos. Nunca quise tener el estatus de gur¨², pero en lo literario me siento muy solo... y responsable. Me siento superviviente de un g¨¦nero que ha sido colocado aparte. Es como si la burocracia literaria hubiera dictado que las cosas cotidianas son demasiado vulgares como para ser narradas. Que deber¨ªamos buscar s¨®lo magia, v¨ªas de escape e implicarnos lo menos posible...
P. ?Hablamos de ¨¦ticas individuales porque en el libro se refleja una sociedad podrida, tanto que parece que estemos en un punto de no retorno amoral?
R. Seguramente. Si continuamos as¨ª, nos dirigiremos al gran desastre global. El estilo de vida y la prosperidad occidentales son insostenibles. La batalla, as¨ª, es por los recursos naturales. Rusia ya ha descubierto que las armas del gas y el petr¨®leo son m¨¢s eficaces que las nucleares. El subtexto de la invasi¨®n de Irak est¨¢ claro: el petr¨®leo. China coloca 10.000 coches a la semana en las carreteras y no tiene petr¨®leo. En los altos c¨ªrculos geopol¨ªticos de EE UU exist¨ªa el enorme temor a que China cogiera el petr¨®leo iraqu¨ª antes que ellos.
P. Es una raz¨®n cl¨¢sica en la historia.
R. S¨ª. La comedia de hacerse viejo es ver c¨®mo la pel¨ªcula empieza de nuevo. El Congo es una met¨¢fora perfecta de esto: en minerales, es quiz¨¢ el pa¨ªs m¨¢s rico del mundo. En t¨¦rminos humanos, de los m¨¢s empobrecidos. S¨®lo tiene 45 kil¨®metros de carreteras asfaltadas y terror por doquier. En la novela, todo queda en manos de un cartel. La conferencia que Salvo debe espiar es para crear un Kivu democr¨¢tico, pero en realidad se pacta quedarse con los minerales del Congo oriental, especialmente el coltan, vital para la electr¨®nica.
P. En esa l¨ªnea, ?es el poder de Gazprom lo que permite la supervivencia internacional de Putin?
R. ?Es que no estamos en un mundo nuevo: Rusia es una entidad en s¨ª misma! Despu¨¦s de los zares blancos, llegaron los rojos y ahora tenemos los grises. Debido a la guerra contra el terrorismo tenemos un pacto por el cual el imperio ruso puede hacer lo que le d¨¦ la gana en su patio trasero. Y de ah¨ª el espanto de Chechenia.
P. Putin act¨²a como en la ¨¦poca dorada del espionaje. Ah¨ª est¨¢ el asesinato del esp¨ªa Litvinenko.
R. El caso Litvinenko es una tragicomedia: ni un solo asesinato ha dejado jam¨¢s en la historia tantas pistas. Tras la guerra de Afganist¨¢n, Rusia estaba cubierta de armas, ten¨ªan material nuclear en cada frigor¨ªfico militar. El KGB ha tenido un gran historial de conexiones con el crimen. En mi opini¨®n, Litvinenko ten¨ªa los nombres de las personas que estaban implicadas en grandes casos de corrupci¨®n y asesinatos, y la lista de un mont¨®n de imb¨¦ciles contratados por tal o cual oligarca.
P. ?Puede inspirarle algo?
R. No creo. Escrib¨ª La Casa Rusia tras visitar Rusia en 1988. Me equivoqu¨¦ por idealista: cre¨ª que se trataba de un momento brev¨ªsimo de la historia en el que podr¨ªamos reconstruir el mundo.
P. En La canci¨®n... ha puesto ocho agradecimientos. ?C¨®mo selecciona y trabaja un libro?
R. Lo del Congo empez¨® con la lectura de un texto excelente; su autora me puso en contacto, a su vez, con un experto en crisis internacionales. Y nos fuimos los tres para all¨¢: entrevist¨¦ a un coronel mai-mai, fui a un club nocturno... S¨®lo en Bukavu vivimos dos rebeliones urbanas en cinco d¨ªas. Nunca me quedo mucho tiempo en estos pa¨ªses: escribes mejor cuando estableces el primer contacto porque todas tus terminaciones nerviosas est¨¢n a flor de piel. Suelo tomar apuntes en un cuadernillo, pero desde el punto de vista del personaje. Mis mejores obras las escribo cuando puedo llevar ya conmigo a mis personajes, como si fueran mi compa?ero secreto. Ellos miran y huelen. Yo, entonces, como el protagonista de El perfume, no tengo sentido del olfato.
CLAVES DESCIFRADAS
- El escritor tuvo un pasado como esp¨ªa, que ha alimentado su obra literaria, y que cort¨® el agente doble ingl¨¦s Kim Philby cuando le delat¨® al KGB ruso.
- El "fen¨®meno Le Carr¨¦" estall¨® con su tercera novela, 'El esp¨ªa que surgi¨® del fr¨ªo' (1963), ambientada en plena guerra fr¨ªa y que consagr¨® al imitado agente Smiley.
- La edici¨®n castellana de 'La canci¨®n de los misioneros', su vig¨¦sima novela, ha salido al mercado con una tirada de 75.000 ejemplares.
Babelia
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