"Shakespeare siempre quiebra las reglas"
Will Keen est¨¢ forjado en la recia escuela inglesa de actores. Tiene 36 a?os, pero no cuesta nada imaginarle una larga y s¨®lida carrera, caracterizada por la versatilidad y esa luz que s¨®lo los ingleses son capaces de proyectar a cualquier edad. Keen es un brit¨¢nico de pura cepa que protagonizar¨¢ en breve una obra del m¨¢s universal de los brit¨¢nicos: William Shakespeare. Por formaci¨®n, madurez y prestigio, parece el actor perfecto para incorporar a Leontes, rey de Sicilia, personaje central de Cuento de Invierno, una de las cumbres de Shakespeare. Keen, militante antimon¨¢rquico nacido en un predio de arist¨®cratas, a?adir¨¢ un triple salto mortal a su reto: interpretar¨¢ su papel en castellano en la adaptaci¨®n de la obra dirigida por Mag¨¹i Mira, que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 17 en el Teatro Alb¨¦niz.
"Trabajando busco el conflicto entre lo que digo y lo que estoy pensando"
"En Espa?a el teatro es m¨¢s comprometido y en Inglaterra todo est¨¢ centrado en la est¨¦tica"
La propuesta le lleg¨® a Keen en un momento en el que acariciaba la idea de poder hacer algo en Espa?a, sobre todo despu¨¦s de la experiencia que tuvo el pasado verano con un trabajo que los que vieron no olvidar¨¢n: The Changeling, de Thomas Middleton y William Rowley, con direcci¨®n de Declan Donellan y con la bell¨ªsima Oliivia Williams como partenaire.
"La tentaci¨®n era muy grande. Quer¨ªa trabajar en otro idioma y hacer esta obra, sin el apoyo del verso shakespeariano", se?ala Keen. La obra cuenta con versi¨®n de Jos¨¦ Sanchis Sinisterra, quien se ha liberado del desestructurado verso de la obra: "Es una versi¨®n que clarifica cierta confusi¨®n que existe en el original", a?ade el actor, ahora ataviado con una chaqueta, una gorra Mao y una bolsa: est¨¦tica urbana, con un toque retrohippie, que le confunde con cualquier joven del valenciano barrio del Carmen.
Tiene una mirada limpia, casi infantil, y una portentosa capacidad para desentra?ar el complejo mundo del teatro de Shakespeare.Habla del maestro ingl¨¦s con entusiasmo y enorme conocimiento. Sin embargo, a Keen no le gusta hablar de Keen, aunque hay bastantes cosas que contar. Debut¨® como profesional del teatro a los once a?os. Lo hizo empujado por su madre, Lady Mary Keen, famosa dise?adora de exteriores. A su entorno no le faltan referentes culturales. Es sobrino carnal del conocido medievalista Maurice Keen y hermano de Alice Oswald, poetisa ganadora del premio T. S. Eliot. Podr¨ªa pensarse que su padre es el m¨¢s normal de la familia, de no ser porque despu¨¦s de una larga vida como banquero ahora ejerce de cura: "Hay ciertos sacramentos que no puede oficiar, pero da unos sermones muy buenos", se?ala Keen.
Con ese ambientazo en casa es f¨¢cil comprender que Keen estudiara primero en el selecto Eton College y luego en la Universidad de Oxford, donde donde fue alumno del gran actor Ian McKellen, quien le fich¨® para su compa?¨ªa: "Es una persona que me ha influido mucho y, al tiempo, me ha hecho el regalo de pasar de ser su alumno a convertirme en su amigo y compa?ero de reparto en varias obras", se?ala. Conocido por su considerable experiencia con la mayor¨ªa de los mejores directores brit¨¢nicos, a Will Keen se le conoce como un gran especialista en Shakespeare. Ni siquiera ¨¦l puede contabilizar cuantos shakespeares ha representado. "Pero ha llegado uno que no hab¨ªa hecho y me apasiona", dice de Cuento de Invierno, obra de madurez de Shakespeare que muchos expertos sit¨²an entre las cimas del genio. "Me encanta su teatralidad, se toma conciencia absoluta de que aquello es arte, de que el teatro est¨¢ ah¨ª. Nos dice que a trav¨¦s del amor y del arte podemos llegar a ser mejores".
Tambi¨¦n habla de la moderna estructura que tiene Cuento de Invierno: "Shakespeare no se amargaba con los a?os. Ten¨ªa una gran confianza en que las generaciones futuras llegaran a reconciliarse, y no hace concesiones a la galer¨ªa. Quiebra las reglas continuamente y nos pide que miremos los cimientos de nuestra sociedad, que la cuestiones". Sobre Leontes, el rey de Sicilia dice que "es un tirano, pero el Estado, cualquier Estado, tambi¨¦n, y cada uno de nosotros somos responsables de peque?as tiran¨ªas que si las llev¨¢ramos lejos terminar¨ªamos siendo Leontes", comenta Keen.
El rey que ahora interpreta, como otros personajes que ha abordado, es un aut¨¦ntico malvado: "Hago muchos maridos hijoputas", admite, pero siempre les defiende: "No son malos, son enamorados y pierden sus papeles un poquito". Se le recuerda que son asesinos y canallas, precisi¨®n que le impide contener al risa: "S¨ª, es verdad, pero soy su abogado defensor, no podr¨ªa interpretarlos si no tratara de entenderlos y siempre hay responsabilidad en ellos y en la sociedad que viven", dice.
Es precisamente por el dominio de una nueva lengua por lo que ha descubierto algo que ignoraba: "Trabajando busco el conflicto entre lo que digo y lo que estoy pensando, porque los pensamientos siempre son m¨¢s interesantes que lo que uno expresa; pero en el propio idioma escondes el meollo, mientras que en una lengua que no es la materna vas al n¨²cleo, al tiempo que quieres preservar esa ambig¨¹edad", dice acerc¨¢ndose a las razones que esgrim¨ªa Samuel Beckett cuando explicaba por qu¨¦ escrib¨ªa en franc¨¦s siendo irland¨¦s. "El ingl¨¦s es disciplinado, el intelecto lucha contra las emociones con las consonantes tan marcadas, con esa acentuaci¨®n en las palabras, mientras que en espa?ol te dejas llevar por la emoci¨®n, la significaci¨®n est¨¢ en la fluidez maravillosa de este idioma y no en la acentuaci¨®n".
Tambi¨¦n habla de aspectos sociales diferenciadores: "Aqu¨ª el teatro es m¨¢s comprometido y en Inglaterra todo est¨¢ centrado en la est¨¦tica, incluso hay quien ridiculiza a artistas que hablan de pol¨ªtica. Hay miedo a tomar las cosas demasiado en serio. Se mira m¨¢s hacia Estados Unidos que a Europa.., es una pena porque aqu¨ª hay una vida intelectual m¨¢s arriesgada y no existe esa frivolidad estudiada con la que se llega a castigar a artistas como Harold Pinter o Vanesa Redgrave, a los que admiro".
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