"No creo en la femineidad"
La aparici¨®n de la novela F¨®llame, luego llevada al cine, lanz¨® a la fama a la escritora francesa. Su ¨²ltimo libro, King Kong Teor¨ªa, mezcla el ensayo y la autobiograf¨ªa para hablar de la violaci¨®n, la prostituci¨®n y la pornograf¨ªa desde un punto de vista tan crudo como pol¨¦mico.
"La prostituci¨®n me parece un oficio m¨¢s transparente que otros que he podido tener"
Transgresora y deslenguada, Virginie Despentes (Nancy, 1969) pas¨® de ser una escritora marginal a convertirse en una de las voces m¨¢s destacadas de su generaci¨®n. Una dama de la literatura trash. La popularidad le lleg¨® en 1993 con su novela F¨®llame (Mondadori), despu¨¦s llevada al cine, que cuenta la violenta historia de dos prostitutas convertidas en asesinas en serie. Despentes extrae de su biograf¨ªa -en la que figuran la violaci¨®n, la prostituci¨®n y los trabajos basura- buena parte de su material de ficci¨®n y tambi¨¦n de reflexi¨®n. Pero es su ¨²ltimo libro, el ensayo King Kong Teor¨ªa (de pr¨®xima aparici¨®n en Melusina) el que la ha vuelto a poner en la mira de los conservadores. Un texto pol¨¦mico que unos consideran el manifiesto de un nuevo feminismo y otros, un ajuste de cuentas personal, una guerra civil entre hombres y mujeres. "Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las fr¨ªgidas, las insatisfechas, las que nadie desea, las hist¨¦ricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena mujer", escribe.
PREGUNTA. Su escritura es directa como un pu?etazo. ?Es necesaria la c¨®lera, cierta violencia para hacerse escuchar?
RESPUESTA. No, la c¨®lera puede dar cierta energ¨ªa. Pero lo que es necesario para hacerse o¨ªr son personas dispuestas a hacerlo. Hay algunas que funcionan bien con la c¨®lera, otras, a quienes eso les causa apenas un rasgu?o.
P. ?Escribir: "Puesto que quer¨ªa ser un hombre, he tenido una vida de hombre", no es una dimisi¨®n de su propia particularidad?
R. ?Una dimisi¨®n con respecto a qu¨¦? ?A mi "devenir mujer"? Nunca me he sentido due?a de una misi¨®n particular por ser mujer. Desde el exterior es desde donde se me hizo comprender que mis apetitos eran masculinos. Hubiera dimitido de m¨ª misma aunque me hubiese comportado de otra manera. Si hubiese escuchado lo que me dec¨ªan: a las chicas no les gusta tocar la guitarra el¨¦ctrica, pero s¨ª los chicos que lo hacen; a las chicas no les gusta pelearse, pero s¨ª los hombres que se pelean; a las chicas no les gusta ganar dinero, pero s¨ª casarse con aquellos que lo tienen... No creo por un instante en la femineidad, que ser¨ªa un despliegue biol¨®gico o qu¨ªmico de cualidades particulares en todas las mujeres. Tampoco creo m¨¢s en la virilidad que reunir¨ªa a todos los hombres. No me parece que Bruce Willis y Woody Allen se parezcan en nada. Ni tampoco Britney Spears y Angela Davis. Dividir a la humanidad en dos partes para tener la sensaci¨®n de haber hecho un buen trabajo me parece bastante grotesco.
P. Cuando escribe que "explota su femineidad si se prostituye", me cuesta pensar que no deje una huella traum¨¢tica...
R. Sinceramente, ?cree que la prostituci¨®n deja m¨¢s traumas que la exposici¨®n medi¨¢tica? Lo que hago hoy en d¨ªa para ganarme la vida como autora mediatizada es humillante y doloroso. Y nadie me compadece. La prostituta deja libre el fantasma del miedo a que las j¨®venes se hagan prostitutas, por eso insistimos en el lado doloroso de ese oficio.
P. Tal vez la posesi¨®n f¨ªsica sea tambi¨¦n la posesi¨®n moral de la persona...
?Todo acto f¨ªsico no deja una huella emocional?
R. Si he practicado ese oficio durante un tiempo era porque me resultaba f¨¢cil. M¨¢s transparente que otros trabajos que he podido tener. Todo intercambio f¨ªsico deja una huella emocional, s¨ª, pero no siempre negativa. No digo que todas las mujeres puedan hacerlo. Digo que, para algunas, es un trabajo como cualquier otro, incluso m¨¢s interesante que otro. No vivimos en un mundo donde todo el mundo est¨¦ feliz con pagar su hipoteca.
P. Para usted la femineidad es una forma de servilismo, un puter¨ªo. Una mujer sumisa es una mujer sin rostro, ?por d¨®nde empieza la revoluci¨®n?
R. Convertirse en lesbiana ser¨ªa un buen comienzo.
P. No se termina, seg¨²n dice, disfraz¨¢ndose de hombres para avanzar. ?C¨®mo inventar la femineidad bajo presi¨®n sin caer en el conservadurismo o tirando de ideas preconcebidas?
R. No nos disfrazamos de hombres m¨¢s que ellos. Lo que se define como lo que les pertenece, no les pertenece y no les conviene, ni m¨¢s ni menos que a las que nacemos mujeres. Imaginar que la fuerza de car¨¢cter, la energ¨ªa, la agresividad, el deseo, o los trapos m¨¢s pr¨¢cticos que seductores nos pertenecen en tanto que hembras es una herej¨ªa. A cada una le toca definir, seg¨²n su trayectoria precisa y en la medida de sus posibilidades ad¨®nde quiere ir. Que opongan a mi femineidad el ejemplo de una novela donde dos mujeres matan a todo el mundo es una estupidez. No escribo para honrar ni deshonrar mi femineidad, sino en un contexto preciso y sobre emociones que no poseen g¨¦nero.
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