La pareja de Sada vuelve a casa al ser aceptada su relaci¨®n

Natalia, de 17 a?os, y Mariano, de 16, volvieron la madrugada de ayer a sus casas de Cambre y Sada, respectivamente, de las que hab¨ªan escapado al no ser aceptado su noviazgo. Los j¨®venes se ocultaban en un piso abandonado en Vigo y ellos mismos contactaron con sus padres. El padre de la chica, que se comprometi¨® a aceptar la relaci¨®n, y un cabo de la polic¨ªa local de Sada fueron a buscarles en taxi.

"En el amor no hay barreras, se quieren y punto. No se les va a separar por todo lo que pas¨®", coment¨® Antonio Romero, el agradecido y emocionado hermano de Mariano, en la multitudinaria rueda de prensa que protagoniz¨® junto al padre de Natalia, ayer en Sada, localidad de residencia del joven fugado. Es de etnia gitana y su novia, una paya de Cambre que conoci¨® el pasado verano en una discoteca. Empezaron a salir juntos, pero la relaci¨®n nunca fue bien vista por sus familias. La joven empez¨® a dejar de lado sus estudios y sus amigos, lo que vali¨® reprimendas y ri?as continuas con su padre, Eduardo Santos, quien insiste en que su oposici¨®n al primer amor de su hija no era de ¨ªndole racista, sino un af¨¢n de hacerle entender que ten¨ªan culturas distintas y que no permitir¨ªa que el noviazgo siguiera perjudicando su rendimiento escolar. Santos, con su hija de vuelta en casa, ya no se opone a nada. "Los chavales est¨¢n juntos y continuar¨¢n con su relaci¨®n de adolescentes", prometi¨® ayer.

La fuga de la joven pareja dur¨® una semana. El d¨ªa de Reyes y cumplea?os de Natalia, quien no acudi¨® a la fiesta que le ten¨ªan preparada sus amigos en A Coru?a, los dos adolescentes se saltaron la prohibici¨®n parental de verse y se escondieron en Sada, donde un conocido okupa les dio cobijo hasta el lunes. Viajaron entonces en autob¨²s hasta A Coru?a, donde cogieron un tren para Santiago. All¨ª pasaron la noche, a la espera del primer tren de la ma?ana que les llevara hasta su destino, Vigo. Los chicos encontraron una casa abandonada donde permanecieron ocultos hasta la madrugada de ayer.