Traductores de primera necesidad

Bastar¨ªa con fijarse en el cartel que proh¨ªbe fumar, uno debajo de otro, en 14 idiomas, para convencerse de que se ha entrado en un lugar poco com¨²n. A la derecha, sentados en sillas, hay una quincena de hombres y una mujer. La mitad son subsaharianos. Muchos de ellos son los mismos que han estado durmiendo bajo el puente del Turia durante la recogida de la naranja, y algunos de ellos ser¨¢n los mismos que en unos d¨ªas recojan la fresa en Huelva. Estamos en el Centro de Apoyo a la Inmigraci¨®n (CAI) del Ayuntamiento de Valencia, y las aproximadamente 20 personas, alguna de ellas voluntaria, que trabajan en ¨¦l, representan pr¨¢cticamente a todos los efectivos movilizados por el Consistorio para atender a los miles de extranjeros que llegan regularmente a la ciudad.

Los expertos afirman que la Administraci¨®n local deber¨ªa ser la pieza m¨¢s importante para una pol¨ªtica adecuada de inmigraci¨®n. Si es as¨ª, el esfuerzo realizado por la de Valencia no parece excesivo. La valoraci¨®n no se extiende al personal del CAI, que hace pasar a los inmigrantes mientras otros los reemplazan en la sala de espera.

El CAI ha incorporado recientemente al centro traductores de ¨¢rabe, ruso, chino, ingl¨¦s y franc¨¦s. Algo fundamental cuando el interlocutor que se tiene enfrente apenas sabe decir cuatro palabras en castellano, y que se integra lentamente en los servicios p¨²blicos valencianos. Una ma?ana, por ejemplo, uno de los int¨¦rpretes del CAI sale para acompa?ar a un trabajador extranjero al hospital. De lo contrario, es posible que no supiese explicarle a los m¨¦dicos ni d¨®nde le duele. "Encontrar a una persona que entiende tu idioma al llegar a un sitio nuevo es important¨ªsimo. Porque adem¨¢s te ayuda a entender los mecanismos de funcionamiento de la sociedad de acogida", dice Mouloud Talbi, argelino, con 15 a?os de residencia en Espa?a, uno de los traductores.

El CAI funciona como una "puerta ¨²nica" de los inmigrantes a todos los recursos municipales, explica su director, Pere Climent. Los trabajadores sociales se ocupan de dar asesoramiento jur¨ªdico y laboral. Pero quiz¨¢ su principal tarea consiste en gestionar alojamientos temporales. Casi todos los albergues pertenecen o son gestionados, a su vez, por ONG y comunidades cristianas. Climent opina que el sistema tiene sus ventajas, porque supone implicar a la sociedad civil en la gesti¨®n del fen¨®meno migratorio.

Los mayores usuarios del CAI son los subsaharianos. Pero cada nacionalidad es un mundo. Los senegaleses, por ejemplo, apenas se dejan ver por all¨ª. Sus redes sociales son lo bastante fuertes como para atender la llegada de sus compatriotas. Lo mismo sucede con los chinos.

El servicio, sin embargo, lidia con todo tipo de cuestiones. Como la que espera para plantearles Lesek, polaco, que lleva cuatro d¨ªas de limpiador en el turno de noche del Corte Ingl¨¦s. Vive en Natzaret y a¨²n no tiene ni un euro. "Vengo a ver si pueden ayudarme. Porque no me parece una buena idea, al principio de estar ah¨ª, entrar en la oficina del jefe y pedirle para un bonob¨²s", dice.