Viera, h¨¦roe en San Mam¨¦s
El portero del Villarreal detiene un penalti a Yeste en el ¨²ltimo segundo repitiendo su acci¨®n de la pasada temporada frente a Orbaiz
Sebasti¨¢n Viera no es muy querido en Vila-real. Se le achacan fallos inocentes y un cierto temblor en las salidas. En realidad, se le achacan muchas cosas, pero en Bilbao es la mano de Dios para su equipo. La temporada pasada salv¨® un punto en el ¨²ltimo segundo al detener un penalti a Orbaiz que pod¨ªa haber dado el triunfo al Athletic. Ayer repiti¨® la jugada. Con el tiempo cumplido, el ¨¢rbitro permiti¨® al Athletic lanzar un saque de esquina que acab¨® con mano de Fuentes y penalti. Otra vez Viera ante el peligro, esta vez con un zurdo, Yeste, tan reposado como un a?o atr¨¢s ante el diestro Orbaiz. Y otra vez sus dotes de adivinaci¨®n para repeler el disparo del interior rojiblanco, sin tiempo para rechace alguno. La diferencia es que el curso pasado Viera gan¨® un punto y ¨¦ste gan¨® tres de un golpe en un partido que estaba predestinado al empate m¨¢s rampl¨®n.
ATHLETIC 0 - VILLARREAL 1
Athletic: Aranzubia; Exp¨®sito, Sarriegi, Amorebieta, Casas; Javi Mart¨ªnez, Iraola, Murillo, Gabilondo (Yeste, m. 61); Etxeberria (Aduriz, m. 61) y Urzaiz. No utilizados: Alba; Garmendia, Llorente, Zubiaurre e Iturriaga.
Villarreal: Viera; Josemi, Fuentes, Cygan, Jos¨¦ Enrique; Cani, Senna, Josico (Somoza, m. 62), Marcos (Bruno, m. 62); Mat¨ªas (Tacchinardi, m. 90) y Forl¨¢n. No utilizados: Barbosa; Quique ?lvarez, De la Bella y Jonathan.
Gol: 0-1. M. 70. Forl¨¢n encara a Aranzubia, aprovechando el error de la defensa al tratar de forzar el fuera de juego, y le bate de tiro raso.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Amonest¨® a Casas y Aduriz, por el Athletic, y a Josemi, Fuentes, Senna y Josico, por el Villarreal.
Unos 38.000 espectadores en San Mam¨¦s.
Est¨¢ claro que al Athletic no le van las emociones fuertes. Llegado el momento, o le tiembla el pulso o le persigue la mala suerte. Hasta entonces hubo mucho de lo ya sabido en el Athletic: juego largo, profusi¨®n de balones largos y altos, muy altos, para poner a prueba a Urzaiz y su marcador, Cygan, mientras el Villarreal trataba de recuperar aquel f¨²tbol de toque que le hizo envidiable, pero que a¨²n le pilla demasiado lejos. Si acaso, el conjunto de Pellegrini recuper¨® la intensidad y la capacidad de presi¨®n, del mismo modo que el Athletic, en su infinito af¨¢n por mirar a las nubes, perd¨ªa las bandas, bien porque a Gabilondo le falta el coraje suficiente para reclamar su jerarqu¨ªa, bien poque Javi Mart¨ªnez es todo lo contrario a un extremo derecho. Etxeberria, el habitual inquilino de ese costado, ayer de delantero centro, es, cada vez m¨¢s, un recuerdo del pasado.
Es decir, que, por unas cosas o por otras, se jugaba a un gol. Y lo pudo encontrar Gabilondo en una mala cesi¨®n de la defensa si no hubiera sido zurdo absoluto. O Javi Mart¨ªnez, con un disparo que sac¨® casi de la raya de gol Cygan. Era un f¨²tbol de escarceos, de brega industrial y confianza en un momento de suerte o de inspiraci¨®n. En el Villarreal gustaba el manejo de Senna (aunque intermitente), los movimientos de Forl¨¢n o lo que se le adivina a Mat¨ªas Fern¨¢ndez. Todo eso, hilando muy fino en un partido con m¨¢s presi¨®n que pasi¨®n.
El Villarreal pareci¨® arrancar la segunda mitad con un ¨¢nimo m¨¢s descarado, con una buena jugada de Mat¨ªas, que dispar¨® fuera, y el Athletic se top¨® al cuarto de hora con la extra?a aplicaci¨®n de la justicia arbitral. Los ¨¢rbitros no deciden en funci¨®n del c¨®digo penal futbol¨ªstico, sino del momento, de la oportunidad. As¨ª, Teixeira decidi¨® no mostrar la segunda amarilla a Josico y permitir la igualdad num¨¦rica. Tan evidente fue el fallo que un minuto despu¨¦s Pellegrini lo cambi¨® a sabiendas de que era carne de ca?¨®n. Desde entonces, el ¨¢rbitro no dio una derechas. Tampoco los 22 futbolistas cambiaron el gui¨®n: presi¨®n, buenos saltos, grandes carreras, f¨²tbol muscular y los porteros echando carreritas por el ¨¢rea para calentar los m¨²sculos en espera de su momento. Viera se asust¨® con un cabezazo pifiado por Urzaiz. Y, en esto, el Athletic que tira mal el fuera de juego y Forl¨¢n que encara desde un costado a Aranzubia, quien, extra?amente, echa muy pronto el trasero al suelo y, encima, le cede el primer palo. Por all¨ª se col¨® el bal¨®n. Fue el momento de Aranzubia y lo perdi¨®. Despues lleg¨® el de Viera y el portero uruguayo reedit¨® su t¨ªtulo de h¨¦roe de San Mam¨¦s en la pena m¨¢xima. Fue otra concesi¨®n arbitral, no por la mano (que lo fue), sino por el reloj, que, al parecer, se le par¨®. O quiso compensar. O salir del atolladero. Vaya usted a saber.
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