Los coches asi¨¢ticos y europeos se hacen con la mitad del mercado en EE UU
Los planes de ajuste de GM, Ford y Chrysler les impiden defender el liderazgo en su pa¨ªs
El coche americano pierde en casa. Concentrados en volver como sea a la rentabilidad, los fabricantes estadounidenses se muestran resignados a que asi¨¢ticos y europeos conquisten al final de este a?o 2007 la mitad del mercado de su pa¨ªs, el mayor del mundo. Los tres grandes estadounidenses (General Motors, Ford y Chrysler) sumaron el pasado a?o un 53,7% de las ventas. Este a?o su cuota caer¨¢ por debajo del 50%, seg¨²n previsiones del Center for Automotive Research de Detroit. La pol¨ªtica de descuentos y financiaci¨®n a tipo cero, iniciada tras el 11-S, llega a su fin.
Tras varios a?os calentado por las ofertas, el mercado estadounidense de autom¨®viles retrocedi¨® un 2,6% el pasado a?o y, seg¨²n los expertos, seguir¨¢ a la baja en 2007. Las ventas de GM, Ford y Chrysler cayeron a un ritmo del 8%, mientras Toyota subi¨® un 12,5% y ya encadena 11 a?os de ascensos. Otras marcas al alza son las asi¨¢ticas Honda, Suzuki y Hyundai o las europeas Volkswagen, BMW y Porsche. La ca¨ªda del mercado implica menos tarta para m¨¢s comensales, porque, como destacaba en alarmantes titulares el diario Detroit News, "vienen los chinos".
Directivos de GM, Ford y Chrysler reconocieron en el Sal¨®n del Autom¨®vil de Detroit, abierto del 7 al 21 de este mes, que no pueden seguir vendiendo coches con los que pierden dinero. Es decir, que dan prioridad a la rentabilidad, y no a defender su cuota de mercado con agresivos descuentos.
V¨ªa libre, pues, para los productores asi¨¢ticos, que han demostrado m¨¢s capacidad para adaptarse al cambiante gusto del cliente norteamericano, que adquiere m¨¢s de 16 millones de autom¨®viles nuevos al a?o. Durante demasiado tiempo los fabricantes locales vivieron de las rentas de sus modelos m¨¢s exitosos. Ford, por ejemplo, obten¨ªa todo su beneficio en Estados Unidos de un ¨²nico modelo, el Explorer. Su declive le arrastr¨® a n¨²meros rojos.
Nuevas tendencias
Ahora, los productores locales tratan de adaptarse a las nuevas tendencias. Los compradores est¨¢n alej¨¢ndose de los grandes todoterreno y pick-ups, influidos por el encarecimiento de la gasolina. As¨ª que en el Sal¨®n del Autom¨®vil se percibi¨® un chocante cambio de papeles: ahora las marcas norteamericanas apuestan por coches compactos y eficientes, mientras los japoneses, que ya dominaban ese segmento, se atreven a competir tambi¨¦n con grandes veh¨ªculos.
Tras a?os muy duros, GM afirma que empieza a ver la luz. "Estamos mucho, mucho mejor, que hace un a?o", declara su vicepresidente, Bob Lutz. "Hemos reducido costes estructurales en 9.000 millones de d¨®lares y tuvimos ventas r¨¦cord en Europa, Am¨¦rica Latina y Asia. Pero en EE UU cargamos con tres jubilados por cada empleado y con unos altos costes m¨¦dicos", explica. La abultada factura de los programas sociales a?ade hasta 1.400 d¨®lares al precio de cada coche de los productores locales, una desventaja frente a los extranjeros (que tambi¨¦n fabrican en EE UU, pero en menor medida y desde hace menos tiempo).
Mientras Toyota mostraba su acostumbrado perfil bajo en el Sal¨®n de Detroit, GM luci¨® una avalancha de nuevas propuestas con las que trata de recuperar la iniciativa tras dejar atr¨¢s su peor momento financiero. Por primera vez en los ¨²ltimos a?os, GM logr¨® en Detroit los dos premios de la cr¨ªtica: coche del a?o (el Saturn Aura, basado en el Opel Vectra) y camioneta del a?o (la Chevrolet Silverado). A falta de publicarse los datos de cierre del a?o, los analistas calculan que GM perdi¨® unos 170 millones de d¨®lares el pasado a?o, una notable mejora respecto a los 8.600 millones de d¨¦ficit en 2005.
Peores son las perspectivas para Ford, que acumul¨® p¨¦rdidas de 7.000 millones de d¨®lares entre enero y septiembre de 2006. La empresa reconoce que sus actividades en Estados Unidos no volver¨¢n a tener beneficios hasta 2009. Los prototipos m¨¢s interesantes que mostr¨® Ford en Detroit est¨¢n todav¨ªa lejos de entrar en producci¨®n.
Y el futuro de Chrysler, bajo control del grupo alem¨¢n Daimler, es incierto. El presidente del consorcio, Dieter Zetsche, dijo que "obviamente" no est¨¢ satisfecho con los resultados de su filial americana, que perdi¨® 1.500 millones de d¨®lares en el tercer trimestre de 2006. Pero descart¨® ponerla en venta y confirm¨® su confianza en su presidente, Tom Lasorda, sin descartar que su equipo pueda ser "reforzado". En el sector se especula con la llegada de Wolfgang Bernhard, que acaba de abandonar el puesto de presidente de Volkswagen. Bernhard ya dirigi¨® la reestructuraci¨®n de Chrysler a principios de esta d¨¦cada.
Canci¨®n triste en la 'Motown'
El Estado de Michigan, donde naci¨® y se desarroll¨® la industria automovil¨ªstica, se ha convertido en el que m¨¢s poblaci¨®n pierde en EE UU. Su principal urbe, Detroit, a la que llaman la Motown o ciudad del motor, ha reducido a la mitad su poblaci¨®n en medio siglo, seg¨²n las f¨¢bricas se modernizaban, por lo que requer¨ªan menos personal, y la producci¨®n se repart¨ªa por otros Estados de la Uni¨®n. Detroit tiene algo menos de un mill¨®n de habitantes, un 82% de raza negra y s¨®lo un 12% de blancos, que fueron el grupo social dominante en el pasado, seg¨²n el censo nacional del a?o 2000. La clase media emigr¨® a otros Estados m¨¢s c¨¢lidos o se instal¨® en urbanizaciones en municipios vecinos. La tasa de asesinatos alcanza en la ciudad los 39,5 por 100.000 habitantes, frente a s¨®lo el 6,6 en Nueva York.Y la p¨¦rdida de empleo en la industria del motor no ha terminado. Entre 2006 y 2007, GM, Ford y Chrysler est¨¢n aplicando planes que suprimen 116.000 empleos, la mayor parte en Norteam¨¦rica. Las nuevas f¨¢bricas, las de las marcas asi¨¢ticas, se levantan lejos de Detroit.
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